—En verdad no sé qué hacer. Estoy en blanco— protestaste, a la par que dabas un par de rayones a tu cuaderno.—Puedo ayudar a que te inspires— Taehyung te abrazaba por detrás. Quitó el cabello de tu cuello y besó la zona con una calidez impresionante. Sonreiste ante la sensación.
—No. Debo terminar este último boceto— retiraste sus manos, la cuales se habían escabullido por debajo de tu camiseta.
—Muy bien, entonces te esperaré aquí — sonrió a la par que se sentaba al lado tuyo. Posó su rostro sobre la palma de su mano y concentró su vista en ti, en los suaves y exactos movimientos que hacías con la pluma.
Sonreiste a sentirlo.
—¡Taehyung! No podré concentrarme si sigues mirándome de esa manera.
Él sólo rió y salió de la habitación como un niño feliz.
Una vez terminaste el boceto, fuiste en busca de Taehyung. Lo buscaste por toda la casa, hasta que lo encontraste en el baño, dándole los últimos toques a su cabello y arreglándose la corbata con una sonrisa de par en par.
—¿Qué haces?— te apoyaste en el marco de la puerta.
—Quiero llevarte a bailar— se acercó a ti y te rodeó por la cintura. Tuviste que alzar bastante la vista debido a tu baja estatura.
Te sonrojaste —¿Y eso?
Se encogió de hombros. —Tu cumpleaños es la próxima semana y yo no estaré aquí para celebrarlo— Soltó un suspiro pesado.
—¿La gira se adelantó?— dijiste preocupada.
—Así es, pero ahora no es momento para hablar de eso— Se mostró esquivo con el tema.
Sonrió un poco.
—Ven, te compré esto. Especial y únicamente para esta noche. ¿Te gusta?
Taehyung sacó un vestido color vino de una caja que en la tapa tenía una moña. Te quedaste atónita al ver la lujosidad de aquella prenda. Era largo y en forma de sirena, tenía la espalda descubierta.
—Oh..Y estos— sacó también un par de tacones de la misma caja. No eran muy altos, él sabía que no eras fan de tacones que sólo hacían que quieras arrancarte los pies. Se veían cómodos y justo de tu talla.
Tímidamente te acercaste a él y le abrazaste, posando tu cabeza en su pecho.
—Eres muy lindo, bebé. De verdad gracias— le miraste y te pusiste de puntillas para plantar un casto beso en sus suaves labios. Él soltó una risilla y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón de tela.
—Estaré esperándote en el auto. No tardes— sacó las llaves de su bolsillo y se fue a paso rápido a la par que hacía sonar el llavero.
Él te conocía tan bien que sabía tus gustos, tu talla y hasta la marca del labial que usabas. Estabas agradecida de tenerlo a tu lado. Los últimos dos años de noviazgo habían valido la pena en todo sentido.
El vestido te quedó como un guante. Te viste al espejo y estabas contenta con los últimos meses de Gym. Te diste un último retoque de polvo y saliste al estacionamiento. El Mercedes de Taehyung estaba justo donde siempre, así que lo divisaste al minuto.
Tu novio salió del asiento del conductor y te ayudó a subirte.
—Estás...muy hermosa— Posó su mano en tu muslo y no te molestó. Te sonrojaste y entrelazaste tu mano con la suya.
El auto se paró en frente de un local privado y bastante costoso.
—¿Estás seguro de que es aquí?— Taehyung no solía llevarte a lugares tan "finos" y eso te extrañó bastante.
Sólo sonrió de soslayo y se bajó del auto. Te abrió la puerta y te ayudó a bajar. Entraron y el lugar estaba oscuro, sin embargo había un jazz clásico sonando de fondo. De pronto un reflector se encendió, alumbrando con un color azul pastel la pista de baile. Taehyung te ofreció su mano, cual si fuera una oferta sensual y discreta. Estabas renuente pero terminaste aceptando.
“¿Qué planea?” te preguntaste. Estabas algo preocupada y desconcertada. Luego te dejaste llevar por el vaivén y los toques dulces de su cuerpo pegándose al tuyo. La música era clásica y sensualmente romántica, eso le añadió un toque picante a la situación.
La música se detuvo y fue algo incómodo para ti, ya que estabas jadeando por lo mucho que habías disfrutado del baile. Taehyung dejó un suave beso en tu mejilla y se alejó un poco.
Tu corazón estaba palpitando fuerte.
Taehyung posó una sola rodilla en la cerámica y empezaste a sonrojarte de nuevo. Sacó del bolsillo derecho de su saco una pequeña cajita color plata.
Tus manos sudaban y tus piernas temblaban.
Abrió la cajita y se descubrió un hermosísimo anillo con un pequeño diamante que relucía como pieza central.
Por instinto, te cubriste la cara y sollozaste un poco. Momentos después te la descubriste para encontrarte con un Taehyung que tenía una pequeña sonrisa en el rostro y una lágrima cayendo de la mejilla.
Estabas ansiosa por escucharlo.
—¿Serías mía para toda la vida?
—Por supuesto que sí, Taehyung— Tu voz se quebró en el irreal "Sí" que soltaste.
Te puso el anillo con calma y guardó la cajita en su bolsillo. Inmediatamente se levantó y se unieron en el legendario abrazo de un amor etéreo.
Se encendieron los candelabros con clásicas velas de aroma avainillado.
Mucha gente aplaudiendo, entre ellos amigos y familiares de ambos. Poco después, cada uno de ellos se acercó a felicitarles después del brindis.
02:30 am
Taehyung y tú se aseguraron de despachar hasta al último invitado y se quedaron solos en el salón.
Aprovechaste aquello para lanzarte sobre él y besarlo como nunca lo habías hecho. Lo besaste hasta que tuviste que parar para tomar aire.
—Te amo, ¿lo sabías?— admitiste. Tu aliento tocando el suyo.
—Te amo— Él te beso una última vez, con el ceño fruncido, con esa salvajeza que le caracterizaba, como si fuera el último beso que te iba a dar. Se separaron y le arreglaste su corbatín.
Hiciste una mueca por el dolor de pies y te quitaste los tacones.
Él rió al verte.
—Subete— Se agachó ofreciéndote su espalda. Dejaste los tacones en el piso y se aferraste a tu -ahora- prometido.
Taehyung empezó a correr contigo en su espalda y tu gritaste por la sorpresa.
—¡¡Feliz Cumpleaños T/N-ssi!!
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