En ese instante llega el salto de realidad,
ligero pero espeso.
Nacido de las ideas de una falsa realidad,
como una gota caída en agua en reposo,
se extiende lentamente con símil sobre sí.
Lentamente acapara la conciencia,
arrancándola de su inocente sueño
con la promesa del entendimiento,
pero le espera la demencia.
Se ve en el reflejo,se divide idea y sentimiento
y se ve de nuevo.
Incontables espejismos
saltando una y otra vez hacia afuera,
contemplando sus pasados,
su creciente abismo.
Se pierde en la ilusión,
ya ha perdido la salida
de este mundo de desolación.
La demencia le da la bienvenida.
Se ven a los ojos y se toman de las manos,
mas aún el terror las deforma...
Las hace pedazos.
El sueño colapsa y se abre,
por las grietas viene el caos
con una fría podredumbre
y toma el destino en sus manos.
Dulce e ilusorio sueño
ahora pesadilla abrumadora.
Y a pesar de su empeño,
no olvida ni recuerda.
El agotamiento de la duda
ante la incesante tentación
de dar fin a cruel pesadilla
hace eco con una dulce canción.
Se resiste, un poco mas.
Se resquebraja y ve hacia el abismo,
ve el antiguo límite,
inundado de resignación y cinismo
la oscuridad ahora es su luz.
Y en el silencio del vacío,
destellos de nuevos sueños,
de nuevos anhelos,
llaman a terminar el suplicio,
sin embargo su debilidad le impide brillar de nuevo.