Zenitsu siempre lo entregó todo cuando se enamoró. No es que le gustara ser así, pero era parte de su naturaleza hacer todo lo humanamente posible, y más, a la hora de darle a entender que le gustaba a alguien.
¿La chica quería un regalo en específico? El juntaba dinero como sea y se lo entregaba.
¿No estaba segura? Él le daba más tiempo.
¿No lo conocía? Pues saltar a los brazos de la susodicha mientras le gritaba que se casara con él era un buen e impactante método para llamar la atención.
Si el primer intento no funcionaba pasaba a las flores, regalos, más flores y más regalos.
Así que si, Zenitsu estaba más que acostumbrado a entregar el 100% de si para poder llamar la atención de esa persona especial. Lo tenía tan asumido que sintió una enorme sorpresa y confusión al ver un girasol acostado cómodamente sobre su cama a la hora de ir a dormir en la finca de la mariposa.
Lo observó por un momento sin entender lo que estaba pasando. ¿Qué hacía un girasol en su cama? ¿Por qué estaba ahí en primer lugar?
- ¡Ah! ¡Entiendo! – No tuvo que pensarlo mucho para llegar a la conclusión más obvia. - ¡Me están jugando una broma!
Tomó la flor entre sus manos y sonrió pensando en la pobre plantita que había tenido la mala suerte de haber sido la broma del día para Zenitsu.
Decidió guardarla a pesar de eso, porque no era culpa gel girasol haber sido cortado para aquel propósito y realmente era hermosa. La acercó a su rostro para olerla, por algunos minutos se imaginó siendo querido por alguien, y que esa persona se la había dejado para llamar su atención.
Cortó aquel pensamiento tan rápido como llegó y finalmente optó por dejar aquella flor bajo la cama.
Tanjirou e Inosuke llegaron minutos después y comenzaron a conversar sobre el entrenamiento del día. Zenitsu escuchó el latido de sus amigos con tranquilidad y un extraño sonido le hizo llevar su atención a Tanjirou, este lo observaba con cierta confusión en su rostro ¿habrá olido sus emociones por haber recibido el girasol? Zenitsu no estaba seguro porque él no poseía el don de su amigo, aun así, el chico solo le sonrió al sentir su mirada y él se la respondió con otra.
Los tres se acostaron en sus camas y rápidamente se quedaron dormidos sin que alguno mencionara la flor.
Zenitsu no evitó soñar con aquel girasol. Tal vez había sido una broma y lo comprendía, pero era la primera vez que le daban algo y su corazón seguía latiendo rápidamente por eso.
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Al día siguiente, fue otro girasol junto con algunos dulces los que lo saludaron cuando entró al cuarto después de un horrible día de entrenamiento.
Estaba cansado, adolorido y con ganas de morir, lo de siempre, pero aquellos regalos encima de su cama lo hicieron olvidar todo aquello. Tomó los objetos entre sus manos confuso.
¿Si era una broma cual era el punto de seguir haciéndola? ¿Acaso quería ilusionarlo para luego romperle el corazón? ¿Qué clase de persona haría eso?
Negó con la cabeza. Estaba en un lugar lleno de cazadores de demonios, se suponía que esta gente era seria. Recordó a Kaigaku y dudó nuevamente.
Miró bien los dulces y descubrió que eran uno de sus favoritos. Al menos la persona había hecho bien su tarea.
Dejó la flor junto a la otra y no evitó sonreír. Realmente se sentía bien recibir cosas de sorpresa broma o no.
Cuando escuchó los pasos de Inosuke intentó tragarse el resto de los dulces para que no fueran devorados por el otro. Tal vez era una broma, pero no compartiría aquella delicia con ese bruto. ¡Era la primera vez que le regalaban algo que le gustaba!
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De flores y notas
FanfictionZenitsu siempre ha dado y entregado todo de si para poder recibir un poco de amor, es por eso que no sabe cómo sentirse cuando comienzan a aparecer flores y notas en su cama. Portada hecha por la maravillosa @Beautifull-- ¡¡Muchas gracias!!