-Hyerin, puedes esperar?- Chillaba detrás mía mi amiga.- Vas muy rápido.
Me paré en seco al encontrarme con mi novio Jimin y una chica alta, rubia y de lindo cuerpo besándose en los sillones de aquella discoteca. ¿Dónde quedó el ''juntos por siempre''? Park Jimin jamás cumplió sus promesas y yo lo sabía, pero no quise darme cuenta hasta chocar de lleno con la pared del final del camino.
Carraspeé dos veces delante de aquellos seres y una vez tuve la atención de ambos hablé con tono sereno, pues jamás mostré agresividad ni otras emociones.
-Park Jimin, hasta aquí fue la relación, sé feliz.
La chica rubia le miró entre sorprendida y enfadada, seguramente ese idiota no le dijo que tenía novia, pero ya no era mi problema, ahora ambos éramos libres.
-No, Hyerin, por favor déjame explicarte.- Rogó Jimin detrás mía.
Seguí caminando hacia la salida de la discoteca cuando mi ex me agarró del brazo quedando así, cara a cara.
-¿Quieres pedir perdón y montar drama para volver a hacer lo mismo la próxima vez?- Hablé sin mostrar ninguna emoción.- Porque yo no quiero, de hecho, ya no te quiero.
Me separé de su agarre y Jimin quiso impedir que me vaya, pero entonces un chico bastante alto en comparación a mi ex se interpuso entre ambos. Sabía que si aquél chico no se metía le habría dado un puñetazo, pero le doy gracias a mi madre por haberme creado con tanta paciencia.
-Creo haber escuchado que la señorita no quiere hablar más con usted.
-¿Quién te ha dicho que te metas? Estoy hablando con mi novia.
-Ex novia.- Aclaré.
Jimin apretó su mandíbula y sus puños, estaba comenzando a enfadarse y quería pegar al pobre chaval que solo me intentaba ayudar.
-Park.- Llamé su atención.- Ya no somos nada por tu propio error, por favor vete.
Con su orgullo por lo alto, una mirada de odio y superioridad, Jimin volvió en busca de aquella chica rubia con la que estaba antes. Una vez desapareció de mi campo de visión me apoyé en la pared y suspiré, sabía que eso iba a pasar, pero no sabía que sería tan pronto.
-Oye, ¿estás bien?- No caí en que el chico seguía a mi lado hasta que me habló.- Perdona por haberme metido, pero se veía que necesitabas ayuda.
-Ahora mismo lo que necesito es mucho alcohol o me volveré loca.
-Está bien, ven que yo invito.- Se ofreció con una sonrisa.
En otras circunstancias le habría mandado a paseo porque no le conocía absolutamente de nada, pero ésta vez era una de aquellas excepciones que raramente hago porque de verdad necesito despejarme.
-Buenas noches.- Saludó el barman.- ¿Qué les ponemos?
-Diez chupitos de vodka.- Afirmé bajo la mirada de sorpresa de ambos hombres.
-Está bien, las rupturas amorosas son así.- Contestó el barman.- El chico moreno que estaba hace rato aquí, ¿era tu novio?- Asentí con la cabeza mientras me tomaba el primer chupito.- No hay peor cosa que te pongan los cuernos.
-Y en una discoteca.- Seguí.- Lo peor es que no tuvo los santos cojones de decírmelo.
Pasados veinte minutos, ya había bebido casi una botella de vodka yo sola y seguía estando sobria, bueno, algo mareada sí me sentía pero no estaba borracha.
-¿Te llevo a casa?- Preguntó el chico que estuvo en todo momento a mi lado.
-Si tienes coche, sí.- Contesté levantándome y viendo las estrellas.
Salimos de la discoteca sobre las cinco de la mañana, subimos a un mercedes negro precioso y el chico del cual todavía su nombre desconocía comenzó a conducir bajo mis direcciones.
-Por cierto.- Hablé apoyando mi cabeza en la ventana.- ¿Cuál es tu nombre?
-Hyunjin.- Contestó viendo al frente, le miré y la verdad que ese chico era precioso.- ¿Y el tuyo?
-Hyerin.- Contesté desviando la mirada, no quería parecer muy obvia al mirarle tanto.- Gira a la derecha.
Hyunjin hizo lo que le dije y llegamos a mi pequeño apartamento que anteriormente compartía con Jimin, dudo que esté en casa a estas horas así que me he quitado un gran peso de encima.
-¿Quieres entrar? Es muy tarde, puedes dormir en mi casa.
Algo dentro de mí deseaba que aquel desconocido algo conocido se quedara a dormir, quería hablar con él, saber sobre él, sentía mucha curiosidad.
-Si no es molestia sí me quedo.
Quise gritar de felicidad pero eso no era algo que yo hacía, por lo que me limité a guiarle hasta mi apartamento. Una vez dentro, fui al baño debido a que me dieron ganas de vomitar, Hyunjin me siguió algo asustado y sujetó mi cabello.
-¿No decías que no estabas borracha?- Comentó con una pequeña sonrisita.
-Y no lo estoy.- Afirmé una vez vomité todo.- Solo no sé qué ha pasado.
-Pues que llevas casi dos botellas de vodka encima y tu estómago no puede más.
-¡¿Dos botellas?!- Medio grité sorprendida.- Pues siento que no he bebido ni la mitad.
-Necesito ese aguante al alcohol.- Rió Hyunjin, qué hermosa sonrisa.
No sabía en qué momento fue, pero me encontraba mirando a aquel chico como si fuese la mayor obra de arte del mundo y solo yo tenía el privilegio de poder observarle.
-¿Cómo puede existir un ser tan jodidamente perfecto?
-¿Perdón?- Preguntó Hyunjin confundido.
Oh mierda, quizá no debería haber dicho eso, o quizá sí, pero lo que sabía en ese preciso momento era que de ser una avestruz ya habría atravesado con mi cabeza la tierra incluso hasta llegar al núcleo.
-Lo siento, no debí decir eso.- Me disculpé a pesar de no ser mi culpa, nadie puede evitar sus propios pensamientos.
-No pidas perdón por ello.- Contestó con una medio sonrisa.- Tú también eres muy bonita.
No sabía qué contestar ante eso, jamás me dijeron que soy bonita y era algo que no consideraba verdad. Se hizo un silencio algo incómodo creo que para ambos, hasta que Hyunjin habló.
-Bésame, ¿quieres?
No tuvo que pedirlo dos veces, me acerqué a él poniéndome de puntillas, apoyando mis manos en sus hombros y le di un corto beso. Iba a separarme pero Hyunjin agarró mi cintura con fuerza atrayéndome hacia él y profundizando el beso.
Entre beso y beso, abrazos y más besos, llegamos al que era mi cuarto. No sabía exactamente qué hacer puesto que nunca había llegado a este nivel con nadie, siempre que tuve relaciones fueron algo bruscas y mis ex parejas solo buscaban su propio placer. Pero Hyunjin no era así, quitó mi camiseta cuidadosamente, seguido de mis pantalones y, entre beso y beso yo quitaba su ropa.
-¿Estás segura?- Preguntó cuando quedamos completamente desnudos.
Asentí con la cabeza y lo siguiente que escuche fue cómo rasgaba el envoltorio de un preservativo y se lo ponía. Después besó mis labios y entró lentamente en mí a la vez que ambos soltábamos un suspiro de placer.
¿Quién diría que yo y éste hermoso chico acabaríamos así? Pero ahora era demasiado tarde para las preocupaciones, pues ambos disfrutábamos ese grandioso momento.
-Estás m-muy estrecha.- Gimió cuando comenzó con las primeras embestidas.
Yo me limitaba a soltar pequeños gemidos mientras Hyunjin aumentaba el movimiento, jamás sentí esa sensación de placer cuando lo hacía con Jimin y me encantaba, pero a la vez tenía miedo de acabar enamorada de este chico que me estaba haciendo suya con cada embestida que daba.
-Se s-siente muy b-bien.- Hablé entre gemidos.
-Me encantas.- Soltó Hyunjin.
No sabía exactamente si dijo eso por el erotismo del momento o porque de verdad sentía lo que decía, no quería hacerme ilusiones pero tampoco me faltaba mucho. Hyunjin era un ser perfecto que los dioses enviaron a mi vida para mejorarla y no iba a dejarle escapar a menos que él no me quiera.
-Tú a mí también.- Dicho eso besé sus labios tiernamente.
Hicieron falta unas cinco embestidas más para que ambos llegásemos al orgasmo, que por cierto fue el mejor de mi vida. Pensaba que ahí iba a acabar todo pero Hyunjin salió de mí, se sacó el condón y me dijo que me sentara para segundos después tener su miembro a tan solo unos centímetros de mí.
Entendí perfectamente lo que quería que haga así que sin demorarme ni un minuto más, agarré su miembro con ambas manos y me lo llevé a la boca, primero empecé chupando la punta de éste, después seguí con el resto hasta tener su miembro por completo dentro de mi boca. A veces me ayudaba de mi mano para ayudar a masturbarle a la vez que chupaba, succionaba y lamía.
-Oh, sí~.- Los gemidos de Hyunjin eran como música para mis oídos.- S-sigue así~.
Y efectivamente, no paré con mis movimientos hasta sentir un líquido algo amargo pero a la vez dulce bajar por mi garganta, ahí supe que Hyunjin se había venido dos veces aquella madrugada.
-Túmbate y abre tus piernas.- Ordenó con voz provocadora.
Hice exactamente lo que me dijo, me tumbé bocarriba y abrí mis piernas quedando así expuesta al completo ante Hyunjin. Éste se sentó de rodillas frente al borde de la cama y comenzó besando mi tripa para luego bajar y llegar a mi monte venus donde depositaba besos castos. Sin previo aviso introdujo uno de sus dedos en mi intimidad, gemí y él empezó a moverlo.
Mis gemidos inundaron por completo toda la habitación y eso que sólo usaba uno de sus dedos, cuando estuve a punto de llegar a mi límite Hyunjin sacó su dedo de mi interior dejándome con las ganas.
Iba a protestar pero no conseguí decir nada ya que, ahora tenía la boca de Hyunjin jugando con mi intimidad, era una sensación tan increíble que no pude evitar agarrar al chico por el pelo y acercarlo más y más. Por un momento sentí su lengua en mi interior y después cómo mordía mis labios vaginales. Demasiado calor, demasiado morbo, demasiada sensualidad.
Cuando llegué a mi orgasmo por segunda vez, me dio algo de pena haberme corrido en la boca de aquel hermoso ser, pero se veía tan jodidamente sensual tragando todos mis fluidos que me abalancé sobre él dándole un beso. Al quedar sentada sobre él, metí su miembro en mi interior y empecé a dar saltos.
Los gemidos de Hyunjin mezclados con los míos se escuchaban incluso afuera del apartamento, solo rezaba porque Jimin no llegara en ese momento a recoger sus cosas. Miré de reojo el reloj que tenía en mi mesita; las siete y media de la mañana, a esa hora estará dormido o teniendo sexo con alguna de sus putas.
Seguí brincando sobre Hyunjin a la vez que nos besábamos, sentía algo en mi pecho que no podía controlar, creo que me está gustando ese chico sólo con tener sexo, ¿era normal? En cualquier caso, solté un fuerte gemido cuando Hyunjin se vino dentro mía y ésta vez sin ningún preservativo de por medio.
-Ha estado maravilloso.- Sonrió éste una vez nos tumbamos abrazados en la cama.- No estaría mal repetir algún que otro día.
-¿De verdad? Qué tonto eres.
Ambos soltamos una carcajada y nos acurrucamos en mi manta, estábamos demasiado cansados por lo que nos acabamos durmiendo enseguida.
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[One shot; Hwang Hyunjin]
FanfictionEl mismo nombre lo dice, esto es un one shot sobre Hyunjin de Stray Kids, como la mayoría de one shots esto es para mayores de edad y/o personas que ya han leído lemon antes. No es nada del otro mundo, pero agradecería que si son menores y lo leen...