Ya había cambiado por fin las pilas del walkie-talkie, las señales móviles seguían sin funcionar así que solo por ese medio podría hablar con José. Él es mi amigo desde que tengo memoria, durante mucho tiempo fuimos vecinos, pero un pleito entre su familia y la mía lo llevo hasta el otro lado de la ciudad, José es un nerd de primera clase, así que se las arregló para que pudiéramos hablar sin que nadie se de cuenta, conecto la señal de mi walkie-talkie con uno de esos cables a tierra que llegan hasta todo el norte, y conectó el suyo al otro extremo, tiempo después llegaron los smarphones, el internet y las apps, así que nuestro sistema de comunicación quedo obsoleto, quien diría que lo volveríamos a utilizar en estas circunstancias.
-¡Anahí!, ¿estás?
-Sí, pero no sé que pensar ni que hacer, mi madre se la pasa rezando, ¿te das cuenta de lo que está pasando?
-Shhh tranquila, lo sé, yo he estado dirigiendo esta información hace años, y tu lo sabes. Siempre quise que todos dijeran la verdad.
-No estás comparando las películas o videojuegos con lo que está pasando, ¿verdad?, ¡esto es serio hombre! Por favor.
-¡Ey! Me estas insultando ¿lo sabías?, bueno sé que estas confundida ante todo esto, pero solo escúchame, conseguí parte del discurso que dijeron por televisión hace un rato.
-Sí lo escuché yo, ¿qué tiene?
-''creímos poder solucionar y mantener en secreto el tratado'' ¿Qué crees que significa?
-No lo sé
-Anahí, he estado trabajando en esta teoría toda mi vida, todas las civilizaciones antiguas nos los han estado diciendo, seres del más allá que ayudan a la humanidad a cambio de que el planeta siga vivo, eso explica las pirámides, y monumentos colosales que nadie supo como fueron construidos, los sacrificios esperando favores de los dioses, y muchas cosas así.
-Amigo, sé que todo tiene mucho sentido pero nada de eso tuvo una evidencia verídica, yo te apoyé en esto pero la verdad no quiero pensar que tienes razón, ¿no crees que todo esto solo es para asustarnos?
-Esta es la prueba que necesitaba, tienes que confiar en mi, siempre me has apoyado, eres mi mejor amiga y no puedo dejar que nada te pase, si no hacemos nada al respecto, no tendremos salvación.
Pienso que todo tiene sentido, él dice la verdad y yo lo sé solo que no quiero admitirlo, no quiero perder mi hogar, mi familia, mi vida. Voy a ir con José, es el único que sabe lo que hay que hacer.
-¿Qué tengo que hacer?
-Sal de la ciudad, al norte, debemos llegar a donde se unen los dos hemisferios, Yo estoy más cerca que tu, así que te estaré esperando, lleva a tu familia, pero no dejes que los militares se enteren, ¿entendiste?.
-Entiendo, sabes que estaré incomunicada, por favor cuídate, confío en ti.
-Ve con cuidado, tengo cosas que hacer, te veo allá.
Mientras escojo solo las cosas más importantes, le grito a mi mamá, le digo que tenemos que salir de la casa, que José tiene un plan y tenemos que ir al norte.
-Mija como vas a creer en lo que dice tu amigo, mejor ven y siéntate a rezar con nosotros.
-Mami, tenemos que salir, debemos intentarlo por lo menos, debemos confiar en él.
Mi padrastro confía en mí, y me apoya, además que sabía que quedarse en la casa no iba a ser nada bueno.
-Vamos, hay que salir de aquí.- le dice a mi mamá, ella sigue sin estar convencida, pero nos sigue.