El Excursionista

El viaje que nunca me de volvio a mi amado. El Excursionista

Una mañana de Abril, se dispuso mi amado a tomar un café con sus amigos bajo mi presencia para presentarme ante ellos como su futura esposa...

-Fernando, Carlos y Armando... les presento a mi futura esposa. -

los caballeros estrecharon sus manos cordialmente, presentandose. En lo que yo automáticamente conteste.

- un gusto de conocerlos, soy Gloria-

las horas pasaban... Terry mi prometido y yo estábamos tan entretenidos con la platica que ni cuenta nos dimos de que oscurecía.

Terry - Fernando, ¿te acuerdas de como grito Armando cuando vio la araña en su saco de dormir?-

Fernando- como olvidarlo!

Armando- Terry, Fernando no vuelvan a reír se de mis fobias...

Terry- Armando... tu siempre tienes una fóbia nueva...

Armando- claro que no...

Carlos- admitelo Armando, la otra ves, dijiste que eras claustro fóbico solo por que el ascensor era pequeño.

Fernando- y se hizo mas pequeño, cuando se metió el mismo... con esa gordura que tiene!...

(todos se ríen a carcajadas).

Aramando- Terry no se queda atrás... con la gordura.

Gloria- ah! no, con mi gordito bello no se metan... ese es mi papi. y ya dejen quieto a Armando con sus fobias, el es feliz así...

Carlos- saben, deberíamos hacer otra excursión de esas... tu sabes para climatizar nos de nuevo.

Terry- hace anos que no se lo que es acampar... y nos vamos todos, hasta tu mi reina...

Fernando- Disculpadme, y perdonadme compañeros... a su mujer no se la lleve para allá... y me perdona señorita.

(todos les bufean a Fernando).

Fernando- no vale, es en serio compañeros...

Terry- a ver, por que no?

Fernando- mira hermano, hay una sola carpa para 6 personas. Es decir, que somos puros hombres allí con una dama... y si, de repente a ustedes les da por querer... umm aja!

Gloria- no vale, como crees...

Armando- no es por querer excluir te Gloria, pero es la verdad después uno anda todo incomodo de que no nos vallas a ver desnudos haciendo nuestras necesidades fisiológicas. etc..

Carlos- además, Terry te cela hasta de su propia sombra...

Terry agacho el rostro, en su mirar pude notar que el ansiaba llevarme acampar con el, pero era cierto lo que decían sus amistades yo no podía estar allí.

le insistí un par de veces para que fuera a compartir con ellos, pero el se negó.

La semana paso, y sus amigos lo volvieron a llamar, pero el no contesto, nuestras mentes estaban en blanco, sumidos uno con el otro bajo las mismas sabanas compartiendo el mismo lecho tras un tibio furor de caricias y besos..

-atiende, Terry... y luego seguimos...-

tras besos y pequeños empujones.

-no, mejor dejemos que el teléfono explote mientras seguimos con lo nuestro.-

la toma de la espalda y la besa profundamente en los labios.

no pasaron ni cinco minutos cuando se escuchan un ensordecedor sonido de una corneta desde la calle, tras un grito.