Único Capítulo

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Pov Luzu

Me encontraba paseando por el pueblo de Karmaland con bolsas en mano ya que había comprado algunos cultivos para mi jardín y otra que cosita para comer. Me dirigía de camino a mi casa, pero algo me llamó la atención.

Una conversación entre ciudadanos.

Sigilosamente fui a parar oreja para escuchar que decían.

-¿sabes que pronosticaron una tormenta eléctrica? 

¡Qué horror! -

-¿¡Una que?!- vocifere llamando la atención de estos dos -d-disculpe

Y me fui cagando leches de ahí con mi cara toda roja de vergüenza.

[...]

-una tormenta, no tío, esto no es bueno- me decía mientras caminaba en círculos en la sala de estar -no me dejarás solo, ¿verdad Manolo?

Este solo hizo su típico sonido que lo caracterizaba, como amaba a este cerdo. Escuche como llamaban a mi puerta, al abrir pude ver que era el Rubius.

-Rubius, compañero ¿cómo estás?- pregunté con una sonrisa en mi rostro, esperó que este tío me haga distraerme por un momento.

-bien, bien- respondió enérgico, lo típico de él -vine por dos cosas, primero, ¿tienes vinito barato de Luzu?

-claro hombre, puedo darte un poco- respondí mientras me hice un lado para que entrara -entra, entra

Esté entro mirando la habitación mientras que yo buscaba un poco de mi vino, al encontrarlo pude ver como acariciaba a Manolo, me acerqué a él para entregarle la botella.

-yupiii, vinito barato de Luzuuu- respondió alegre mientras daba saltitos, típico del chico oso.

-y dime Rubius, ¿cuál era la otra cosa que querías preguntarme?- pregunté curioso.

-uhmm, ¿sabes que hoy hay tormenta? no sé a qué hora pero solo vine avi...- paro de hablar mientras me miraba extrañado, creo que vio mi expresión que puse-¿oye tío estás bien? estas palido.

-ehh, ¿yo? nahh, estoy bien deberás- solté una risa para que no quedara tan falso mi respuesta, este solo me miró un rato y luego hablo.

-bien tío, ahora me tengo que ir a prepararme, Juan Carlos III y Koringa pueden huir del susto por la tormenta- antes de salir de mi casa dijo:- cuida bien de Manolo, tal vez se te pueda escapar chaval.

D

espués de eso lo perdí de vista.

[...]

Ya habían pasado horas y aún esa "tormenta" no pasaba, tenía todo preparado para que Manolo no estuviera asustado, cobijas, comida y auriculares para no escuchar los rayos. Sentí un escalofríos que pasó por mi espina dorsal, algo en mí hizo que girara mi cabeza a la ventana.

Una Tormenta- One-ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora