Estreno el 31 de oct 2019
El Olimpo, un hermoso reino celestial donde habitan los dioses en enormes palacios de cristal y oro. La felicidad y La Paz recorrían sus tierras después de la gran batalla de Titanomaquia, donde los dioses habían vencido o...
Luego del paseo a caballo regresamos al palacio, me despedí de Hades, al parecer estará muy ocupado hasta tarde, cuando regrese ya estaré durmiendo. Antes de entrar en la habitación escucho unos pasos acercándose, me volteo y veo a una niña pequeña de ojos rojos a solo unos metros de mi...Su cabello era largo y lacio, su piel era pálida y tenía una bella sonrisa en el rostro, jamás había visto una niña pequeña en palacio antes , será hija de algún visitante?
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—H-Hola...
Le digo intentando acercarme, pero esta da unos pasos atrás, sin dejar de mirarme a los ojos y sonreír.
Eh? Que le sucede...
—Estás pérdida?
Le pregunto, pero esta solo me mira fijamente, casi llego a incomodarme...
—Señorita?
La voz de Estigia me asusta y me volteo, esta se acerca rápidamente hacia mi...
—Está bien? Que hacía hablando sola ?
Eh?
—No estaba hablando sola, estaba con esta pe...
Cuando me volteo para mostrarle la niña a Estigia, me asombro al ver cómo había desaparecido. Pero que...estoy segura de que estaba ahí hace unos segundos.
—Olvídalo, solo....
Eh? Que le sucede a Estigia? Porque tiene esa marca en la cara?
—Estigia que te ha pasado?!
Me acerco a ella y la tomo del brazo.
—Alguien te ha pegado?! Que ha pasado?
Esta se quedo callada unos segundos y luego agrega.
—No señorita, fue en la cocina...no tiene de que preocuparse.
No se porque, pero, estoy segura de que me esta ocultando algo....Porque nunca quiere hablar conmigo? Yo le cuento todo a ella, esta vez no lo permitiré, no dejare que nadie abuse de ella. Si fue Érebo, se las verá conmigo.
—Ven aquí...
Le ordene como nunca antes lo había hecho...
Estigia me siguió dentro de la habitación. Me senté en la cama y ella se sentó a mi lado.
—Estigia, desde que llegué a este lugar, eres la única que eh tenido, solo confío en ti y lo sabes. Todas mis cosas te las eh confesado, incluso....las más vergonzosas. Pero, tú nunca haces eso conmigo, me preocupo mucho por ti. Hace días te estoy viendo infeliz, no permitiré que nadie te haga daño...
La miro a los ojos y tomo su mano.
—Quiero que me cuentes ahora que está pasando. Prometo ayudarte en todo lo que pueda. No quiero verte más triste.
