Después del Invierno (UsUk)

Lilas

No importaba cuanto de ese amargo café de la cocina había tomado en la mañana, el cansancio se colgó en su hombro y lo acompañó a la universidad. Después de pelar toda su noche con el ensayo para Metodología de la Investigación, no había quedado nada de Arthur para el siguiente día. 

Aquella era de una de sus materias menos preferidas por los límites que le imponía sobre la manera de escribir. A veces pensaba si en realidad valía la pena la carrera que estaba siguiendo.

Caminando como un monigote, recorrió el campus abarrotado de jóvenes ruidosos. El frío rasposo lo obligó a tomar los pasillos llenos de rumores para llegar a la biblioteca. Arthur solía andar con la mente enfocada en el lugar al que tiene que llegar, casi nunca se detenía a apreciar algo a su alrededor, en esta ocasión fue una excepción.

Tal vez fueron los colores chillones de mal gusto o quizás las enormes letras del folleto en la que se leía "concurso de escritura" que terminaron de hacer el amarre de su captura. Se acercó a husmear como un perro curioso y leyó las pautas del concurso sin creerse que la universidad había tomado en cuenta a los escritores. Concursos había, claro, para deportistas,bandas, incluso el club de ajedrez tenía sus concursos. Pero nunca se había encontrado con uno de escritura.

Se alejó con un suspiro frustrado, de todos modos, no tenía tiempo ni ánimos, para concursos de escritura. Con suerte y acabaría el ensayo soso esa noche para presentarlo.

—¿Te vas a apuntar, Arthur?

Fue bueno disimulando el sobresalto que lo inundó, pues no estaba acostumbrado a que alguien le hablara en la universidad. Se volteó y halló unos profundos ojos azules mirándolo con interés.

—Um, aún no lo sé, no creo...

—¿Por qué no?—Cuando  Alfred pasó su mano sobre el tirante del bolso que llevaba, cayó en cuenta que cargaba en el bolso un buen puñado de esos folletos. Sacó uno del bolso y se lo tendió—. Los premios van a estar buenos por lo que leí. Cien dólares de primer lugar no está mal oye.

—No lo sé—murmuró sosteniendo el folleto —, Alfred, ¿tú estás en el club de escritura?

—¡Para nada!—se apresuró a aclarar —Solo estoy ayudando a un amigo a pegar estos folletos.

Con el pulgar señaló al chico que estaba unos pasos más allá con el mismo bolso de Alfred, peleando por cortar la cinta para los folletos. Arthur lo reconoció como aquel chico con el que había hecho un trabajo grupal hace unas semanas. Kiku si no recordaba mal el nombre. 

—Es mi compañero de clase...

Alfred volteó a verlo con las cejas alzadas y no supo exactamente dónde golpearse por soltar sus pensamientos.

—¿En serio? —Quiso replicar pero el americano se volvió enseguida a su amigo con la mano alzada—. ¡Kiku, ven aquí un segundo!

El muchacho de ojos rasgados y cabello oscuro se acercó hasta ellos con calma. Sostenía una sonrisa que hacía juego con sus ojos tranquilos.

—Hola Arthur, ¿estás interesado en el concurso? 

—En realidad yo-

—¡Sí! —Sintió como Alfred pasó las manos por sus hombros.—¡Aquí hay alguien que se quiere apuntar al concurso!—Se volteó a verlo con un guiño como si le estuviese haciendo un gran favor, cosa que Arthur no agradecía.

Kiku asintió contento y empezó a rebuscar en su bolso en el que también llevaba folletos.

—¡Claro! Este, solo déjame busco el formulario...