Mérida Campbell
Me había percatado de unas luces que provenían de las otras cabañas, en eso mi mente cayó en cuenta que aquello que habían mencionado era verdad.
Rápidamente me acerqué a la ventana para tratar de observar y en eso pasó una silueta de un chico alto... No podía determinar con exactitud cómo era ya que pareciera ser solo una sombra oscura que caminaba de un lado a otro asemejando que estaba ordenando sus cosas. En un instante me agaché ligeramente ya que se había detenido a observar. ¿Será que llegó a verme? No lo creo... ¿Oh si?
Al levantarme nuevamente pude notar que había desaparecido... Esto llegó a mi conclusión que estaba agotado y que probablemente se había ido a descansar. Por otra parte me acomodé en el piso de roble que tenía un olor fuerte a humedad abrazando al Sr. Sally y en un cerrar de ojos me quedé nuevamente dormida.
«"¿Qué sería dormir y no despertar nunca de este sueño? En este mundo mágico lleno de estrellas que alumbran mi camino, solo yo y el Sr. Sally...".»
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Blue Miller
Al siguiente día unos golpes fuertes de la puerta de esta cabaña retumbaban por todas las paredes haciéndome despertar de un salto de la cama dando como resultado una fuerte caída al piso, me levante casi que corriendo para ver qué es lo que pasaba y... Era Jayden junto a las chicas.
—¡Cabeza hueca! ¡¿No ves que estaba durmiendo?! –Dije irritado.
—¡Buenos Días dormilón! –Menciona April riéndose.
—Buenos días April... –Respondí sobándome la nuca.
—¡Ohayo! –Gritan a la misma vez Angie y Alice.
—Eh... –Las miré confundido.
—Tonto... Significa buenos días en japonés. –Responde Angie haciéndose la sabelotodo.
—Ah... Haha... O-Ohayo~. –Dije aún confundido de mi pronunciación.
—Alguien se levantó de muy mal humor. –Replicó Jayden un tanto burlesco mientras mantenía la pelota de vóley en su antebrazo sujeto y revelaba una sonrisa de lado mirando a las chicas.
Las chicas lanzan unas pequeñas carcajadas.
—¡Para nada! Si no fuera porque ALGUIEN en especial no sabe respetar las horas de sueño. –Reitero frunciendo mi ceño.
—Hermano... Estamos de vacaciones menos sueño y más acción. –Me lanza la pelota de vóley y se retira dándome la espalda junto a las chicas. —Te espero en la cancha de vóley que está cerca de la playa, no tardes. –Agregó.
Atrapé la pelota y tan pronto como se fueron alejando cerré la puerta y me alisté para salir.
~~
Mérida Campbell
Una pequeña luz del sol entraba por la ventana, abrí un ojo para ver reflejarse las partículas de polvo. Me levanté mientras frotaba mi ojo izquierdo con la mano izquierda y en la mano derecha traía al Sr. Sally conmigo.
Acercándome a la ventana pude observar de lejos el grupo de personas que habitaban en las demás cabañas jugando vóley y luego estaba él... El chico que vi anoche; con una mirada afligida hacia el horizonte sentado en la arena, lo reconocí por el aspecto que recuerdo haber visto ya que el otro chico es muy tonificado a comparación.
—Sr. Sally... ¿Ves aquél chico sentado en la arena? –Pregunté mientras manipulaba la cabeza del peluche.
—Se ve tan sereno... ¡Pero no creo poder conocerlo ni de coña! –Le asentí la cabeza al Sr. Sally.
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¡Anhelo Salir!
Novela Juvenil-Era una cabaña... -¿Una cabaña? -Pregunta con un tono de voz un tanto curiosa. -Sí... Una cabaña de Tokio. -Responde sin agregar más contexto. -¿Y qué pasó en esa cabaña? -Profundiza un poco su pregunta mientras se acerca más. -Se rumora que hay un...