Parte única

10 2 0
                                    

Era un ciberchico. Era de internet. Todos lo conocían. Me contaron que era hermoso. Que tenía la sonrisa más hermosa que alguien haya visto jamás. Que sus ojos verdes cambiantes contaban una triste historia de una profundidad intensa. Que sus manos eran suaves como terciopelo y su cabello castaño era brillante y despeinado con su perfecta originalidad. Que sus brazos eran musculosos y exuberantes. Que mostraba seguridad con solo estar cerca de él. Que su mirada era la más cálida que existía en el planeta. Que su voz aparentaba un chico más mayor pero él solo tenía dieciséis años. Y su risa, su risa era lo más maravilloso jamás oído en la historia del universo.
Estaba en el bus, en uno de los últimos asientos cuando lo vi. Joder, que hermoso era. Viajaba conmigo, nos dirigíamos al centro. Echó una mirada a mi asiento y sonrió. Con esa sonrisa perfecta él me sonrió. Y entonces se levantó. Me puse nervioso, creí que él vendría a hablarme. Pero no, no fue así. Él se levantó y tocó el timbre. Se bajaría en la estación de trenes. Dirigió una última mirada hacia mí pero bajé la vista y me ruboricé. Entonces la puerta del bus se abrió, y el hermoso chico de internet bajó.
Noté que no volvería a verlo. Parecía uno de esos amores de quince minutos del bus. Creí que eso era. Pero no fue así. Estuve varios días pensando en él, siempre revisando su página de facebook. Era todavía más lindo. Y tenía una mente tan abierta y hermosa, era perfecto. Siempre se me pasaba por la cabeza la idea de hablarle, que estupidez. Ese chico, él chico, tenía a todas las chicas enamoradas de él. ¿Por qué iba a quererme a mi? Siempre estaba conectado, seguramente hablando con muchas chicas. Eso me hacía pensar que nunca iba a tener oportunidad, entonces sabía que no tenía que hablarle. ¿Qué sería lo peor que podría pasar? ¿Que ni siquiera leyera el mensaje? ¿Que lo viera y lo ignorara? ¿Que le contara a sus amigos que le hablé? No iba a arriesgarme a eso. No iba a soportarlo. No le hablé ni lo haría nunca. Pasaron semanas, ya casi lo había olvidado. Me acordaba de él cuando veía sus post y sus fotos pero no pensaba en hablarle. Subía fotos con una chica, supongo que era su novia. Me sentí mal, y pensé "Si le hubiera hablado, ¿serían las cosas diferentes ahora? ¿O sería todo igual? ¿Habría podido marcar una diferencia?". Decidí que no. El hecho de si le hubiera hablado no hubiera cambiado nada en él. Por qué pasaría eso, que idiotez. Tenía una chica hermosa, no me comparaba con ella ni por asomo, entonces lo deje ir.
Había decidido olvidarlo y no pensar en él, al fin y al cabo nunca me perteneció, siempre fue el chico de internet. Habían pasado semanas de que lo vi por primera y única vez en ese bus, ese maldito bus. Entonces alguien desconocido me envió un texto. Esperé un rato, no tenía ánimos para ver quién era. Luego de cenar vi el mensaje. Era él. El ciberchico. Era él enviándome un mensaje. Era él hablándome a mí. Mi corazón se salía de mi pecho y palpitaba rápidamente de la emoción. Una sonrisa estúpida se dibujo en mi cara. Era un simple "hola", quizás estaba aburrido. No quería ilusionarme.
Respondí un "hola" también, iba a disculparme por hacerlo tarde pero, si estaba aburrido, no le importaría. Respondió a los segundos, comenzamos a charlar de cosas de la vida. Me habló del universo, deportes, ciencias, la maldita sociedad en la que vivimos, de sus gustos y pasatiempos, de su familia e incluso de sus amores pasados. No era la clase de chico que yo creía que era. Era dulce, divertido, un poco sensible, pero muy interesado en hablar conmigo.
No podía creer que esto estuviera pasando. Que el chico de internet estuviera hablando conmigo, que él hubiera tomado la iniciativa y que le interesara hablarme. Hacía deportes, lo amaba. Le gustaba lo mismo que a mí, amaba leer, la música clásica y también el pop (aunque eso no lo hacía público). Me encantaba. Era perfecto. Hablamos durante semanas. Nos quedábamos toda la madrugada charlando y al otro día nos hablamos con el mismo entusiasmo que la noche anterior. Decía que me quería, tengo que admitir que me ilusioné bastante.
¿Sería posible que llegara a conocerlo? Suponía que sí. Que fuera un chico de internet no significaba que viviera en un lugar lejano. De hecho, en mi vaga memoria habíamos viajado en el mismo bus. Debería planteárselo. Esa misma noche le dije que nos viéramos algún día, dijo que la idea le resultaba magnífica, el hecho de poder vernos alguna vez. Nos veríamos la semana entrante. Un martes por la tarde, fuera del horario escolar. Hablé con mis padres y me dieron permiso. Todo salía a la perfección.
Continuamos hablando la semana entera con mucha emoción por lo que podría ocurrir el próximo martes. Hasta que llegó el día. Quedamos en encontrarnos en la plaza principal del centro e iríamos por un helado. Tardé en decidir que ropa usar. Opté por usar una camisa a cuadros, unos jeans y mis zapatillas all star negras, para no parecer extraño. Ya estaba listo. El trayecto no era muy largo así que decidí ir caminando para pensar en el camino. Además no quería llegar rápido con el bus. Estaba emocionado y sonreía mucho, qué idiotez, sólo era un chico. A quién engaño, era EL chico.
Faltaban solo unas cuadras cuando comencé a arrepentirme de este encuentro. ¿Qué pasaría si yo no le gustaba? ¿Y si no era lo que él esperaba? La duda e inseguridad me provocó dolor de estómago. Vamos, si no le gustaba ya no había vuelta atrás. Mi autoestima ya era demasiado baja y no soportaría que él me rechazara. Lo pensé una vez más y seguí caminando.
Doblé la esquina y llegué a la maldita plaza. Estaba sentado mirando hacia mi dirección cuando llegué. Era perfecto. Totalmente perfección. Todo lo que me habían dicho sobre él era cierto. Esos ojos, tan hermosos; esa sonrisa perfecta; ese cabello brillante; esa originalidad de la moda que llevaba. Era hermoso, joder.

Comenzamos a acercarnos, embelesados por vernos en persona una vez más, pero no presté atención a las calles antes de cruzar, y después de que ese auto me impactara, no volví a verlo jamás.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 30, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ciberchico [Woosan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora