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Miraba el reloj del salón de clase y lo único que esperaba era poder salir de acá lo más rápido posible, sentía que cada minuto que pasaba en realidad eran horas. Ya se suena algo exagerado pero así soy yo gente.

Alguien pincho mí burbuja por así decirlo gracias a que me habían tirado un papelito en la cabeza. Volteo a ver esa persona con odio pero luego al darme cuenta de quién era esa persona me tranquilice.

Abrí el papel el cual contenía una nota que decía:

" Presta atención a la clase; después no voy a ser yo la que te vaya a explicar las cosas cuando tu solo estás en tu maldita burbuja. Se que te cae mal el profesor Kang pero por lo menos pensar en tu futuro."

Okey, en parte tenía razón pero creo que ella lo decía más porque no quiere explicarme las cosas una y otra vez. Guarde el papel en un cuaderno y comencé a prestar a tención a la clase del profesor. Sigo sin entender porque tengo que aprender estás cosas, como si la historia me sirve de algo.

Al fin el timbre de la hora del almuerzo por fin tocó, así que guarde todas mis cosas y salí junto con solar para ir a la cafetería. Al entrar a esta decidimos poner nuestras cosas en una mesa apartada de todos los estudiantes. Nos pusimos en la fila dónde nos daban la comida, la horrible comida mejor dicho.

— Puedes dejar de mirar a la puerta y prestar atención —me reclamo Solar.

—¿Es en serio?— la mire algo enojada.

—Es que no le encuentro el sentido al porque siempre miras esa puerta a la hora del almuerzo, en vez de prestarle atención a la comida que te van a servir.

— Para verlo a el — susurré mientras señalaba la puerta disimuladamente para que viera a quien yo no quita a mis ojos.

Jeon Jungkook..

—¿Es en serio?— se quejó ella

—¿Que tiene de malo?— fruncí mí ceño por milésima vez en el día.

—Por favor, Kiara - río ella — es Jeon Jungkook, no es nada fuera del otro mundo.

¿Nada fuera del otro mundo? Por dios, si mí amiga supiera que hace un montón de tiempo que no le puedo quitar la mirada de encima porque me parece el chico más apuesto de todos.

—En serio yo te quería — dije cuando ya tuve toda mí comida en mí bandeja y me dirigí hacía mí mesa.

— Se que me amas — grito ella y yo voltee a verla mientras caminaba.

Grabé error...

Mí bandeja con toda mí comida se estrelló contra el pecho de alguien, y no era cualquier persona, sino que era el mismísimo Jungkook.

—Cuánto lo siento — dije casi a los gritos, más por la impresión y el susto de tenerlo tan cerca mío.

—Mí ropa —se quejó el mientras miraba su campera que estaba completamente mojada por un jugo de naranja y algo de comida que me habían dado recién.

— Puedo limpiarlo —susurré y agarre una servilleta que no se de dónde salió pero que lo importante es que estaba entre mis manos. La tomé y comencé a pasarla por todo su pecho para intentar sacar la mancha pero el tomo mis muñecas e hizo que dejara de hacerlo.

— No es necesario que lo hagas tu, lo puedo hacer por mí mismo — me soltó.

— Pero yo no tengo problema en hacerlo yo sol...— me interrumpió.

— ¡No! —dijo casi gritando él — Ya bastante problemas me estás causando.

Se puedo escuchar como los estudiantes que contemplaban la escena soltaron una pequeña carcajada y por una extraña razón mí corazón se contrajo en esos instantes.

—En verdad lo siento — susurré con la mirada agachada.

— Está bien — dijo el y se fue hacia afuera, seguro a buscar ropa para ponerse.

Volví a mí mesa, sin nada para almorzar y con la mirada de todos, unas de decepción, otras de burla y otras que solo me miraban por mirar. Seguro aparecería en ese estúpido periódico escolar en el que diría con un título muy grande:

" La chica rara mancha por completo la ropa del apuesto Jeon Jungkook"

Así eran las cosas acá en nuestra queridísima escuela. Me senté en la mesa, apoye mis brazos sobre está y recosté mí cabeza sobre estos.

— Esa fue una de las escenas más raras que vi en toda mí vida — dijo mí mejor amigo mientras vemos tomando una coca cola en lata.

— Lo que me faltaba — levanté mí vista para verlo y luego volví a golpear mí cabeza contra mis brazos.

— Eso estaría bueno para ponerlo en una escena de películas — sonrió el mientras cruzaba sus pies arriba de la mesa.

— Baja tus malditos pies de esa mesa, Park Jimin — dijo Solar mientras llegaba con una bandeja llena de comida mientras miraba fulminante a Jimin.

— Ya llegó la jefa — bajo sus pies y rasco su nuca.

— Traje comida para ambas — dijo Solar mostrándome la bandeja de comida. — La comida de hoy está mejor que la comida de ayer.

—¿ Para mí no hay nada?— pregunto el ofendido.

— Tu ya tienes tu propia comida — dijo Solar

— Amarga — susurro el

—¿Que dijiste?— pregunto ella mientras fruncía su ceño.

— ¿Por qué soy tan torpe?— dije mientras comía una de las papas que había traído Solar.

— No lo eres — dijeron mis amigos a la vez.

— Derrame todo mí almuerzo en la ropa de Jeon — apoye mí cabeza sobre uno de mis brazos.

— Okey, eres un poquito torpe, pero solo un poquito — dijo Jimin pero recibió un golpe de parte de solar en las costillas.

— Son accidentes que pasan — dijo Solar mientras acariciaba mí cabello completamente negro.

— Podría decirle que yo voy a lavar su ropa en modo de disculpa — dije con una pizca de esperanza en los palabras.

— ¿Lo vas a hacer vos o lo hará el lavarropas por ti?— dijo Jimin y recibió un golpe en la cabeza por parte de ambas.

— Imbécil — dijimos a la par

— Ustedes viven maltratando me — se quejó.

— Ahora lo que menos importa eres tu, sino es arreglar el problemita que tiene Kiara, corazón — le dijo Solar a Jimin.

Mientras ellos dos seguían hablando y yo ya había terminado de almorzar, decidí ponerme de pie y salir de la cafetería sin que mis amigos lo notarán por su tonta pelea infantil. Caminé por los pasillos en busca de Jeon Jungkook.

La escuela era demasiado grande para mí gusto y se supone que no tardaría mucho en buscarlo porque la mayoría de los estudiantes se encontraban en la cafetería o sino en la biblioteca estudiando.

Segundo grabé error del día..

Salir a buscar a Jeon a esta hora del día, dónde todas las chicas querían tener una oportunidad con el.

Y a qué no saben quién lo tenía acorralado contra la pared. La mismísima Tzuyu, la más popular de toda la escuela y la más malvada de está.

¡¡Primer capítulo de está historia!!

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Amor No Correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora