Capítulo 26

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— ¡Espera! ¡Detente! — chillo divertido el castaño, mientras limpiaba de su mejilla el pequeño rastro de pastel.

— ¡Tú tienes la culpa Kookie! ¡Te mueves y no dejas que te dé bien de comer! — Volvió a acercar la cuchara a los labios del castaño — Di aaaaaaaaaa...

JungKook rodó los ojos y luego sonrió, abrió su boca imitando al pelinegro y recibió la cucharada del pastel.

— Pero que bonito niño tan obediente — se burló.

— Cállate —dijo avergonzado, agarró su cuchara la lleno de postre y se la acercó al pelinegro — Es tu turno de decir aaaaa...

Jimin de inmediato abrió la boca y degustó el pastel que JungKook le ofrecía.

— Está muy rico — con su lengua retiro de sus labios el rastro de chantilly — Pero me gusta más cómo saben tus besos — dijo coqueto.

JungKook sintió sus mejillas enrojecer — Aish... Eres muy cursi — hundió su dedo en la crema del pastel y de un rápido movimiento la embarro en los labios de Jimin.

El pelinegro comenzó a reír divertido y luego se acercó a JungKook robándole un beso, ensuciándolo también.

— Pero te gusta que sea cursi — guiño un ojo.

El castaño negó con la cabeza y una enorme sonrisa se dibujó en sus labios manchados de chantilly. Con su mano agarró fuertemente la camisa de Jimin y de un rápido movimiento lo atrajo hacia él, robándole un beso. Con sus lenguas limpiaron los labios contrarios y luego se degustaron entre ellas, compartiendo el sabor de la crema.

Unos fuertes pasos se escucharon en el pasillo, estos se acercaban rápidamente al salón en donde se encontraban Jimin y JungKook.

La manija se movió, en un intento por abrir la puerta. El castaño con un gemido rompió el beso y miro a la puerta.

— ¡Chicos! ¡Sé que están adentro! ¡Abran! — la voz de Suni hizo eco en todo el salón.

Jimin y JungKook se tensaron y se voltearon a ver con los ojos extremadamente abiertos. ¿Cómo sabía Suni que estaban en ese salón? ¿Cómo sabía que estaban los dos juntos? Los únicos que estaban enterados eran Hoseok y Sun hee.

Pánico inundó el cuerpo del castaño.

— Tranquilo Kookie — susurro Jimin en su oído provocando que su piel se erizara.

Jimin se puso de pie y con toda la tranquilidad del mundo le quitó el seguro a la manija y luego abrió la puerta. Suni entro casi corriendo al salón y su mirada de inmediato se dirigió a JungKook, quien estaba sentado en una banca compartida, frente a él había una gran rebanada de pastel de chocolate.

— ¿Qué pasa Suni? — pregunto el pelinegro algo molesto.

Suni miro a Jimin y frunció el ceño.

— ¿Por qué no pasaron el descanso con nosotros? — se cruzó de brazos — Los estuvimos esperando todo el tiempo.

— Lo siento Suni — se disculpó el castaño.

— JungKook y yo queríamos platicar a solas — dijo rápidamente Jimin.

La rubia los miro por unos minutos, estudiándolos. Había una cuchara en el plato del pastel y Jimin sostenía otra en su mano, ambos tenían los labios hinchados y un poco rojos, como si...

— ¿Qué estaban haciendo? — se apresuró a preguntar.

JungKook trago saliva y se tensó en su lugar, en cambio Jimin solo enarcó una ceja y muy tranquilo respondió.

MI DULCE KARMA #1 - (JIKOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora