Always Tired | ChanBaek One Shot

Always Tired (Parte Única)

Como de costumbre, abrió la puerta principal, sin molestarse en sacar las llaves de su bolsillo; él sabía que para esa hora, su esposo ya estaría en casa. Confirmando lo anterior, se quitó los zapatos, dejándolos tirados en la entrada, y colgó su abrigo en el perchero. Suspirando en silencio, se irritó por su propia torpeza, pero ya los ordenaría más tarde. O quizás, haría que su esposo, quien tiene un poco más de tacto y amor por la limpieza, los levantara después.

A menudo, el desorden de Byun Baekhyun se convertía en tema de disputas y peleas entre ambos. A veces de manera juguetona, a veces un poco más seria, tanto que incluía reclamos mutuos y portazos en cada habitación de la casa. Se gritaban durante horas, pero todo se calmaba rápidamente, pues siempre terminaban siendo comprensibles el uno con el otro, perdonando cualquier error. Después de todo, ¿cómo no acostumbrarse a vivir en pareja?

Últimamente, el ambiente laboral había estado repleto de estrés para Baekhyun, y ese día no había sido la excepción, haciendo las cosas un poco más complicadas que de costumbre. Reuniones, informes que entregar, llamadas que atender, negociaciones, ventas, bajas y sólo el infierno sabrá qué más. Gracias a esto, su cerebro ahora se comprendía de pedazos de un mosaico muy abstracto y confuso que no podía ensamblar una imagen correcta.

Un dolor sordo palpitó en sus sienes bajando hasta el cuello de manera corrosiva y molesta. Baekhyun simplemente ya no tenía fuerza para conversar con su novio. Su objetivo era tomar una larga ducha, y comerse la cena precalentada en el microondas, para finalmente tomar una posición cómoda en su cama y quedarse profundamente dormido al instante sin despertar hasta la mañana siguiente.

-Hey, bienvenido a casa, cielo.

Había valido la pena esperar unos momentos en el umbral de la sala de estar, cuando se encontró con aquella encantadora sonrisa y sus brillantes ojos marrones llenos de alegría.

Park Chanyeol era el que realmente poseía energía inagotable. Parecía como si no hubiera pasado una jornada entera en el trabajo; siempre llegaba a casa vigoroso, sonriente y listo para hacer cualquier tarea en el hogar. Era como si Byun cargara sobre sus hombros una enorme fatiga que lo hacía arrodillarse, mientras que Park brillaba, dejando solamente un vil y venenoso descontento en el mayor.

-Hola. -replicó, dando un paso adelante e inmediatamente encontrándose entre unos brazos abrigablemente cálidos.

-Llegué temprano hoy y pude prepararte la cena, también hice té con un poco de azúcar y leche, tal como te gusta. -sonrió, inmediatamente saltando a otro tema, compartiendo todo lo que había ocurrido a lo largo de su día.

Baekhyun sólo agradeció con un murmuro, para después soltarse despreocupadamente de los brazos de su pareja, y sin siquiera dirigirle una mirada, se retiró al cuarto de baño.

Disfrutó por unos minutos la relajación que le causaba sentir los chorros de agua tibia sobre su piel mientras esta se tornaba rojiza destensando sus músculos. Cerró la regadera, e inhalando el cálido vapor que se había acumulado dentro, corrió la cortina, encontrándose con un par de ojos quisquillosos que lo miraban inquisitivamente.

-¿No crees que deberíamos hacernos algunas costumbres?

-¿Costumbres? ¿De qué estás hablando? -Baekhyun se cubrió con una bata de felpa, prosiguiendo a enredar una toalla en su cabello, mirando a Chanyeol con los ojos en blanco.

Park igual irradiaba optimismo, parecía tan inspirado y, al parecer, no notaba cuán exhausto y distraído estaba su pareja.

-Bueno, por ejemplo, -Chanyeol caminó lentamente hacia el hombre y lo abrazó por la espalda, asendiendo sus manos y acariciando suavemente sus hombros tensos- podríamos tener la costumbre de encontrarnos con amigos los sábados por la tarde. Aquí en casa o en algún otro lugar, solamente rodeados de buena compañía y un ambiente agradable. Si eso te parece demasiado, igualmente podríamos limitarnos a algo más sencillo, no sé, desearnos éxito y suerte por las mañanas antes de ir a trabajar, -hizo una pequeña pausa para encontrar sus labios con la húmeda piel de los hombros del mayor- así iríamos con un mejor estado de ánimo que duraría todo el día. -vocifera, y se escucha entusiasmo en su voz- Finalmente, por las noches, podríamos cenar juntos y hablar sobre todo lo que hicimos, si conocimos gente nueva, si tuvimos algún problema ...