Capítulo 11

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Tony había pasado aquella noche con Strange.
Habían bebido un vino fino, habían recordado todo lo pasado, habían hecho el amor...
Y entre todos esos buenos momentos, hubo uno donde su cuerpo se paralizó, su corazón comenzó a latir irregular...
Fue donde Strange le pidió casarse con él.

-pero... Stephen, sabes... sabes que con Rogers no estamos... del todo separados- dice con voz algo baja.

-si, lo sé, pero quiero que sepas... que yo quiero vivir a tu lado por siempre.

Tras esas palabras, acepto, y en su dedo anular estaba aquellos que muchos llaman 'ilusiones', pero que él llama 'nueva vida'.
Porque Stephen era eso, su nuevo comienzo.

*****

Había pasado una semana desde aquel suceso, Tony estaba algo molesto y ofuscado, porque desde ese día recibía paquetes de donas, de esas que amaba, también recibía flores, recibía dulces...

Y sabía de quién eran.

¿Porque debía atormentarle así?

Pero ese día, exactamente una semana después, llega a su puerta, cuando nadie más que él estaba allí, aquel rubio.

Y no puede evitar que su corazón lata con fuerza.

Toca exactamente tres veces su puerta, y él camina los doce pasos que le distancian de ella con su piel erizada.
Sus ojos se ven nerviosos y atormentados, no puede evitar notarlo, se notan sus nervios, y la angustia que vivió en su rostro, nuevas arrugas en su perfecta piel solo por eso, sus labios algo resecos, partidos... no puede evitar preguntarse, ¿porqué parece tan atormentado?, ¿porqué parece tan sufrido?.

-Tony- susurra el rubio, y su voz es tan suave y dulce... a la vez que le trae amargos recuerdos, y una dulce tortura.

Si, maldición, si, si, ¡sí!

Él aún lo ama.

Y se odia por eso.

-¿qué quieres Rogers?- dice firmemente, apoyándose en el marco de la puerta.

-a ti- el rubio le toma de la mejilla y en un acto involuntario, el cierra los ojos, dejándose acariciar por esas firmes manos que su piel recuerda y extrañan.

-... ¿porque?- susurra ahogado.

-aún te amo, nunca lo he dejado de hacer... y sé que tú también lo haces.

-es tarde...- dice Tony, voz ahogada, aún sus ojos están cerrados, y siente las lágrimas correr por sus mejillas.

-nunca es tarde para el amor- Steve se nota desesperado.

-para nosotros sí, para nuestro amor sí... quizás nuestro tiempo ya paso, o quizás aún no lo es, tal vez... lo nuestro nunca debió ser... Steven Grant Rogers, lo que tuvimos ya acabo...- dice, abriendo sus ojos y retirando su rostro de la mano ajena, poniéndose derecho -aceptalo de una vez y déjame ir... y ser feliz.

Steve se queda en silencio, y toma el rostro del moreno en sus manos con firmeza y delicadeza.

-mirame a los ojos, y dímelo, di que no me amas, que no me quieres más en tu vida, dime que lo amas a él- dice Steve desesperado.

Tony no puede decir nada.

-eso creí- dice Steve y se acerca para besarlo, Tony cierra sus ojos, y siente la respiración de Steve tan cerca... pero no puede dejar que suceda eso que tanto anhela.

-Strange me pidió matrimonio...- susurra y Steve queda paralizado.

-tu...

-dije que sí- Steve le mira a los ojos, dolido, antes de irse de la entrada de la casa.

Tony respira nuevamente, sintiendo en su pecho un dolor sordo.

*******
Notas:

Siento muchísimo el atraso, he estado en duda de como proseguir con esta historia, y sobre todo por leer vuestros comentarios, y otras cosas que me han pasado a nivel personal.
De todos modos, adoro leer sus comentarios, me hacen feliz, me río y todo... y si, tomo en cuenta sus opiniones, por eso, he estado pensando que hacer con la pareja principal.
Creo que encontré la solución.
Por el momento, este es el nuevo capítulo y espero le haya gustado, nos leemos pronto.

-Kurumiedo.

Déjame volver ~Stony~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora