Es solo una medida preventiva

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Asami permanecía sentada dentro del coliseo observando la arena, había pasado una semana luego de la caída de los traidores, Zhao había sido desterrado, una sentencia que él mismo se impuso al reconocer que lo que había hecho no era un buen ejemplo para la gente de la alianza rebelde, un asesinato de tal magnitud y sin consultar con ningún líder era una falta imperdonable, y a pesar de que la alianza pedía que se le tuviera clemencia, Zhao se había negado a quedarse, luego de explicar sus crímenes y de disculparse con la alianza el hombre se preparó para partir con un hombro herido y sin ninguna ración de comida o agua, sus probabilidades de sobrevivir eran escasas pero él así lo había querido.

A petición de Zhao, Gato fue elegido como el nuevo líder de los rebeldes del Este y se encargó de que su gente fuera la encargada de cavar las tumbas necesarias para los traidores que habían asesinado durante aquella noche.

El descontento del incidente solo sirvió para unir más a la alianza, nadie quería que aquella noche volviera a repetirse por lo que los miembros de la alianza comenzaron a ser más atentos y abiertos al expresar su descontento contra cualquiera que tuviera una opinión negativa en contra de su gobierno ya que hasta el momento Korra y los otros líderes les habían dado buenos resultados y no tenían motivos para querer derrocarlos.

La situación se había asentado pronto gracias a que los rebeldes no se molestaron en demostrar luto por los traidores que habían muerto aquella noche, todos continuaron con sus vidas como si nada hubiera ocurrido, todo parecía haber vuelto a la normalidad, todo menos la relación de Asami y Korra.

Asami suspiró mirando el trono de la reina del coliseo, Korra no le había dirigido la palabra luego de lo ocurrido, o al menos no le había dicho nada además de que necesitaba tiempo para asimilar lo que había pasado, aquella noche la morena durmió en la habitación de entrenamiento y al día siguiente dejó la guarida antes de que la ojiverde despertara.

- Oh, aquí estás. - Bolin tomó asiento a su lado. - Pensé que estarías en los entrenamientos con los aparatos de neutralización. - Dijo con tono amigable intentando brindarle un poco de ánimo a la ojiverde quién carecía de brillo en la mirada mientras mantenía sus ojos enfocados en el trono de Korra.

- No, los guardias de Mako están capacitados para dar el entrenamiento, no me necesitan y no me sentía con energías para eso el día de hoy. - Asami respondió parpadeando un par de veces antes de dirigir su atención hacia su amigo. - ¿Ocurre algo? - Preguntó.

- No, nada, solo quería hablar contigo un poco... - Respondió con una risilla nerviosa que Asami supo interpretar de inmediato.

- Mako te envió a ver cómo estaba. - Asami sonrió de lado, los ojos de Bolin se abrieron como platos pero el joven intentó continuar con su acto al negar con la cabeza una y otra vez.

- ¡No! ¿Por qué habría de venir a ver cómo estás? No es que algo ande mal en tu vida personal o algo así... - Bolin exhalo pesadamente al darse cuenta de que acababa de decir las palabras que había querido evitar desde el inicio de aquella conversación.

- Sé que están preocupados. - Asami sonrió sin entusiasmo. - Pero no es necesario que se tomen tantas molestias, Mako, tú, los gladiadores, los aprendices, los líderes, todos han estado prestándonos especial atención. - Volvió a mirar la arena y se encogió de hombros. - Korra y yo estaremos bien, ella sabe bien la posición en la que estoy y yo conozco la posición en la que está ella, es solo que ninguna de las dos ha estado dispuesta a ceder. - Intentó explicar.

Bolin guardó silencio al recordar la madrugada en la que Asami había ejecutado a Aiwei y a Arpón, la ojiverde no había mostrado piedad alguna y tampoco se le notó arrepentida o dolida por sus muertes, pero tampoco hubo satisfacción en su mirada, parecía tener una posición estrictamente laboral al respecto, como algo que "se tenía que hacer" algo que Korra no hubiera permitido sin importar lo mal que Arpón hubiera actuado y sin importar todos los años en los que Aiwei le había estado dando caza.

Futuro InciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora