THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥twenty seven: i need somebody

"Si hablo unos minutos, pero no digo nada en particular, ¿eso te molestará?" preguntó Felix, apartando la cabeza del cuello de Changbin para descansarla sobre la almohada cómodamente.

"No", respondió el chico de cabello negro mientras pasaba la mano por la piel lisa del brazo del más joven, "No lo hará."

El australiano no estaba seguro de cómo el mayor pudo decir eso sin sonar ni un poco molesto. Después de todo, ¿cómo podía estar tan seguro de que las conversaciones sin sentido del rubio no le molestarían, aunque sea un poco? Felix no entendió eso, pero a pesar de su falta de comprensión, estaba agradecido por eso.

"Es solo que me siento... raro. No de una mala manera, pero tampoco de una buena manera. Me siento en conflicto, supongo. Es como si una parte de mí quisiera hacer una cosa, pero la otra mitad me dice que es una mala idea, y siento que a la larga me destrozará. No me siento así en este momento, y no es como si me estoy muriendo ni nada, pero realmente me siento confundido, y realmente no entiendo por qué" el chico más alto comenzó a hablar sobre algo que Changbin era capaz de comprender de alguna manera, incluso si omitiera muchos de los detalles.

"Esto que estamos haciendo... Me hace sentir extraño, Changbin. No sé si eso es bueno o malo. No sé si lo que estamos haciendo está bien o si está mal. Sé que a mucha gente no le gustaría, y sé que tu familia probablemente me mataría si alguna vez se enteraran, -pero eso ni siquiera es a lo que me refiero ahora mismo. Estoy hablando de nosotros. Sobre lo que nosotros pensemos".

Hubo una pausa, una que dejó que el corazón del pelinegro latiera un poco más rápido, a pesar de que sus latidos se habían nivelado unos momentos antes.

"¿Crees que lo que estamos haciendo es malo?" Felix susurró la pregunta, un ligero temblor se hizo más prominente en su voz.

¿Malo? El más bajo reflexionó por un momento, lanzando la palabra y todos sus significados dentro de su cabeza.

"...No creo que sea malo", respondió Changbin de manera tranquila. "Si pensara que es malo, eso significaría que creo que estamos haciendo algo mal. No estamos haciendo algo así, Felix. El problema es que el mundo demoniza los estilos de vida de las personas simplemente porque no coinciden con lo que algunas personas consideran que es normal. No somos malos en absoluto. El mundo es feo, y no somos la causa de eso. El odio es la causa, y el amor es la solución"

"¿Pero qué piensas tú, Changbin ? Tú. Ni el mundo, ni tu familia, ni la sociedad... A mí no me importa lo que piensen de mí. Lo que quiero saber si tú crees que yo soy malo". El más joven ahogó las palabras, casi como si estuviera al borde de las lágrimas.

"No creo eso en absoluto", respondió el más bajo. "Si fueras una mala persona, podría sentirlo. He estado rodeado de gente horrible toda mi vida, Felix. Conozco los gestos, las palabras que dicen, la forma en que actúan... Detecto a la gente mala cuando los veo, y si fueras así, habría sido capaz de sentir eso en ti desde hace mucho tiempo ".

"Entonces, ¿qué soy yo? Porque no me siento bien, Changbin. Ni siquiera un poco", sollozó el australiano.

"Eso es porque no eres bueno", respondió el mayor, levantando la mano para ahuecar la mejilla del rubio con ella. "Tú, Lee Felix... Eres extraordinario".

El más joven podía decir por la mirada en los ojos del pelinegro, que las palabras de Changbin eran sinceras. Quería creerle, de verdad, quería... Pero era increíblemente difícil para el rubio hacerlo. Le costaba tanto creer que alguien pudiera verlo como algo más que otro ser humano; respirando, parpadeando y contando los latidos del corazón.

Le resultaba difícil verse a sí mismo de esa manera. De hecho, Felix no creía poder hacerlo. El australiano estaba casi seguro de que nunca, ni en un millón de años, se vería a sí mismo como extraordinario, o como bello, y se preguntó cómo demonios Changbin podía mirarlo y pensar en esas palabras.