Lo primero que hizo fue dibujar un esquema del coche 165, con indicaciones sobre las personas que ocupaban las diferentes literas y los departamentos. Luego anotó lo que había visto y oído la noche anterior, así como lo que había declarado a la policía. Finalmente, anotó sus sospechas de que Catherine Saks había sido envenenada.
Tom se recostó en su asiento, mirando el cuaderno de notas. En algún sitio, entre aquella maraña de hechos, estaba la pista que conducía al verdadero asesino. ¡tenía que descubrirlo antes de que el tren llegara a Vancouver!
-Hola, señor.
Tom levantó la vista de su cuaderno de notas y vio al chico de gorra de béisbol.
-Siento haberle disparad, señor- el chico sacó un paquete de chicle del bolsillo-. Si me perdona le doy un chicle.
- Claro que te perdono, chico. - Tom prefería otra marca, pero pensó que no debía defraudar al chico-. Sí, tomaré uno.
Sonriendo feliz, el chico le ofreció el paquete. Tom cogió una pastilla de chicle y, al intentar sacarla del paquete, sonó un zumbido y notó un golpe seco en la mano.
- ¡Oh!- gritó Tom, dejando caer el paquete.
Este chico se echó a reír, recogió a toda prisa el paquete trucado y desapareció en un instante. Al otro lado del pasillo, la señora de las pastas intentada disimular la risa.
Con la cara roja de vergüenza, Tom hizo un esfuerzo para sonreír a la señora.
- ¡Ese chico...! - dijo-. ¡Con qué gusto le cortaría la cabeza!
- ¡No serías capaz! – dijo la señora, impresionada.
- Bueno, al menos un pie. Así podría cogerle cuando intentara escaparse.
La mujer le miró con desprecio, resopló y volvió la cabeza. Tom pensó qué si fuese ella la que estuviera tratando de descubrir al asesino, él sería el primer sospechoso.
¡Ya había perdido bastante tiempo! Volvió a su cuaderno de notas y se puso a analizar todos los hechos, buscando una pista. Mientras estaba enfrascado en ello, regresó Dietmar con un palillo de dientes en la boca y se dejó caer en su asiento.
- El asesino es el cocinero- dijo sonriendo.
- ¡Vete a hacer gárgaras! - murmuró Tom.
- ¿Tienes una lupa?
- ¿Para qué?
- Porque me gustaría verte gateando por el suelo buscando alguna prueba, como haría Sherlock Holmes.
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Asesinato En El Canadian Express
Teen FictionTom usten, un muchacho canadiense que acaba de terminar el curso escolar, viaja en este ferrocaril, el de mayor recorrido del mundo sale diariamente de montreal y emplea tres dias en llegar a su destino, vancuver