Hilo Rojo

I

Nuestra cafetería no es de las más populares en todo Hollywood pero aún así es suficiente para que haya gente aunque la mayoría sean personas de la tercera edad, algunos vienen con su pareja y otros acompañados de sus amigos —la señora Griff acaba de perder a su esposo le llevaré un pastel de chocolate que él le pedía para ella. Justo en ese momento entro una chica poco más joven que yo, entre rubia y castaña, tuve una sensación rara en mí pecho que decidí ignorar —iré a atender la nueva cliente.
Me encamine a la mesa donde la chica había entrado, ella estaba tan concentra leyendo el menú que no que captó mi presencia por lo que pude admirar su perfil por unos segundos, giro su rostro para verme y pude jurar que casi me quedo sin hablar por cómo sus ojos verdes aceitunados se posaron sobre los míos mientras me dedicaba una linda sonrisa —buenos días me llamo Scarlett puedo tomar su pedido?
—si, un mocachino junto a un pastel de chocolate... creo que lo llaman... Dalia Negra
Lo anote todo en mi pequeña libreta antes de dirigirme a la mesa junto a mi compañera
—sabes lo que me ha dicho la señora Griff? Alce una ceja para que me contara mientras preparaba el mocachino —ella dijo que le dolía ver perdido al amor de su vida, aquel que estuvo del otro lado del hilo rojo atado a su meñique pero que adoraba ver el amor de la juventud... es decir que te vio viendo a aquella chica
—Brie estás loca, sabes que tengo novio y una hija con mi ex, es imposible que yo sienta algo por otra mujer
—vamos Scar nada es imposible además puedo jugar que veo brillar con intensidad el hilo rojo que ambas comparten
—Brie no existe tal cosa ahora si me permites tengo que llevar un pedido.
Tome un trozo del pastel de chocolate y lo decore para tenerle la presentación de Dalia Negra, lleve ambas cosas hasta la joven que por alguna razón no dejaba de verme lo que me producía un levé sonrojo —Scarlett! Oí la voz de mi novio Collin, me aleje de la mese después de entregar el pedido acercándome a él
—todo está bien cariño?
—ya no puedo seguir contigo, tu ex envió otra citación esta vez para quitarte la custodia completa, también hay una posibilidad de que terminemos en prision y mi abogado me aconsejó dejarte así que eso estoy asiendo
—Que? No puedes hacerme esto
—ya lo hice, no me busques, entendido?
Me dejó la citación del juez antes de irse, sentía muchas emociones mezcladas, deje la orden en la barra de nuestro lado para terminar en suelo del baño llorando en silencio y absorbiendo por la nariz. Un ligero golpe me saco de mis pensamientos y una voz dulce invadió el silencio
—estas bien? Yo... no quiero parecer entrometida pero escuche todo sobre tu ex.
Tome aire profundamente sin ganas de hablar en especial con una completa desconocida
—si necesitas a alguien estate afuera
Escuche la puerta abrir y cerrarse a lo que deduje que se había marchado, abrí la puerta dirigiéndome al lavabo para limpiar mis ojos —sabía que de esa forma saldrías. Dijo provocando que soltara un grito lo que a su vez provocó que Cobie entrara de golpe con una escoba sobre su hombro, cuando vio que se trataba únicamente de nosotras me maldijo antes de salir y seguir atendiendo a los clientes por lo que me volví a quedar con esta chica a solas —soy Elizabeth por cierto. Me dedico una pequeña sonrisa la cual acepte con un ligero asentimiento de cabeza.
—Por cierto tu amiga...
—Cobie es así conmigo y Brie, todo el mundo que viene piensa que es nuestra hermana mayor
—también hubiera pensado eso... necesitas que alguien te acompañe a la corte?
—esta bien no es necesario, se supone que debe ir mi pareja
—iré como tú pareja
—acabamos de conocernos y no te conozco del todo
—lo se, pero te prometo que te ayudaré mucho y si encuentras a un hombre que no se vaya de tu lado serás libre de ir con el
—Elizabeth eres una mujer maravillosa, como es que no tienes pareja
—es muy complicado