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La fiesta de compromiso ya había empezado, pero haríamos una entrada dramática, por lo que Betty y yo esperábamos de la mano tras el telón.

— ¿Por qué estás tan nerviosa? — Le pregunto.

— No estoy nerviosa — Responde

A pesar de lo que decía yo podía notar su nerviosismo, evitaba mi mirada, cerraba los puños con fuerza y se retocaba el labial cada cinco minutos. Me pregunto que la pone tan nerviosa, ¿La fiesta?¿La gente?¿Yo?

No te des trato crédito Jones. Me avisa mi conciencia.

La música se paró en la reunión y nos indicaron que debíamos entrar, le extiendo mi mano a Betty y ella la toma posicionando a mi lado, el telón se abrió un poco, dándonos una corta vista de las personas que esperaban expectantes abajo, entre ellas familiares, vecinos, amigos, serpientes y directivos de Riverdale, cuando tuvimos espacio suficiente para bajar empezamos a descender por la escalera agarrados de la mano, la música le daba una tensión al ambiente que no había esperado y las miradas sobre mí me incomodan.

Betty se agarra de mi con más fuerza, los dos nos forzamos a mantener la sonrisa mientras terminamos la eterna escalera. Volteo a ver a Betty y koto la preocupación en su rostro.

— Sonríe, no pasa nada — La tranquilizó.

— Yo no quiero esto, no sé si pueda hacerlo — Responde

— Tu lo puedes hacer todo — Le digo con sinceridad — Solo debes confiar más. Yo estoy aquí para ayudarte.

— Gracias — Susurré.

Llegamos a la parte de abajo y los aplausos empezaron, seguido de las miradas curiosas de más mujeres que rápidamente apartaron a Betty de mi.

La velada continua y por primera vez en mi vida veo a todas las personas tratándome de la misma manera que a sus iguales, ya no soy la escoria del sur, no, ahora soy una persona que se respeta y admira, me tratan bien y hablan del futuro excluyendo los problemas del pasado, me regalan sus sonrisas hipócritas que olvidan las miradas con desdén y el desprecio que todos me tienen.

La señora Cooper me sacó de esta incómoda situación llamándonos a subir junto a ella a escuchar el discurso que hasta yo ya me se de memoria, lo recita como lo hizo cada día durante dos semanas. Y mientras todos la escuchan animados me como unas galletas y un poco de todo lo que pasan repartiendo.

Al final se unen uno a uno a los aplausos, la música comienza de nuevo y yo me acerco a la princesa de cabello rubio y que mira a la multitud distraída.

— ¿Bailamos? — Le pregunto.

— Como si pudiera negarme — Responde acercándose a mi.

Pasamos al rededor de dos horas juntos, hablábamos con la gente he interactuamos como una pareja genuina. Aproveche cada instante junto a ella, para tenerla más cerca de mi, para sentir su aroma junto a mi, para pasar los dedos por su brazo, cuando me agarrar su mano al guiarla, se sentía genial. Charlabamos, reíamos, comíamos, olvidé el pasado, olvidé lo que le había ella y me refugie en el cálido presente que me daba de vuelta la oportunidad de tenerla a mi lado.

Llegó la hora de la comida, pronto se acabaría la fiesta y volveríamos a nuestras rutina. Tenía sentimientos encontrados, no quería que volviera la Betty que siempre estaba a la defensiva conmigo y pocas veces se abría, queria que las cosas siguieran como lo eran en ese instante. Voltee a verla en la mesa,

Acabamos la cena y todos nos levantamos, Betty se alejó en cuestión de segundos y de repente ya me encontraba solo en el mar de desconocidos. Fui a buscarla, pero ella ya no tenía su atención en mi.

Me dirigí de vuelta a mi lado con las serpientes que bromeaban sobre la seriedad de la situación y los norteños tan bien portados.

De repente sentí una mirada sobre mí y me gire para encontrarme sus ojos verdes puestos sobre mi, una sonrisa se extendió por mi rostro y le hice el ojo antes de salir. Ella todo los ojos y yo me encongi de hombros.

— Sal de la burbuja Jones — Me llaman. — Hay cosas que hacer.

— Déjalo en paz, solo es un chiquillo enamorado — Me dice Tony con un puchero burlón.

— Jodanse — Les digo alejándome del grupo.

— Vulve Jug no quisimos herir tus sentimientos — Me gritan.

— Muevanse serpientes, la noche no  ha terminado — Los apresuró.

Mi mente viajo a el baile, su mirada sobre mi, su risa, su tacto...

Me estaba volviendo loco.

Obligados Al Amor(Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora