Capítulo 17 (Hades)✔

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La recepción del lanzamiento era todo un éxito, Tique estaba satisfecha y se pavoneaba por la estancia hasta que nuestras miradas se cruzaron, sin dudar un instante me acerqué a ella con una sonrisa.

—¿Es esto lo que imaginaste?— Cuestioné tomando un copa de tinto sobre la charola del mesero que pasaba en ese momento.

—No esta mal Hades, pensé que todo sería lúgubre y algo... Muerto.

—Ese es un mal chiste— aún así inevitablemente reí a carcajadas ¿por qué imaginaban que por ser Dios del inframundo todo era deprimente? si hasta escuchaba a Kiss y Rozen Maiden.

¿Quién invito a esa mujer? ¡Agh! La detesto.

Volví a mi seriedad habitual siguiendo su mirada hasta dar con una despampanante y familiar pelinegra ¿qué hacía ella aquí?

¿Me disculpas?— me aleje de la hija de Afrodita para acercarme a la mujer, si ella ocasionaba estragos estaría en problemas— Hekate , debe ser algo muy importante para que estés aquí. Habla y largate.

—Mi señor, lamento que mi presencia no sea de su agrado, estoy aquí para ayudarlo ¿es que no se ha dado cuenta? Si Zeus o Deméter descubre que usted encontró a Perséfone, ella podría estar en peligro.

¡Mierda! No había tomado en cuenta esa posibilidad, debía encontrar el modo de poner un alto a Zeus, además le debía eso a Hera. Miré de pies a cabeza a la pelinegra, ciertamente era hermosa, estaba vestida de gala para la ocasión, y si su objetivo era ayudar ¿por qué no? Terminé de beber de una mi trago antes de volver a hablar.

—¡Esta bien! ¿Cómo piensas ayudar?

—Mi señor, yo seré su pareja esta noche, recuerde que otros Dioses y Ninfas estarán aquí mezclados entre humanos, lo mejor es que no lo vean junto a ella, eso atraería la atención.

Algo era muy cierto, el rostro de Perséfone había cambiado un poco, pero no tanto como para evitar que otros antiguos no la reconozcan
Por fin encontraba a mi amada y ahora debía fingir, malditos fueran mis hermanos y todo el puto Olimpo ¿Que daño les hicimos al querer estar juntos? Pero lo hecho, hecho estaba.

Supongo que no hay opción, vamos, debo revisar los detalles de la presentación posterior a la recepción.

Hekate parecía encantada por ello, sin darme tiempo a protestar ya estaba pegada y colgada de mi brazo restregando sus senos que predominaban sobre su escote. Desde siempre supe que tenía atracción por mí, era una pena para ella, nunca hubiese correspondido a sus sentimientos.

Está todo listo para la presentación, la pantalla esta adaptada para cuando recibamos su orden.

—Perfecto, solo esperaremos un poco, estoy esperando a alguien y daremos inicio.

El técnico asintió volviendo a su posición en espera de la señal. Suspiré ante los continuos roses con la mujer a mi lado, fue entonces que mis ojos fueron directo a la entrada principal. Cómo si ya lo presintiera un halo de luz iluminaba a la humana, a mí mujer, a la más hermosa criatura ataviada en un elegante vestido esmeralda que resaltaba su pelirroja cabellera, su moño alto no hacía si no destacar sus finos rasgos, en pocas palabras, era perfecta. Hice ademán de zafarme de Hekate, pero esta me sostuvo con fuerza.

¿Qué haces?

—Eso sería un error mi señor, todos la miran con curiosidad.

Di un vistazo alrededor percatandome de todos los ojos en ella. Los humanos la miraban con admiración a su hermosura, pero los supremos solo la miraban con curiosidad ¡Joder! Ojalá nadie hablé de las similitudes con su antiguo yo. Apreté los puños ofuscado, molesto e irritado, todo esto era injusto, una vez más lleve mi vista a ella chocando con la suya, en cuanto hubo esa conexión sonrió con esplendor, pero poco duró al ver a la persona a mi lado.

Necesito hablar con ella, iré a un sección privada, así podre explicarle que...

Mis palabras se interrumpieron ante los fríos labios de mi acompañante que se unían a los mios ¿qué mierda? Rápidamente la sostuve por los hombros para apartar su cuerpo, no hizo falta palabras, mi gélida mirada lo decía todo, la solté con furia, después arreglaría esto, ahora... Busqué entre la multitud, pero solo vi su espalda alejarse a toda prisa.

Esto no se queda así

Me apresure hasta alcanzarla, pasé el salón completo y lobby hasta que por fin sujeté su antebrazo a las puertas del hotel. Se reusaba a mirarme, en un movimiento quedamos frente a frente dejando ver así sus verdosos orbes humedecidos.

Dejame tranquila, no quiero hablar.

Justo ahora mis propias palabras me perseguían, "los humanos son seres de mente y corazón frágil" y mi reina no era la excepción.

No es lo que te imaginas, ella lo hace por tu bien, por nuestro bien.

—Y una mierda Hades, pero tranquilo, puedes hacer lo que te venga en gana

No, no puedo, tu eres mía, Hekate no es más que...— No me dejándome terminar, su siguiente pregunta me hizo pasar saliva.

¿Fuiste fiel a Perséfone? ¿te acostaste con ella?

No mentiría, tampoco me sentía capaz de responder a lo que solo asentí.

—¡Bien! Ya es hora que inicies una nueva historia, olvidate de mí, dejalo como un polvo de ocasión.

Me estaba comportando como un imbécil, tenia razón de estar molesta, pero ¿quien permanece célibe mil años? Con tristeza mezclada con rabia se ha quitado mi regalo, su collar dejándolo caer al suelo.

Nada del infranmundo me pertenece, y eso te incluye.

Me incliné para tomar la joya observando como se alejaba si mirar atrás.





Gracias por seguirme hasta aquí con esta historia, me gustaría me dejaran sus comentarios de ¿que es lo que les esta gustando o que les disgusta? así me ayudaran a mejorar la historia, los quiero, no olviden votar.
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"Te encontraré" © (Hades&Perséfone) #1MGA [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora