Prólogo

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Era una noche oscura, no habia luna ni habia estrellas, solo oscuridad y soledad. Solo se escuchaba las copas de los arboles moverse rapidamente por el viento, se venia una tormenta.

De pronto se escucha crujidos de maderas en el piso, alguien se estaba acercando a gran velocidad.

Una mujer estaba corriendo a una velocidad sobrehumana llevaba algo bien pegado a su pecho, envuelto en una manta color cafe, al parecer alguien la seguía o más bien muchas personas.

De repente paro y se oculto en unos arboles, corrió un poco la manta color cafe, susurraba cosas y miro al individuo que llevaba con ella. El bebé estaba asustado y en cualquier momento rompería en llanto. La mujer le sonreía y le decía cosas que solo ella y su pequeño bebé escucharan.

Estaba asustada  no sabia que hacer, esas personas lo que harían es matarla y matar a la pequeña criatura.

-No te escondas Elizabeth, tarde o temprano te mataremos a ti y a tu estúpido hijo que llevas y creelo no será de la mejor forma- se escucho a lo lejos una voz masculina

Sin pensarlo dos veces salió corriendo a su mayor velocidad, no permitiría que mataran a su bebé, era lo único que tenía y debía protegerlo hasta su ultimo suspiro.

A lo lejos vio una cabaña sola en medio del bosque, se metió en ella y le cantaba una canción a su bebe con su hermosa voz que transmitiría paz a toda persona que estuviese allí cerca.

-Shh ya va a pasar mi niña, pase lo que pase estaré todo momento en tu corazón, pronto va a terminar esta pesadilla- Le susurró a su pequeña bebé.- Duerme mi niña descansa, haré todo lo posible para protegerte.-Dijo la mujer.- Mi niña, mi Belén, mi mundo descansa- le dijo a la niña que de repente se quedó dormida en un profundo sueño.

La dejo escondida en un lugar, con mucho cuidado para que no se despierte y no llore.

Salió afuera de la cabaña y corrió lo más lejos posible para que no la encontraran.

Luego de unos minutos se desató una guerra, siete personas contra la mujer al parecer iba ganando pero nunca espero un ataque de atrás y eso terminó con su vida.
Una terrible tormenta se hizo presente, el cielo lloraba la pérdida de Elizabeth.
Ese era el Fin...

Era el fin de Elizabeth Taylor......

Siempre te cuidare- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora