|| Love Guide || Seokhui

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Suspiró, y Minghao estaba comenzando a hartarse.

Primero que todo, Jun nunca suspira, bueno si, pero no de esa manera.

Y era entendible una vez...pero joder, llevaba diez minutos suspirando de esa forma mientras miraba a Seokmin.

Y el menor no aguantaba más.

- Cállate. - Dijo Minghao, algo molesto.

- No estoy hablando. - Dijo Jun, sin quitar su vista de aquel chico.

- Lo acabas de hacer. - Obvió.

- Pero no lo hacía mientras me mandastes a callar, así que calla tú.

De nuevo silencio.

Y de nuevo, otro suspiro.

- Voy a matar a Seokmin si sigues suspirando de esa manera, me estás enfermando. - Dijo el menor.

- A ver si hay suerte y te mueres.

- Dices eso, pero me amas. - Habló burlón.- Vamos, Jun. No puedes pasar todo el maldito día mirándolo sin hablarle. - Se cruzó de brazos.

- Si puedo. - Respondió simple.

- Te acabará denunciando. - Avisó Minghao.

- Cállate.

Minghao bufó, molesto de la actitud cobarde de su amigo.

Así era siempre, o bueno, desde que vió por primera vez a Lee. Todo el día, mirándole desde lejos sin decirle ni una sola palabra.

Bueno, una vez le habló, pero salió corriendo.

Ni que esto fuera Killing Stalking. A no ser...

En fin, a Minghao le molestaba de sobremanera, porque ya se conocía la historia: Seokmin conseguiría pareja y Jun no iría más a la escuela, se quedaría en casa comiendo helado, llorando y viendo Titanic, y él, como buen amigo, le diría que era un idiota por nunca confesarse.

Debía intervenir, de alguna manera.

- Vale, te ayudo. - Habló nuevamente Minghao.

Jun hizo una mueca, confundido, pero no dejó de mirar a Seokmin. - No te he pedido ayuda.

- Me da igual. - Se encogió de hombros. - Te ayudaré de todas maneras, como el amigo genial que soy.

- A veces quisiera tener tu autoestima.

- Y yo quiero casarme con Soonyoung, pero como ves, todo no es posible en esta vida. - Se limpió una lágrima falsa.

Jun, por primera vez en el dia, apartó su vista de Seokmin, para observar con sorpresa a su amigo. - Espera...has dicho...

- ¡No eh dicho nada! - Calló rápidamente a su amigo, tapando su boca con sus manos. Miró a los lados, esperando que el rubio no estuviese presente.

No, por suerte. Suspiró aliviado y se separó.

- Te voy a ayudar. - Repitió.

Jun bufó. - ¿Quién te crees, Cupido? - Preguntó sarcástico.

- No, yo soy mejor.

El menor agarró su mochila y la abrió, buscando algo en ella desesperado.

- ¿Dónde mierda...? ¡Oh, aquí! - Exclamó cuando por fín la encontró.

Sacó su laptop y la dejó sobre la mesa.

- Damas y caballeros...- Dijo, aunque sólo hablaba con Junhui. - Les presento el invento que cambiará sus vidas.

Abrió su ordenador y miró a Jun con una sonrisa, aunque este le miró confuso.

- ¿El perfil de Facebook de Kwon Soonyoung? - Preguntó con duda.

- ¿Qué? - Cuando Minghao observó su ordenador, efectivamente, este mostraba el perfil de su crush. - Mierda, juraba que lo había cerrado. - Susurró, mientras cerraba su ordenador.

- ¿Eh?

- P-Pero...¡No te preocupes! - Recuperó su sonrisa y volvió a hablar. - Tengo otra solución.

Esta vez, sacó una pequeña libreta azul celeste, y se la mostró a Jun como si fuese el mayor tesoro del mundo.

- ¿Tus apuntes de matemática? - Preguntó Jun, nuevamente confuso.

- Quizás. Pero no sólo tengo eso aquí. - Dijo sonriente. Abrió la libreta y pasó algunas páginas hasta llegar a una en blanco. - ¡Aquí!

Jun, aún sin comprender nada, esperaba atento una explicación. ¿Cómo esa libreta le ayudaría a casars- digo, a hacer que Seokmin se fijara en el?

- Es muy sencillo. - Habló nuevamente Minghao, aunque esta vez parecía algún youtuber de tutoriales. - ¡Haremos la Love Guide!

- ¿Y eso que es? - Volvió a preguntar confuso.

- La guía del amor, idiota.

- No me digas. - Rodó sus ojos.

- Escucha. - Volvió a hablar el menor, llamando la atención de Jun. - Esta libreta es la clave para que enamores a Seokmin.

Ahora, Jun pareció entender.

- Oh, no. - Negó rápidamente. - No, no y no.

- ¿Qué pierdes con intentarlo? - Preguntó Minghao, insistiendo en que debía intentarlo.

- Dignidad.

- Tu de eso ya no tienes.

Se quedaron en silencio, hasta que Jun volvió a hablar.

- Muestrame eso.