En manos de mi sádico Hitman - R27 Omegaverse

Capitulo 19

El sicario se encontraba cansado por primera vez en mucho tiempo, ya no recordaba cuándo fue la última vez que se había encontrado en ese estado de agitación y cansancio. Ese niño en verdad quería matarlo o algo, su alpha había entrado en un estado de semi-celo lo cual solo complicaba las cosas, se encontraba en algún bosque de algún lugar, en verdad no sabía a dónde había ido, solamente sabía que había corrido como nunca corrió en su vida para escapar de las garras de esa hermosa bestia que no dejaba de jugar con él y seducirlo.

Ahora que se había alejado lo suficiente de todo como para poder estar tranquilo se sentó contra un árbol sin importarle su traje o su aspecto, definitivamente sería muy difícil resistirse al chico, pero no podía dejarse llevar aún era un niño, más bien un adolescente pero aún así, si llegara a tocarlo aunque sea un poco sabría que no habría vuelta atrás así y el chico le pidiera que parará, no estaba seguro de poder hacerlo, su alpha se encontraba furioso con el Hitman por alejarlo de su Omega, de su pareja, porque quisiera o no su animal interno ya lo había marcado como su pareja y no habría nada que pudiera hacerlo cambiar de parecer.

Se sentía cansado y adolorido por el castigo que le causaba su animal interno, sentía que su cabeza estaba por explotar. Aún si tenía que seguir sufriendo todo eso se negaba a entregarse a la locura y desenfreno del alpha, no quería marcar al de cabellos castaños aún, era demasiado joven para eso, quien sabe si no se arrepentiría en un futuro, deseaba que el chico se entregará por cariño a él no por las hormonas adolescentes alborotadas que tenía, aún si le dolía en el alma pensar en entregarlo a otro solo le quedaba esperar a que esté lo eligiera a pesar de todo. 

No recordaba bien cuando fue que en verdad comenzó a quererlo, tal vez desde el primer momento en el que lo vio en esa casa su alpha había sabido que el niño era su pareja o tal vez fue con el tiempo que noto lo importante que el niño era en su vida, en realidad no importaba mucho cuando sucedió todo esto, no sabía que era lo que en verdad importaba, todo lo que sabía era que lo amaba, que en verdad lo amaba y que ese sentimiento de celos constantes que luchaba por controlar y ese estremecimiento en todo su cuerpo habían hablado mucho antes que cualquier pensamiento en su cabeza, porque era algo más lo que sentía por el chico, algo que no lograba describir con simples palabras.

No sabía que debía hacer ahora, si volvía probablemente Tsuna volvería a intentar persuadirlo, y en este punto no confiaba en su resistencia… ¿Podría decirle que no una vez más?

Dejó de pensar en todo, apoyado contra el árbol cerró los ojos e intento de despejar su cabeza una vez más.

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-Mami Giotto, no funcionó lo que me dijiste, Reborn salió corriendo… ¿Acaso no me quiere?, Me hice fuerte como me dijo, pero aún así no me quiere, yo solo quiero que sea mío de una vez y esos que los persiguen se den cuenta que no tienen oportunidad…- Se quejó el adolescente en los brazos de un rubio enfadado con el Sicario, aunque no quisiera había ayudado al pequeño a intentar llamar la atención del azabache, pero aún así no habían logrado nada.

-No deberías seguir los consejos de el, no es para nada algo que tú harías, ¿por qué no solo continuas siendo como eres?, Estoy seguro que el Carnívoro tiene sus razones para evitarte- Comentó Alaude luego de haber escuchado la situación, claramente nada bueno saldría de los planes de la rubia, nada de lo que este dijera pagaría bien con Tsunayoshi, lo único en lo que se parecían era físicamente, cuando se enojaba, y el amor por los dulces, después no se parecían Giotto siempre sería un don juan, mientras que el castaño era un ser amable e inocente, solo era un niño enamorado, y celoso.

- ¿Crees que Reborn me odie ahora?... No quiero que me odie, prometo no escuchar más los consejos de Mamá, ¿Que puedo hacer para que no me odie?- Dijo el pequeño castaño con los ojos llorosos, si su papá Alaude decía eso sería por algo, y él le creería, muchas veces los planes de su mamá no salían muy bien, el recordaba eso.

-Talvez deberías disculparte, no deberías soltar tu aroma tan despreocupadamente, si no hizo nada puede que sea porque tiene miedo a dañarte, los alphas muchas veces cuando nos descontrolamos podemos llegar a dañar a quien queremos sin desearlo- El albino sabía de lo que hablaba, él también sintió miedo de dañar a Giotto, no sabía si en verdad sería lo mejor… y no importa que tan fuerte sea el alpha si éste ama a su pareja sentirá miedo como nunca lo sintió, más si el es quien podría ser la amenaza.

La rubia se iba a quejar de que ignoraran lo que dijera, pero se dio cuenta que no era el momento oportuno para comentar algo, incluso él sabía cuando no debía decir nada, estaba muy feliz de que ese pequeño llegará a su vida, a pesar de que había siglos de diferencia lo amaba como un hijo propio, y a pesar de que el castaño era el único que podía mantenerlos materialmente en el mundo terrenal sabían que siempre estarían ahí junto a él y los descendientes de este para cuidarlos en todo momento.

El de cabellos castaños se levantó repentinamente con una mirada determinada, saludo a su padre y madre con un beso en la mejilla y salió corriendo en busca de su amado destinado, esta vez le diría con sus propias palabras que es lo que sentía y si no lo aceptaba siempre podía hacer lo que hacía su padre con su madre cada vez que este quería escapar. En definitiva esto funcionaria o funcionaria, no había manera de que se permitirá fallar.
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Bueno eso fue todo por ahora, lo escribí a continuación del que subí anteriormente pero le faltaban algunas cosas y le saque algunas otras.
Muchas gracias por leer, comentar y votar. En verdad amo ver las cosas que comentan, siempre me sacan una sonrisa. Mil gracias.
Bye~.    >w<

Nadii1827