O6: uniones

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- ¿Nombres? ¿Datos? - indagó Dohyon a los muchachos que había rescatado. - Él tiene que descansar. Los dejaré en un refugio que conozco, allí estarán a salvo.

- Mi nombre es D-Dongpyo. Él es Seungwoo, ¿Se recuperará? - su voz sonaba quebradiza.

La camioneta en la que viajaban era conducida a toda velocidad, pero iban seguros porque ese día todo era legal. Podían hacer lo que quisieran.

- Sí, solo necesita descansar. Vamos, bajen. Aquí el tiempo es oro.

Ambos muchachos enamorados bajaron del vehículo y a los pocos instantes lo perdieron de vista. Podían confirmar que aun existían buenas personas.

- Disculpe.. - Una persona tocó el hombro del más alto, quien tenía una mano apoyada sobre su rodilla, donde había sido el impacto. - ¿Quiénes son?

Los chicos compartieron miradas. Dongpyo fue el primero en hablar.

- Somos Dongpyo y Seungwoo, unos chicos en camioneta acaban de traernos aquí, él está herido. - señaló al más alto y el otro muchacho de estatura intermedia sonrió.

- ¿Dohyon, Minhee? Puede ser. Vamos, pasen. Mi nombre es Kookheon, soy el dueño de este refugio. - Se hizo a un lado y dejó a los demás pasar. - Buscaré a un doctor en un segundo, tomen asiento y siéntanse cómodos.

Estaban en el lugar indicado.
Ese establecimiento era en verdad grande. Habían muchas personas en la misma condición que ellos, de diferentes clases sociales y nacionalidades. Dongpyo se apegó a su pareja y la abrazó, siendo delicado en cada uno de sus movimientos.

- Tranquilo, estamos en seguros aquí. No volveré a dispararte. - la risa ronca de su pareja lo hizo soltar una pequeña sonrisa.

Un amor extraño. Kookheon se acercaba a ellos dando pasos rápidos y con una sonrisa amigable, estaba acompañado de una persona con bata blanca y un botiquín.

...

- ¡Aquí solo gana el más fuerte! ¿Y saben quién es el más fuerte? ¡Yo soy el más fuerte! - Una persona parada sobre una roca exclamaba cosas de ese estilo sin descanso alguno. Tenía escrito con un líquido rojo, y en su marcado abdomen, el nombre "Timothée".

No pasó mucho tiempo para que una ametralladora lo perforara. Su cuerpo era una fuente, por cada hoyo de bala que había, salía un chorro de sangre.

Un apuesto muchacho de lentes redondos caminaba por las calles con su escopeta, acompañado de su mejor amigo, llamado Eunsang. Este último portaba una pistola llena de balas, también mortífera.

Un grupo de personas estaban bailando con cuchillos y armas mortales alrededor de dos, al parecer, bajas. A Wooseok le picó la curiosidad. Además, estaba aburrido y las cosas se estaban tornando aburridas.

Sin previo aviso, disparó a la cabeza a uno de los tipos con máscara de lobo, genial, solo le quedaban seis más. Asesinó por la espalda a otro muchacho más pequeño con una máscara de cerdo bastante tierna. Luego, arremetió contra alguien mucho más alto que él, pero igualmente disparo en su estómago y lo fulminó. Eunsang no se quedó de brazos cruzados, tomó de los cabellos a uno de los tipos que molestaban a otros y dio un culatazo en su cien. Asimismo, segundos después, Kim golpeó la cabeza de un supuesto payaso contra el piso, deformando parte de su rostro y dejándolo inconsciente indefinidamente. Podía verse parte de su cerebro, un verdadero asco.
Otra persona corrió hacia él con la intención de herirlo con su machete, pero el más bajo fue rápido y literalmente le voló la cabeza de un tiro, llenando el pavimento de la calle con sangre. Lee utilizó el fuego de su arma, y disparó en el torso del último restante, luego rió y fingió soplar su arma.

- ¿Senador? Creo que no es el mejor momento para dar un paseo, hay muchos locos sueltos en este vecindario. - Wooseok le extendió su mano, pero rápidamente fue apartada por Junho. - Tranquilo, Romeo.

- Es por seguridad. - contestó frío. - Vamos senador, busquemos refugio.

- ¿Necesitan refugio? ¿Ocurrió algo? Oí que se quedaría en su hogar esta noche. - Eunsang habló esta vez, llevando su arma al pequeño cinturón que traía.

Un fuerte ruido detrás suyo los despaviló, había un hombre con una motosierra medianamente grande y completamente ensangrentada. El JunHan se alejaron rápidamente al notar que se acercaba a ellos.

- ¡Tony es el mejor, perras!

Wooseok actuó rápido y le disparó en la cabeza, dejándolo seco en plena calle. Observó el cadáver estático por unos segundos, luego miró a su alrededor, un pequeño montículo de personas muertas. Dirigió su mirada a los "nuevos" y decidió hablarles.

- Alguien de mi equipo nos traicionó. Están buscándome para terminar conmigo. - Contó Yohan, confiando en aquellos extraños.

La sangre que derramaban los cuerpos bajo ellos salía para todos lados. Varios charcos de esta se encontraban bajo los pies de los muchachos.

- Qué mal, senador. - Eunsang lo trató con respeto, cosa que pocas veces se veía. - Creo que lo mejor en estos momentos es refugiarse. Si seguimos aquí por mucho tiempo más, no la vamos a contar.

- Disculpa, niño, yo me haré cargo del senador. Ese es mi trabajo, vuelve a casa. - Cha se interpuso entre él y Yohan, pero rápidamente la mano del mayor se posó en su hombro.

- Déjalo, está bien. Solo quieren ayudar. - Palmeó la espalda de Junho y dirigió su vista hacia Wooseok. - ¿Sabes dónde podemos ir para estar seguros? Que no sea muy extravagante, no me gustaría perder votos.

- Síganme, tengo un colega a unas calles. - Dijo Wooseok, pero Junho seguía a la defensiva.

Caminaron algunas aceras y Eunsang se dirigió a su amigo.

- ¿Hablas de Seungyoun?

- Hablo de Seungyoun.

PURGE ✧ PRODUCE & X1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora