Magical Stories vol1: Sueños Solitarios

capítulo 11: Matrimonio no deseado.

El sol del mediodía iluminaba con fuerza el bosque, incluyendo el castillo de Rothbart, donde por supuesto todos estaban dormidos como era la costumbre durante el día. De pronto, el silencio del castillo fue interrumpido por unas extrañas voces que parecían llamar a Odile.

"¿Qué demonios pasa?" pensó Odile frustrada mientras se levantaba de la cama de mala gana, algo desorientada por estar despierta a esa hora comenzó a buscar el origen de las voces hasta que se dio cuenta de que procedían del exterior, gruñendo malhumorada salió de su dormitorio y avanzó por los pasillos hasta llegar a la puerta principal donde nada más abrirla fue sorprendida por la luz del sol.

"Puñetero sol, ¡Como lo odio!" pensó enfadada mientras se tapaba con las manos para protegerse la vista.

- ¿Quién está ahí? - preguntó en voz alta buscando el más mínimo rastro de gente con la mirada, hasta que se dio cuenta de que las voces no venían de otro lugar sino del lago al lado del castillo donde unos elegantes cisnes blancos nadaban alegremente. Comenzó a mirar con atención al lago hasta darse cuenta de que las voces eran las de sus amigos que estaban reflejados en el lago, aunque no estaban realmente allí.

- ¿Pero ¿qué hacéis llamándome a estas horas? ¿Y porque no habéis venido directamente en vez de aparecer así? - preguntó Odile molesta mientras hablaba con el reflejo de sus amigos.

- ¡Es una emergencia!, ¡Tienes que ayudarnos!, ¡El mundo se ha vuelto loco! - dijo Saphir con un tono de urgencia.

- ¿Te acurdas de lo de la alianza del abuelo con los vampiros?, pues adivina quien tiene que pagar el precio- respondió Goldie señalando a Saphir y a Jaques.

- ¡Nuestros padres quieren que Saphir y yo nos casemos!, ¡Mañana por la noche! - exclamó Jaques asustado como si la simple mención de aquello le resultara la muerte misma.

- ¿Qué? - gritó Odile en shock con un tono tan fuerte que hasta los cisnes se sobresaltaron. - ¡Pero si tú eres gay! - exclamó Odile señalando a Jaques- Y a Saphir solo le interesan los hombres que están muertos.

-Te lo he dicho, ¡El mundo se ha vuelto loco! - exclamó Saphir que estaba tan alterada como Odile y Jaques.

- ¡Por todos los demonios!, ¿Dónde está Daniel?, ¡Esto es capaz de volver a hundirlo! – preguntó Odile preocupada al darse cuenta de que el hombre lobo no estaba presente con los demás en el reflejo.

- ¡Esa es otra!, ¡Ha desaparecido!, ¡Mi padre le ha hecho algo!, no sé el qué, pero me ha dicho que le pasará algo peor sino sigo adelante con la boda- respondió Jaques claramente preocupado por su novio.

- ¡Joder esto es un desastre! - gritó Odile abrumada por todo lo que le acababa de oír- ¿Por qué no me lo habéis dicho antes?

-Nos tienen vigilados, es un milagro que podamos comunicarnos contigo ahora- respondió Jaques.

-Está bien... Está bien, que no cunda el pánico- dijo Odile mientras suspiraba fuertemente intentando calmarse- Decidme donde estáis y os sacaré de allí. Podéis quedaros en mi casa, sé que vendrán todos a por mí, pero es algo que estoy dispuesta a afrontar.

-Imposible, nos han hechizado para que no podamos salir del castillo de mi padre hasta que acabe la boda- respondió Saphir frustrada.

- ¿Por qué estás tú con ellos? - preguntó Odile señalando a Goldie.

- ¡Soy la dama de honor! - respondió Goldie con un tono alegre e infantil que no tenía nada que ver con la situación- Además alguien tiene que quedarse de infiltrada para buscar a Daniel y la llave de Saphir dentro del castillo.

- ¿No tienes tu llave? - preguntó Odile a su prima.

-Si la tuviera, ¿No crees que habríamos escapado ya? - dijo Saphir molesta.