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- El laboratorio realizó las pruebas que pedí. – Daesung explicó. Se sentó frente a ellos, con las manos juntas sobre una carpeta de papel. – La mayoría de las cosas que examiné volvieron a ser normales.

- Entonces, ¿cuál es el problema? – SeungHyun preguntó. Ji Yong se encogió a su lado, intimidado. Después de pasar casi un año cuidando a su sumiso, SeungHyun leía la postura de Ji Yong como si Ji Yong fuera una extensión del propio cuerpo de SeungHyun. Ji Yong no quería estar aquí, y SeungHyun necesitaba ser fuerte para él. – ¿Es el tejido cicatricial?

- Aparte de esa pequeña cicatriz, los órganos reproductores de Ji Yong gozan de una salud excepcional. – Daesung dijo sacudiendo la cabeza. – Él será capaz de gestar niños y concebir sin ningún problema.

- Entonces, ¿qué le está haciendo esto? – SeungHyun exigió. Daesung tenía que tener respuestas.

- Bueno... el laboratorio probó todas las cosas que pedí, pero durante la prueba, siguieron encontrando algo inusual. – Daesung descruzó los dedos y abrió la carpeta. – Te ahorraré la larga explicación. Básicamente, hay una hormona sexual adicional en el torrente sanguíneo de Ji Yong que ninguno de nosotros ha visto antes. Tres días no son suficientes para realizar pruebas exhaustivas en él, pero la evidencia preliminar muestra que acelera enormemente la maduración del óvulo, lo que significa que Ji Yong no solo entra en celo más rápidamente, sino que también es hiperfértil cuando está en celo.

Hiperfértil. – SeungHyun apretó los labios. – ¿Te refieres a múltiples?

- Esa es la hipótesis. – Daesung dijo. – Sin estudios, será difícil de verificar. Podría ser de uno a tres óvulos maduros por celo, o podría ser más. No puedo explicar la presencia continua de esta nueva hormona sexual, o por qué el celo de Ji Yong se ha desvanecido durante casi un año, pero estoy dispuesto a apostar a que se está produciendo por una mutación en los ovarios, por lo tanto, su tamaño ampliado. Si un experimento médico mal orientado produjo estos resultados, opino que sus ciclos son tan irregulares porque el procedimiento fue defectuoso o poco desarrollado. No me sorprendería si el hombre que hizo esto usó a Ji Yong como conejillo de indias. El comercio de omegas en el mercado negro sigue siendo popular incluso aquí en Seul, y hay hombres dispuestos a gastar fortunas para tener acceso a omegas en celo. Cuanto más a menudo entran en calor, más dinero hay que hacer.

Cuanto más habló Daesung, más de la ira de SeungHyun se acumuló. Ji Yong, pequeño y asustado a su lado, se encogió aún más. Pensar que alguien había atraído a Ji Yong y lo había convertido en un experimento médico solo para dejarlo sufrir hacía que SeungHyun quisiera arrancar a la persona responsable de una extremidad a otra.

Pensar que Ji Yong podría haber sido esclavizado y forzado a prostituirse hizo que la ira estallara.

- ¿Hay otros casos como este con los que has lidiado? – SeungHyun preguntó, haciendo todo lo posible por mantener sus emociones ocultas por el bien de Ji Yong. – ¿Atrapaste al hombre responsable?

- No he visto ningún otro caso como este, no. – Daesung hizo una pausa. Deslizó uno de los papeles de la carpeta hasta SeungHyun. En ella había una foto de un hombre delgado con una cara demacrada y ojos cansados. – El año pasado, poco después de la redada policiaca en el burdel The White Lotus, uno de mis colegas fue arrestado por su participación en el anillo.

SeungHyun levantó la foto, pero su mano se detuvo cuando Ji Yong jadeó. Bajó la foto y se volvió hacia Ji Yong para encontrar a Ji Yong presionado contra el respaldo de su silla.

- Es él. – Ji Yong pronunció, el terror vivo en su voz. – Ese es el.

- Entonces te alegrará saber que ya está tras las rejas. – Daesung dijo. – Desearía tener mejores noticias para ti. Planeamos continuar realizando pruebas con la hormona. Probablemente hay otras víctimas, todas ellas sufriendo de manera similar. Cuanto más sabremos, más podemos ayudar.

- Pero puedes ayudar, ¿verdad? – SeungHyun preguntó. – Puedes desarrollar algo para suprimir la hormona, o... o deshacerte de ella. ¿Algo para ayudar a Ji Yong a llevar una vida normal?

Daesung frunció el ceño. – Sé que piensas muy bien de mí, pero no soy un científico farmacéutico, SeungHyun. Estamos haciendo lo mejor que podemos, y me aseguraré de que se plantee el problema, pero Ji Yong es un caso entre miles de millones de personas en el mundo. Prioridades...

No. SeungHyun no permitiría que esto sucediera. Se levantó de repente de su silla, con los puños apretados. – No me importan las prioridades. ¡No lo voy a dejar sufrir!

- La forma más rápida de eliminar su sufrimiento sería que le extirparan los órganos reproductivos. – Daesung dijo. – Sin óvulo para madurar, incluso si la hormona todavía estaba presente, nada sucedería.

Eliminar los órganos reproductivos de Ji Yong significaría que nunca volvería a entrar en celo. Él nunca concebiría. SeungHyun apretó la mandíbula y miró a Ji Yong en busca de orientación, pero Ji Yong se quedó en silencio en su silla, mirando hacia abajo.

- Necesitamos tiempo para pensar. – SeungHyun dijo. Hizo todo lo posible por calmarse. – Gracias por tu tiempo hoy, Daesung. Realmente lo apreciamos.

- Estaremos en contacto. – Daesung prometió. – No seas tímido en llamar.

- Gracias, Daesung. – Ji Yong murmuró mientras se levantaba. SeungHyun vio la debilidad en las piernas de Ji Yong, envolvió un brazo alrededor de Ji Yong y lo atrajo hacia sí para apoyarlo y consolarlo. Había sido un infierno de un día, y no iba a dejar que Ji Yong se sintiera abandonado o no deseado. Ahora no. – Te veremos pronto.

- Cuídate. – Daesung dijo.

No dijeron nada en el viaje en coche a casa. Todo lo que SeungHyun podía hacer era mantener a Ji Yong cerca de su pecho, una promesa silenciosa de que él estaba allí y que siempre lo estaría.

Estaban juntos en esto sin importar nada.

『 그의 지휘 하에 』 »  OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora