La universidad (willyrex y tu)

capítulo 26

-¡Traeme un pañuelo Guillermo! -Le grite mientras lagrimones caían de mis ojos, Guillermo asomo la cabeza y me lanzó un paquete de pañuelos, se terminó de cepillar los dientes y se sento a mi lado, seguramente ahora esteis un poco perdidas, os pondre en situación, hace dos dias que fuimos a "comprar" el libro, y ya me lo he acabado, el problema es que creía que seria el libro mas bonito del mundo, y lo es, ¡Pero tambien el mas triste!

-¿Que pasa osito? ¿Porque lloras?

-Se querian mucho... -Me sone la nariz y abracé a Guillermo.

-Es solo un libro, no llores.

-Esque es muy bonito Guille, prometeme que nunca te vas ha separar de mi lado.

-Nunca me separare de ti. -Me besó cortamente el pelo y me abrazó mas fuerte. -¿Pero que pasa en el libro?

Preparaos para el Spoiler, es un aviso.

-Gus muere y no pueden estar juntos, es muy triste Guille.

-Pero es un libro, vamos a dar una vuelta y te olvidas, ¿Vale? -Negué y el me miro extrañado. -¿Por que no?

-Porque quiero abrazarte.

-Tienes todo el dia para abrazarme. -Le mire triste y de nuevo, una lagrima rodo por mi mejilla. -Joder, si me miras así y encima lloras me lo pones muy difícil...

-¿El que?

-Decirte que no. -Acarició mi cabeza y nos tumbó en la cama. -Mirame. -Obedeci y le mire a los ojos, el, con sus pulgares limpió las ultimas lagrimas que rodaban por mis mejillas. -Sonrie, te ves mucho mas guapa. -Sonreí falsamente y le abracé, que bien me viene tenerle junto a mi cuando estoy pasando por momentos como estos. -¿No tendras la regla?

-No, ¿Por?

-Porque estas muy emotiva...

-Eres idiota...

-No estaras embarazada.

-Eso seria mala suerte, una vez que lo hacemos y con preservativo y me quedo embarazada...

-Ya. -Rio y beso mi cuello. -Tendriamos que hacerlo mas ha menudo.

-Cuando tu quieras. -Me miro con las cejas alzadas y me sonrió.

-¿Y si en vez de salir por ahí, estamos mucho mas juntos de otra forma?

-Me parece bien. -Se disponia a darme un largo beso, pero ¡Como no! Mi padre tubo que llamar a la puerta para avisarnos de que se iba a trabajar. -Vale papa, que te vaya bien.

-Adios hermanita. -Grito mi hermano al otro lado de la puerta.

-Adios Jason. -Mire a Guillermo y el se separo lentamente de mi. -Joder... ¿Nunca podremos hacer nada tranquilos?

-Túmbate. -Me tumbe en la comoda cama y senti como Guillermo se levantaba. -Cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga.

-Vale. -Cerre los ojos y escuche el sonido de una cremallera, y al poco rato, de nuevo, un peso se situaba justo a mi lado.

-Te amo bonita. -Una aterciopelada voz me hizo estremecerme sobre las finas sabanas, sentí sus manos en mi espalda y como me despojaba de la camiseta, a los segundos, algo humedo y frio comenzo a recorrer mi abdomen y al instante me besó la zona, yo estaba extrañada, preguntandome que podia ser aquello que me estaba recorriendo el cuerpo. -Delicioso, ¿No crees? -Senti su voz muy cerca de mis labios, se acercó a mi y un suabe sabor a cereza llamo mi atención.

-¿Te has traído los lubricantes?

-Uno necesita estar preparado para todo.

-Le hacias esto a tus queridas "fans".

-Abre los ojos ya, y no, no se lo hacia a todas.

-A saber cuantos cuerpos a tocado ese bote.

-Pues solo dos, el tuyo y... El mio, las tias normalmente me lo ponian a mi, no yo a ellas ya que... Bueno, tambien tiene otros usos, cuando una es virgen y le cuesta abrirse esto ayuda.

-¿Yo soy una excepción?

-Se podria decir que si. -Sonreí y acaricie su cabello.

-Bueno Guille, yo no me voy a mover, haz lo que tu desees.

-¿Puedo hacer cualquier cosa?

-Si.

-Creo que ya se que voy ha hacer...