PARTE 2:Alguien con quien hablar.

43 7 11
                                    

Rin llegó a las 8 de la mañana a la escuela, como de costumbre, y se sentó bajo un árbol, sonriendo mientras pensaba en Hanayo y lo bien que se la había pasado con ella.
- Tal vez ella no me hable otra vez. Quizás sólo fue por lástima ese dia-nya.- Penso para si misma, mientras agachaba la mirada.

La inseguridad de la cual era víctima, le hacia difícil imaginar que ella podría tener una amiga. Desde pequeña había sido así, nunca había habido una sola persona a la que ella pudiera llamar amiga.
Quiso llorar. Unas pocas lágrimas bajaron por sus mejillas.- Si, debió ser eso. ¿Quien querría ser mi amiga-nya?-
Justo en ese momento Hanayo llegó y la vio sentada bajo aquel cerezo, y vio como la chica de pelo naranja cerraba una de sus manos sobre su falda, mientras que con la otra se limpiaba las lágrimas.
- ¡Rin-chan!- Gritó la castaña mientras iba con ella.- Hola.
La cara de Rin cambió de expresión a una sonrisa.
- Hola Kayo-chin.- Estaba muy feliz, pero ella trataba de ocultarlo.
Hanayo le sonrió y la tomó de la mano.
- Hay que irnos Rin-chan, o llegaremos tarde a clases.- Dijo, mientras la llevaba a su aula.
Rin sonrió y asintió, para luego tomar su mochila y entrar a la escuela.

Maki Nishikino lo había visto desde otro árbol, con algo de disgusto.
- Hanayo se ve como una chica muy linda. ¿Porque se junta con la rara?- Su voz denotaba un profundo desprecio por Rin.
Maki era una niña consentida, hija de dos prominentes doctores y con el ego muy inflado. Desde que entro a la preparatoria, habla molestado a Rin por considerarla un bicho raro, y, junto con sus amigas se había encargado de hacerle la vida imposible.

Cuando entraron al salón, Maki le metió el pie a Rin, ocasionando que se cayera. Sus compañeros comenzaron a reírse mientras que Hanayo la ayudaba a levantarse, a la vez que veía con desprecio a Maki.
- Eso no fue muy amable de su parte, señorita Nishikino.- Dijo una voz desde la entrada del salón. Era la directora de la escuela, la maestra Ayase.- No es la primera vez que tenemos esta conversación pero no parece entender.-
- Solo fue una broma directora, nada más que eso.- Respondió Maki, nerviosa.
- Bueno, yo no creo que sea tan gracioso para su compañera. Si vuelvo a verla molestar, a quien sea, tendré que llamar a sus padres, ¿entendido?-
- Si señorita Ayase.-
- Bien.-

La directora salió del salón, mientras las chicas se sentaban y la profesora entraba al mismo.

- No entiendo porque Maki te trata tan mal.- Dijo Hanayo a Rin.
- No te preocupes Kayo-chin, ella siempre ha sido así. Rin está acostumbrada.- A Hanayo le entristecia ver la expresión de Rin al decir esto. Era tristeza pura, pero también frustración.- Siempre he tratado de encajar aqui-nya, pero nunca lo he logrado. Soy una rara.-
- Para mí eres genial Rin-chan.-
Hanayo sonrió, y Rin se ruborizo. Había algo en la sonrisa de Hanayo que la hacía sentirse muy bien. Al fin sentía que encajaba con alguien.

Pasaron toda la clase juntas, un detalle que su maestra, la señorita Tojo no ignoró. Rin era una muy buena alumna, además de haberle conseguido a la escuela varios logros en el club de artes marciales y en el de Soccer también. Ella sabía lo complicada que era la vida social de Rin, pues además era su consejera, y la ponía muy feliz ver que aquella chica finalmente había logrado aquello que tanto anhelaba; una amiga.

Cuando salieron a receso, Maki se acercó con Hanayo, para invitarla a almorzar con ella y sus amigas, a lo cual Hanayo, obviamente declinó. Esto le causó un sentimiento de frustración a la pelirroja, quien se dio media vuelta y salió del aula, con la quijada levantada de manera orgullosa. ¿Quien se creía esa chica de cabello castaño para tratarla así? ¿Rechazarla a ella, la chica más popular del segundo grado? Le parecía una ofensa.

Las chicas se sentaron bajo un árbol que estaba en el centro del patio principal, y comenzaron a comer.
- ¿Planeas entrar a algún club Kayo-chin?- Preguntó Rin.
- La verdad aún no se Rin-chan. No he encontrado alguno que me llame la atención.-
- Bueno, hay un club de fotografía, tal ves te guste-nya. Además esta el club de cocina y también el club de idols...- Rin apenas terminó esa oración, y Hanayo reaccionó de manera alegre.
- ¿De verdad hay un club de idols?- Pregunto la castaña, emocionada.
- Si. La presidenta es una chica de 3.º, creo que se llama Nico, podríamos buscarla-nya.-

Hanayo se levantó y tomó de la mano a Rin, para ir a buscar a Nico. Fueron corriendo por toda la escuela buscándola, hasta que la encontraron en el salón del club. Hanayo abrió la puerta sin tocar y Nico, quien estaba sentada viendo un concierto, se giró de manera sorprendida.
- ¡Maldita sea!- Grito ella, mientras se levantaba.- Pudiste tocar la puerta. ¿Que deseas?-

Hanayo se puso nerviosa, y no fue capaz de articular palabra alguna, pues, a pesar de sus coletas y su corta estatura, Nico Yazawa tenía una mirada pesada, la cual examinaba cada parte de su ser.

Rin fue quien habló, pues Hanayo prácticamente se había quedado muda.
- Ella quiere unirse al club de idols-nya.-
- Ya veo. Bueno, ahora estoy muy ocupada.- Respondió.
Rin miró a su alrededor, y el salón estaba solo, no había más miembros, además de Nico.
- Así que vayanse, mañana hablaré con ella.-

Las chicas se dieron la vuelta, y procedieron a salir del aula, cuando Nico vio una pulsera en el brazo de Hanayo.
- Espera. ¿Te gusta A-rise?- Pregunto la chica de coletas.
- ¿Eh?- Hanayo miró su pulsera y luego respondió.- Si, me gustan mucho. Son mis favoritas.
Nico sonrió se oreja a oreja y la tomó de las manos mientras la miraba fijamente y exclamó.- Olvida lo que dije, estas dentro.-

A la hora de la salida fueron a comer ramen en un restaurante que estaba por su escuela, muy cerca del templo. Ahí se encontraron con su maestra, Nozomi Tojo, quien estaba ayudando en el mismo.
- Hola señorita Tojo.- Saludo Hanayo.
- Oh, Hanayo, Rin. ¿Como están chicas? ¿Lograste unirte a algún club Hanayo?-
- Oh, sí. Logre entra al club de Idols maestra, Rin me ayudó a hablar con la presidenta.-
- Me alegra escuchar eso. Y Rin, me alegra que tengas alguien con quien hablar. Eres una muy buena chica y una excelente alumna, no dejes que la actitud arrogante de Maki te desanime.-
- Si, muchas gracias maestra-nya. Iremos a comer algo de Ramen, ¿quiere venir?-
- No, muchas gracias. Debo ayudar en el templo, tal vez después, pero gracias por la invitación.-

Las chicas se fueron de ahí, y Nozomi las observó fijamente.
- Hay un lazo entre ellas.- Dijo para si misma, sonriendo.- Ese tipo de lazo que una vez hecho, nunca se podrá deshacer.-


Mi Primera Amiga. ~RinPanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora