Heir to Hell [Yoonmin]

Un serafin borracho.

Miró una vez más al celular que se encontraba frente a él en la mesita de noche y volvió a pensar en si debería de llamarle o no. La última vez dejó en claro lo que haría y él lo respetaba pero aquello sobrepasaba sus razones o al menos eso pensaba él.

—Hola... Uhm, sé que dijiste que no volverías al negocio pero... ella a muerto, Taehyung—guardó silencio unos segundos para estabilizar su voz que había temblado ligeramente. Después continuó hablando— Fueron ellos... espero y te pongas en contacto pronto. Hasta luego.

Bloqueó el celular y lo dejó a un lado de él, esperaba realmente una respuesta de Taehyung, durante años habían estado juntos en eso pero un día el menor simplemente le dijo que ya no lo haría más e hizo una vida nueva.

—Jefe—un hombre alto y fornido apareció en el marco de la puerta con un arma colgando de su hombro—, Yoongwon está dando problemas otra vez.

—Ya son demasiadas veces, mátenlo— ordenó mientras se apretaba el puente de la nariz, ese tipo era problemático y no quería aguantarlo más.

—Me encargaré.

—No, dile a Kim que lo haga—vio al joven asentir de alguna manera aliviado y le hizo una seña para que se retirara.

[...]

Bufó sonoramente y arregló la correa de su mochila con desgana, no le gustaba caminar y mucho menos de noche con un frío que la delgada sudadera que vestía no cubría, pero eso se ganaba por pelear con su chofer.

—No debí lanzarle agua—habló con arrepentimiento mientras sacaba una galleta del empaque y la mordía— ¡Pero fue un accidente! Shyung sabe como soy de distraído y el idiota se lo tomó personal. Creo que no andaba de buenas...

—Dime una razón para no matarte y lo consideraré—escuchó una fría voz a lo lejos y casi suelta un grito pensado que se dirigían a él pero se obligó a callar y a esconderse detrás de unos contenedores de basura.

—N-no quise hacerlo—una temblorosa voz resonó en el silencio de la madrugada, enviándole escalofríos a Yoongi.— Por favor, el dinero lo necesitaba.

—¿Lo necesitabas? ¿Para comprar tus malditas drogas?—cargó la pistola y apuntó a la frente de la persona arrodillada— ¿Sabias que ese dinero era para saldar la cuenta que tenías con nosotros? Solo tenías un trabajo que era entregarlo a Kim y lo estropeaste todo. Ya tuviste demasiadas oportunidades— y sin más, jaló el gatillo del arma.

—Joder...—masculló Yoongi sorprendido, su corazón latía tan desenfrenadamente y sus manos temblaban tanto que se prometió jamás volver a pelear con Shyung. Asomó un poco su cabeza y observó al fornido joven que portaba el arma. Se veía tan intimidante que hasta las galletas se le cayeron, logrando captar la atención de mafioso.

Lo vio fruncir el ceño y dar un par de pasos en su dirección, provocando que Yoongi comenzara a ponerse tan nervioso que lo único que logró colarse por su nublada mente fue tomar las galletas del suelo y lanzarlas hacia el rostro del hombre y salir corriendo.

Escuchaba las fuertes y rápidas pisadas del hombre detrás de él y lo único en lo que pensaba era en dejarle todo su dinero a su cachorro Holly. Seguramente Shyung lo cuidaría bien.

—¡Hey tú! ¡Detente!—la gruesa voz de su perseguidor se escuchó más cerca de lo que esperaba y lo hizo tropezar ligeramente.

Un par de metros después identificó la calle por la que corría y recordó que había un callejón que no se veía a simple vista, así que entró por ahí y no paró de correr hasta asegurarse de que ya no era perseguido.