— Katniss, necesito hablar contigo— me dijo Teresa, muy seria, esa mañana. Temblé por dentro. Otra suegra. ¡Noooo!
—Claro, dime— apenas reconocí mi voz.
—La fiesta de aniversario será en dos semanas, la revista ya está casi lista y quería pedirte que me ayudes a organizar la fiesta. Usualmente Johanna lo hace pero tiene un desfile al día siguiente así que no cuento con ella para nada. ¿Podrás?— me miró como si fuera un ruego. Cómo podría negarme.
—Por su puesto Teresa, cuenta conmigo para lo que necesites— sonrió aliviada.
—Quiero preguntarte otra cosa pero es más complicado— casi dejo de respirar, ella sabía. Su mirada me lo confirmaba. Creo que he quedado traumada de por vida con esto de las suegras.
—Si claro— susurré y tomé asiento. Esto no pintaba bien.
—El otro día que vino tu esposo, me di cuenta que conocía a Peeta, se saludaron. Pero mi hijo parece que no lleva bien a Gale— me miró como escaneando mi rostro. — ¿Tú sabes por qué?— preguntó inquisitiva.
—Pues no lo sé— dije mintiendo, casi me toco la nariz para ver si no estaba más grande.
— ¿Dé dónde conoces a Peeta?— me preguntó directamente.
—Teresa…— mi voz se quebró. –No sabía… te lo juro… no sabía— rompí a llorar como una niña pequeña. Ella se acercó a consolarme.
—Tranquila. Creo entender. Peeta era el joven del que me hablabas. Y ahora yo me siento muy mal por todo. Es fácil aconsejar a una amiga sobre su vida pero no es fácil cuando se trata de mi hijo. Katniss ¿Amas a Peeta?— preguntó buscando mi mirada.
—Creo… creo que si— dije atormentada.
—Katniss… lo siento pero un "creo" no me basta. Trata de comprenderme, se trata de mi hijo— parecía estar en un dilema.
— ¿Quieres que me vaya del trabajo?— le pregunté.
—Te necesito mucho ahora, como para que dejes la academia. Pero si no defines tu situación pronto, deberé pedirte que dejes de trabajar. Sólo quiero saber si vas a terminar o no tu matrimonio— preguntó.
—Sí, estoy decidida pero tengo problemas en casa ahora mismo. Gale está tomando esas pastillas que parecen afectarle, he querido hablarle pero no cuando trae esa sustancia dentro— no sabía qué hacer, había dejado pasar demasiado tiempo con este matrimonio. Todo era culpa mía.
—Por favor, por favor… no quiero ver sufrir mi Peeta. No lo lastimes— pidió.
Salí desalentada de su despacho. Fui a almorzar muy retrasada y me olvidé el celular en la oficina. A medio camino mi auto dejó de funcionar en medio de la calle.
— ¡Maldición!— grité, Peeta me estaba esperando en el restaurante, apenas y tenía cambio en mi cartera. Bajé del auto y encontré un teléfono público pero no recordaba el número de Peeta ¿Quién recuerda todos sus números grabados en el celular?
Traté de buscar en mi cartera y en mi pequeña libreta de notas el número de alguien que me pudiera ayudar.
¡Nada! Sólo recordaba el número de Gale pero no iba a llamarlo para que me lleve a mi cita con Peeta.
Encontré sólo la tarjeta que había puesto en mi billetera. La de la mecánica Voltios, marqué pero no me contestaban, probé el celular de Finnick y me contesto a la tercera timbrada.
—Habla Finnick ¿En qué te puedo ayudar?— dijo alegremente.
—Hola Finnick, soy Katniss ¿Me recuerdas?— pregunté.
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CONSERJE MELLARK -Terminado-
FanficMayores de 18 años Contenido sexual explícito Katniss es una señora frustrada sexualmente, casada con Gale Hawthorne, un hombre guapísimo pero impotente. ¿Qué pasará cuando se mude a un condominio y conozca al guapo conserje? Adaptación de mi fanfic...