Parte 1 Sin Título

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ADVERTENCIA...

Bueno... antes que nada una disculpa por no haber actualizado a Caleb, he tenido algunos problemas técnicos porque he perdido a mi revisor, anyway, ya estoy de nuevo, les dejo este pequeño relato, iba a ser un libro completo pero una parte de la historia quedó expuesta y pues bueno, he decidido matarla desde la cuna y concentrarme en los otros cinco libros que hay por ahí empezados. Les mando un abrazo enorme y mis mejores deseos for ever, ojalá lo disfruten. Atte: AK.

...

He visto el video de la entrevista por cinco veces, sigo sin entender cómo pudo pasarle eso a ella, una mujer tan segura de sí misma y bella.

La policía dice que debo entregar la cinta, vinieron a buscarla personalmente pero les he dicho que debían traer una orden judicial, esta cinta y la entrevista que contiene son mi mejor trabajo en años, planeaba ganarme un pullitzer con ella, y ahora esto, el asesinato de Abril Vegas me lo va a quitar.

Abril Vegas es, o más bien, era un símbolo sexual de mi generación, todos los chicos de mi edad llegamos a tener uno de sus póster en nuestra habitación alguna vez, y al menos yo, llegué a masturbarme infinidad de veces con su imagen.

Claro que la última vez que la vi [cuando la entrevisté de hecho] algunas arrugas se podían apreciar en su rostro, sin embargo, he de reconocer que era una mujer que se cuidaba excesivamente incluso al grado de tener un cuerpo que conservaba la lozanía de su juventud; teniendo yo mis 32 años y ella sus 50, pudo haberme provocado una erección sin ningún problema... de no ser porque, el hecho de conocerla y por ser el primero en poder entrevistarla después de su escandaloso divorcio del Presidente de la Nación, me tenía bastante nervioso.

Aún recuerdo su olor fresco y suave, una mezcla entre jazmín y lavanda que no podría llegar a describir con justicia si me lo propusiera; poseía unos ojos verdaderamente encantadores y una sonrisa que costaba despegar la vista de ella, es duro darme cuenta de que, aún y cuando grabé todo lo que dijo, la imagen que veo en la cámara no termina de dar una constancia fehaciente de la preciosa mujer que ahora yacía muerta en el servicio forense de la ciudad.

Basta... pondré de nuevo el video. Tan pronto lo hago aparece la última entrevista que dio Abril Vegas, ella está sentada en un sillón color beige en la sala de su casa en Polanco, luce un pantalón azul marino y una blusa blanca al más puro estilo de Carolina Herrera. El cabello suelto de color azabache intenso cae en armoniosas ondas sobre sus hombros firmes, lleva un collar de una sola piedra al cuello y dos pequeños sarcillos adornar sus oídos, el maquillaje es impecable y en la cámara se difuminan las pequeñas arrugas que sólo yo aprecié cuando la tuve frente a frente.

En el video ella habla:

- Entonces cariño... ¿la entrevista va de amor o de qué va? – su voz es cantarina y agradable, mientras se acomoda el broche que sostendría el micrófono.

- De amor – contesté con firmeza en la voz y con una sonrisa, aunque mi rostro no se ve en la imagen en ningún momento.

- ¡Me encanta! – sonríe y se emociona – por eso acepté definitivamente, es bueno ver a un joven leyendo poesía en un café.

Su afirmación en ese momento me contrarió... no entendía a qué se refería así que en el video mi voz se escucha interrogante cuando digo:

- ¿poesía?

La respuesta que recibí ese día me causó un racimo de mariposas en el estómago, supongo que me lo causará siempre que evoque ese momento.

- Bueno Ricardo, yo ya había sabido de tus trabajos como entrevistador desde hace tiempo... creo que la televisora realmente ha estado desperdiciando tu talento dándote solamente unas pocas exclusivas, sinceramente te digo que deberías estar en la televisión conduciendo un noticiero, y pues, un día te vi leyendo un libro de Mario Benedetti... es mi autor favorito... sospecho que ese día vi a mi autor favorito recomendándome a una persona, sólo por eso acepté que me entrevistaras tú.

ADVERTENCIAWhere stories live. Discover now