Taehyung no esperaba enamorarse de un chico que vive más allá del bosque, en la ciudad del humo, un lugar prohibido para la gente de su mundo. Si bien, Taehyung sabe mentir y es capaz de encubrir sus travesuras una y otra vez.
Pero, ¿y si no fuera e...
Tal vez no sea sensato pero Taehyung, llevado por la inconsciente energía propia de la juventud, ha decidido que le da igual. De hecho, se divierte disfranzando a Seokjin para que pase desapercibido en la ciudad cibernética. Le quita las gafas protectoras y le revuelve el pelo, le presta una de sus sudaderas de colores brillantes y le hace desprenderse de las pulseras de cuero y plata. --Creo que así es suficiente --dice, y se vuelve hacia el espejo para colocarse las lentillas azules. --Pareces otra persona... --comenta Seokjin, mirando embobado como el otro parpadea varias veces acomodando las lentes--. ¿Para qué necesitas eso? --¿Las lentillas? Están conectadas a una interfaz que estudia el metabolismo y las necesidades orgánicas en general. --Seokjin lo mira sin entender nada--. Y son bonitas. Me sientan bien, ¿no crees? No espera a la respuesta, sólo lo coge de la mano y lo arrastra a través del túnel dispuesto a enseñarle lo que hay al otro lado. --¿Has estado alguna vez en Ilsam? -- No, claro que no. ¿Acaso crees que soy un delincuente como tú? -- se indigna el otro en tono jocoso. -- Oh, bueno, técnicamente, ahora sí lo eres --dice Taehyung ahogando una risa. --¿Cómo sabes que no nos van a pillar? Taehyung se encoge de hombros. -- No lo pienso. Sólo hago lo que hace falta para sentirme feliz. Seokjin lo mira embelesado, tratando de memorizar su rostro tan cambiado, con los mechones lacios enmarcando una mandíbula recta y el azul de sus ojos brillando incluso entre las sombras. --¿Cuántas veces has hecho esto? --pregunta cuando el teléfono del otro toma buena cobertura y deja ir un sinfín de silbidos que anuncian nuevas notificaciones. Taehyung lo consulta fugazmente ante la atenta mirada de Seokjin.
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--Es sólo... Bueno, Jimin, Yoongi... Ya sabes, amigos de la facultad. --Tienes otra vida totalmente diferente... --Pero sigo siendo yo --musita, subiendo la escalerita que le lleva a la salida.
