Volver a Nacer

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Todavía puedo sentir como fue aquel día. Era tarde, pasada la media noche, hacia calor, se podía ver las estrellas brillar, y la Luna otorgaba un resplandor especial, se diría que era una noche perfecta pero... ¿para que exactamente?. Estaba en el medio del campo con los ojos vendados; de rodillas, mi verdugo no me hablaba, pero oía sus pasos de un lado a otro, escuché el gatillo de una 38; se podria decir que conozco algunas armas... los pelos se me pusieron de punta, mi corazón latía más rápido, la respiración se me paraba pero esperaba a que se acercara, además por mucho que intentará hablar no me decía nada. Después de unos minutos, se acercó cuando menos lo esperaba y me dijo al oído:

- Hoy voy a matarte.

Pude ver reflejado el odio y el rencor en sus palabras.

- Porqué? -Pregunté sin que notara mi miedo.-Si yo no me meto en tu vida, sólo quiero que me devuelvas lo que es mío. ¿Qué vas hacer después? Sos consciente de lo que pasará. Quítame la venda de los ojos, y mirame a la cara.

Me la quitó de un tirón, cogió el arma que lo había dejado en el capo del coche y me la puso en mi frente.

- Cierra los ojos, me dijo.

- Dispará!! Grite pensando en....

El no tuvo los suficientes huevos para hacerlo, para apretar aquel gatillo que acabaría conmigo, sabía que me buscarían y el sería el primer culpable.

Tras mantenerse en la misma postura, mirándome a los ojos, cuales yo, no aparte de su mirada.

Quito el arma de mi cabeza, fueron los dos minutos más largos de mi vida. El daba vueltas por el coche fumando un cigarro tras otro.

Pude ver que estaba nervioso así que empecé hablar y a suplicar por mi vida, todo valía en aquel momento, las manos me sudaban y mi cuerpo temblaba, pero no lloraria porque sabía que si ese era mi destino, unas lágrimas no cambiarían nada, sino que, debía centrarme en que decir y que dar a cambio para convencerle y me dejara una mínima oportunidad. Porque esa noche no iba a desaprovechar. No quería que acabará así, tenía que salir como sea, era lo único que pasaba por mi cabeza.

Si salgo de esto es porque tendré otra posibilidad de vivir. Tengo que cambiar, rotundamente, algo drástico, y no volver a caer en la misma situación. Si pudiera volver atrás... Es una frase bastante conocida y si pudiera...

Por algún motivo, me cogió del brazo y me arrojó dentro del coche.

Nos vamos me dijo, pero esto no se queda así. No sabía ni entendía que iba hacer. Sólo podía ver que ya no estaba de rodillas pidiendo que me dejara.

Fuimos a su casa, metió el coche en el garaje, me bajo y me llevo a la habitación, me tiró en la cama, y cuando se giró para ir hacia fuera pude ver como llevaba en la cintura del pantalón un cuchillo en un costado y en el otro llevaba el arma, lo tenía complicado pensé. En cinco segundos estaba de vuelta, se puso encima mía, yo estaba boca abajo, me cogió de la cabeza y pude notar como me dio un golpe con una masa«también llamado martillo grande, con la cabeza más grande, sirve para tirar paredes, su peso suele ser 10 veces más que un martillo normal» la luz se apagó, no sentí dolor, sentí que no sentía nada, que me perdía en la oscuridad, intente agarrarme de la cabeza pero no coordinaba los brazos, es una sensación que no se la deseo a nadie.

Vas aprender, lo escuchaba de lejos y un zumbido se quedó en mi oído izquierdo, que me impedía oír. Se levantó de encima y empezó a darme patadas por el estómago y las costillas, en la cabeza y la cara, por donde podía.

Creí que no saldría de ahí, y entonces esperaba el mínimo descuido para defenderme, hasta entonces no tenía oportunidad. Luego me quito la ropa, y me metió su miembro por todos lados. Cuando quedo satisfecho, me dejó y se fue. No era capaz ni de vestirme, quería haberme muerto allí mismo. Pero tenía un motivo más grande para aguantar aquello.

De cierta forma, creí pensar que eso lo estaba buscando para deshacerme de él.
No lo pienses, realmente no se puede volver atrás, sólo queda seguir adelante y si estás en una situación peligrosa, no abandonar, busca en lo más profundo de tu cabeza una táctica algo que te hiciera ver las cosas desde otra perspectiva, y busca también dentro de tu corazón un motivo por el cual moverias las montañas si hace falta, algo que te impulse con fuerza, y que no pueda parar nada ni nadie.

Y ahí te darás cuenta que eres capaz de hacer lo que fuera, las situaciones extremas pueden llevarte a conocer esa parte de ti a la que tienes miedo, a encontrar al verdadero tú.

Yo, tuve que pasar por muchas dificultades en las cuales con los años vas dándote cuenta, que no se trata de cambiar sino de ser quien eres.

En estas páginas, hay varias historias de personas que salieron de un pozo lleno de silencio y oscuridad.

Gracias a quien?! preguntaré...

Silencio OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora