-Hoy salgo Sra. Ela.-Si Luciana, tienes que salir.
-Tengo miedo ¿Sabe?
-No temas Luciana, aquí haz aprendido muchas cosas. Ya sabes defenderte; tú sabrás cuidarte bien.
-Es cierto, ya no soy una niña a la que puedan maltratar, saldré adelante Sra. Ela.
-Asi se habla. ¿Y tienes algún plan?
-No, se que gracias a ustedes aprendí demasiado, ahora estoy pensando en otras cosas.
-No te entiendo.
-Voy a encontrar a mi abuelito.
La señora Ela me miró extrañada pero no me respondió, yo la abracé para despedirme de ella:
-Muchas gracias por todo -agradecí y me alejé del lugar.
Caminé en linea recta hasta encontrarme con un puesto de periódico y aproveché en ver los anuncios que solicitaban personal para algún empleo.
Después de tanto buscar, encontré un anuncio donde necesitaban una ama de casa.-¡Es mi oportunidad! -dije para mí.
Anoté la dirección. Al llegar, me sorprendió ver una casa tan grande y hermosa; me paré en la puerta de entrada, respire profundamente, y toqué el timbre.
-¿Si? -se escuchó desde la contestadora.
-Mmm hola, ve-vengo por el aviso.
-Bien, puede pasar.
La puerta se abrió, era la primera vez que veía algo así y me quede sorprendída.
Me acerqué y una señora de baja estatura me llevó a una habitación grande:
-Sra. Thomson, esta señorita viene por el aviso.
-¡Buenos dias! -saludé.
-Buenos dias -me contestó amable la dueña de la casa mientras se ponía de pie -¿cuantos años tienes?
-Dieciocho.
-Bien, ella es Gloria, te enseñara tus deberes.
-Entendido.
Al salir despacho de la dueña de casa, la Sra. Gloria me comenzó a explicar lo que haría. "Sirves el desayuno, sirves el almuerzo y limpias la sala".
-Tu horario es sencillo, entras a las 7.00 y vas a descansar a las 7.00. ¿Entendido?
-Si.-Ahora te mostraré tu habitacion.
Me llevó por un corredor y llegamos a lo que sería mi habitación.
-Te dejo, empiezas mañana temprano, puedes descansar ahora. Con permiso.
Me quedé en aquella habitación, era muy grande. Me senté en la cama y con mi mano, pude sentir la suavidad de esa colcha blanca.
Me acosté un rato y sin pensarlo, me quedé dormida.Cuando amaneció, me alisté, salí de mi habitación y fuí a preparar el desayuno; cuando estaba listo, lo llevé a la mesa para servirlo:
-Buenos días -saludé, aunque un poco sorprendida de ver a un chico sentado con los señores, ¿quién era?
-¡Buenos días! -contestaron ellos al unísono.
-Buenos días, jóven -saludé al chico.
-Buenos dias.
-Luciana, él es Santiago, nuestro hijo -mencionó el caballero.
-Un gusto -intervino él con tono serio.
-El gusto es mío.
Terminé de servir y fuí a la cocina para tomar un poco de aire, me senté y tomé desayuno, después de unos minutos más regresé a la mesa principal para recoger los servicios.
-Todo muy rico Luciana - agradeció la Sra levantándose de la mesa y limpiándose con una servilleta -bueno, nosotros ya nos vamos, uhmm, Sebastian-, dirigiendose al joven aún sentado- volveremos en la noche, comportarte.
-Si, no se preocupen.
-Bien, con permiso.
Cuando salieron, comencé a recoger los servicios, y el jóven se pone de pie levantando su plato:
-Yo se lo recojo, no se preocupe.
-No. Puedo hacerlo yo.
-Pe-pero...
-Yo estoy aqui, puedo hacerlo solo.
-Esta bien, gracias.
Él sólo me miró por unos segundos y se adelantó a la cocina mientras yo iba detrás suyo.
-¿Seguro que no quiere que lo haga yo? No se le vayan a caer los platos.
Él me miro serio nuevamente y se giró hacia el lavavo:
-Yo puedo.
Lo vi dejar los platos y comenzó a subirse las mangas de la camisa:
-¿Que está haciendo? -pregunté.
-Voy a lavar.
-Nonono -alejé los platos -yo estoy aquí para hacerlo. Seguro debe tener cosas que hacer.
-Para nada -afirmó mientras me quitába los platos de las manos -yo lavo.
-Bu-bueno, yo iré a limpiar la sala y luego regreso para lavar esto.
Él no giró a verme y comenzó a lavar.
Mientras que limpiaba la sala, pensaba en lo que estaba haciendo, ¿quién hace eso siendo el dueño de la casa? En ese momento el chico sale de la cocina y se dirige al segundo piso, no sin antes detenerse sin voltear y decirme:-¿Dejas que te ayude?
-N-no se preocupe, ya casi termino.
-Como quieras, estaré en mi habitación y no molestaré a nadie -terminó diciendo para después desaparecer de mi vista.
Dieron las 12 del mediodía. Subí al segundo piso para pasar por las habitaciones y recoger los cestos de ropa sucia:
-Ahora aquí -suspiré y toqué la puerta-, disculpe por molestarlo, vengo para recoger la ropa suc...
-Pasa -, abrió la puerta, entré. Tomé la ropa de las que había en el cesto y no pude evitar sonrojarme al oírlo cuando tomé una prenda... "personal".
-Oye -me dijo quitandome la prenda de la mano y escondiéndola debajo de su camisa- yo-yo lavaré esto o mejor -me arrebató la ropa que acababa de sacar de su cesto-, lavaré lo que es mío. Y sin más salió de la habitación.
Cuando llegué a la lavandería, lo vi lavando su ropa, me acerqué a su lado y coloqué el resto de ropa que llevaba en mis manos.
-Oye.
-¿uhm?
-¿Cómo te llamabas?
-Luciana.
Él no me respondió y continuó lavando.
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Luciana... *(terminada)*
Dla nastolatkówLuciana es una niña que pasa por momentos que marcarian definitivamente su vida. La crueldad de su tia, la pérdida de las personas que más quiere, el abuso, la discriminacion...¿Algún dia dejara de sufrir tanto? Si ella... Ella es tan solo una niña.