Parado junto a la pared de esa reluciente casa, con un vaso lleno de frustraciones y desesperanza. Te observaba desde allí, acompañado con mí cigarrillo entre mis blanquecinos dedos, mientras tú sonríes y hablas con todos en esta "divertida fiesta".Pensé que yo era el único aquí con ojos de un enamorado precoz, pero me dí cuenta que no estaba yo sólo recargado en esta limpia pared.
Somos un pequeño grupo de niños frágil mente enamorados, con los ojos rojos por la adicción que nos crean las personas como tú; Con sonrisas encantadoras y unos pares de ojos dulcemente perlados como suele tener las estrellas fugases al desaparecer.
Nos mantenemos alejados para no ser el estorbo de sus radiantes luces. Mientras que ustedes hablan con otros pegados de los labios y bailando al compás de los fragmentos de nuestros corazones rotos colisionando ferozmente contra el frío suelo.
El sarcasmo se volvió algo así como mí mejor amigo, mientras tu tomabas la mano de tu novio de ya tres meses. "Somos fieles a ellos hasta que salimos de fiesta a las dos de la madrugada bajo ese oscuro cielo" como en aquella vez en la que tu mezclabas descaradamente tu dulce saliva como si de hidro miel se tratace, con ese chico rubio de por ahí.
Me comporte como todo un sicópata que iba perdiendo hasta la última gota de cordura esa noche.
No fue hasta que la roja pintura, tibia y espesa se reluciera en todo su esplendor en mis cansadas manos tornandoce ya algo aguachenta con mis cautelosas y secas lágrimas. Mientras que mis labios discutían en si sonreír era una correcta acción.
Me convertí en la pintura más siniestra que pudo a ver estado colgada en este viejo museo.
Con el tiempo me sentí como todo un leñador cortando "sexys" árboles por deporte, perfeccionandome en cada momento por alejarlos de ti.
Ahora te vuelvo a observar desde esta pared de nuevo con mí vaso casi lleno y el cigarrillo entre mis labios secos, con la diferencia de que ahora te ves más radiante bajo el brillo de mis ojos porque ya no hablas, no juegas, ni te besas con otros muchachos.
Si pudieras verte de la misma manera en la que yo te estoy viendo justo ahora, sería como la escultura más costosa de todo el mundo, tan delicada con tu piel blanca llena de lunares rojos por todo tu frío cuerpo cubierta con la suave tela de tu vestido azul marino como el que tenías puesto en la noche de tu graduación.
Ahora me siento bien al no formar parte de ese minoritario y patético grupo de frágiles chicos locamente enamorados. Ahora ambos estamos bien juntos; yo con mí sangre tibia recorriendo por dentro y fuera de mis venas y tu con tu mirada fija en mí sin moverte ni un segundo de allí, sonriéndome solo a mí como siempre lo deseé con tanto anelo.
Ahora ya somos esa hermosa pintura que estaba colgada en los pasillos de ese maravilloso museo.
James Collins.
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Nuestra pequeña obra de Arte.
Short Story"Ahora ya somos esa hermosa pintura que estaba colgada en los pasillos de ese maravilloso museo." Solo tu y yo, bajo la luz tenue de este feo foco sin tener que oír el bochinche de la gente desesperante de esta aburrida ciudad. ♻️Historia completame...