Prologo

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[ Nombre:  Marco Dovah

Numero: 1080554

Raza: Reptiliano

Rango: Censurado

Componente: Guerrero

Expediente: (Censurado)]

El sudor recorría las manos de Marco, era aquella sensación de incomodidad, aquella mirada despectiva por parte de su compañero de enfrente no se había despegado de él desde que habían partido de la Academia.

El simplemente no lo entendía, se había graduado con honores de su entrenamiento en las fuerzas especiales, había salido con vida de misiones que a los ojos de un soldado raso podrían considerarse suicidas, solamente armado con un revolver y una espada corta.

Entonces ¿Por qué se sentía como si aquella mirada lo persiguiera a todos lados? esa mirada llena de odio era como el peor de los infiernos; Se encontraban en un transportador espacial en el que habían más de 1000 pasajeros de diferentes especies e individuos, divididos entre miles y miles de asientos repartidos en diferentes sectores y entre todos los tripulantes le había tocado a ese sujeto.

Todo había iniciado cuando el noto aquel rojo carmesí que danzaba en armonía con el dorado del uniforme, aquellos colores eran la mancha de su raza, no importaban los logros, las medallas, las condecoraciones. Todo eso era opacado por el carmesí y el dorado que cubrían su cuerpo como si se tratase de una maldición, una que estaban obligados a cargar, eran colores que gritaban: ódiame, despréciame, aléjate de mí porque aunque pareca un humano por fuera, por dentro soy un sucio reptiliano.

Marco había crecido en los sistemas centrales por lo que no había vivido el racismo de los sistemas más alejados, por lo que no era de sorprender que no se hubiera acostumbrado a esa mirada, esa maldita mirada. Pero eso ya no importaba, unos minutos más y tendría la oportunidad de unirse a un escuadrón por lo que ya no tendría que preocuparse más por aquellas miradas, o al menos eso esperaba.

Según lo que había escuchado, la política separatista del congreso galáctico había hecho que el ejército tomara la decisión de promover la unificación de las razas a través de juntar a diferentes individuos para realizar escuadrones multiespecies para poder demostrar que se podía lograr que las Razas pudiesen trabajar juntas. Marco temía, al recordar los rumores sintió que el gran salón en donde se encontraban mas de cincuenta tripulantes se había hecho más pequeño, la iluminación que abarcaba todo el salón a la perfección, la sala de un color blanco se estaba oscureciendo poco a poco, haciendo que los reflectores lo señalaran solo a él. Los pensamientos de como a que tuviese que enfrentar la mirada de aquel compañero por el resto de la guerra lo estaba atormentaba por el resto de la guerra, a su mente vio ante sus ojos como lo único que se hubiese podido ver era esa mirada, esa maldita mirada.

Pero sin embargo en su corazón se aferraba a la esperanza que su compañero no fuera tan racista con los demás, era su única salvación de esas miradas juzgonas.

- Atención cadetes, se les informa que llegaremos a la ¨Estación principal ¨-. Un androide anuncio a través de los Holo - comunicador.

Los pasillos de la estación eran hermosos, sus poderosos pilares que sostenían la estructura hacían la metáfora de la fuerza del ejercito independiente, esculturas que representaban a las cuatro razas todos con una pose donde trataban de alcanzar el centro en el cual se encontraba una esfera donde emanaba una gran luz blanca que contrastaba con los grabados dorados que recorrían desde las estatuas hasta los pilares, la sala blanca con los grabados dorados era una obra de arte.

Sin embargo, Marco no se fijaba en eso, su mente se encontraba ocupada en lo que le esperaba en la sala donde se dirigían, la forma en la que se la pasaría la guerra dependía de lo sucedería en la sala de guerra, de repente el Sargento hizo que se detuvieran enfrente de unas puertas enormes que se podía notar los grados de gloriosas batallas que habían quedado en los registros de la historia las cuales se abrieron de par en par, al mismo tiempo para Marco se había abierto la caja de pandora se había abierto y lo que el "Ser supremo" le había deparado le esperaba tras esa puerta, sin embargo estaba dispuesto a entrar a la oscuridad que le esperaba, con tal de poder honrar a su raza, era la oportunidad perfecta de demostrar que su raza estaba dispuesta a abrirse con la demás razas en estos momentos difíciles.

Marco volvió a ver su espada y miro su empuñadura, debía de hacerlo sin importar que se lo prometió a si mismo lo debía hacer hasta las últimas consecuencias, tal y como ella lo hubiese querido, se lo debía.

Con todo esto logro tomar fuerzas para avanzar y cruzar las puestas a lo desconocido encomendándose a cualquiera que pudiese escuchar sus pensamientos.

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⏰ Última actualización: Aug 28 ⏰

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La ultima legion : La revolución de DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora