En aquel cuarto sólo pude distinguir dos cosas, una la sombra de aquel hombre que me había cautivado por años, musculosa formidable, definida imponente.
A su lado tan sólo jaula con barrotes de metal bastante limpia cromados.
No sé algo, tenía pero era algo que me tenía que cautivada, nunca lo supe pero parece ser que siempre quise ser su sumisa....
¿Como o porque llegamos a este punto? No lo sé. Pero me mata la curiosidad, me mata la excitación de saber qué es lo que sigue quiero hacerme suya de por vida jamás sabré lo que significa ser una total sumisa hasta que me entregué a él, quiero que aquel hombre haga totalmente lo que quiera con mi cuerpo, yo soy suya.
Es acercó lentamente, no sabía que traía en la mano pero parecía ser de algo hecho con metal o que tenía un poco de metal
lentamente se acercó a mí lento, tan suave y espontáneo como si fuera una bestia cazando.
Se posisiona a mi espalda, me coloca lo que al parecer era un collar....
Un collar frío para mí sorpresa no está hecho de metal. Era de cuero negro con toques metálicos.
Me sentí halagada por recibir mi primer collar, no podía contener la emoción, me puso el collar y se fue no azotó la puerta, no sentí ni el aire cuando se fue....y a su paso una nota, "dónde estás ahora es un departamento ubicado en el mejor lugar de la ciudad lo compre para ti, podrás mudarte en cuando lo deses, yo pagaré todas tus cuentas de ahora en adelante no deberás preocuparte por ello. Atte Tu amo".
Pasaron los días, pasaron los meses, casi se cumple un año de aquel suceso y aún lo sigo recordando como si fuera ayer.
Noche tras, noche cada sueño, cada fantasía siempre logro imaginar su voz y como me hace suya sin importar el lugar o la ocacion y no importa lo que haga, no importa con quién este ni donde esté. Siempre tocó el collar en de manera que logro recordar cada instante de ese día.
O eso hacia hasta que llegó este día, en el que me doblego por completo y me hizo suya, me entregué por completo, por curiosidad por, deseo le pertenezco a él y solo a el. Mi alma
Fue marcada con el collar, fue mi primera prueba.
Fue su forma de marcarme e no quería dañar mi piel, no quería ponerme un tatuaje ni una marca por un fierro candente él sabía que yo ya no iba a quitarme el collar porque a partir del momento en que lo puso yo le pertenecía el.
Jamás imaginé que pasaría esa noche...
El se acercó a mí, tan lento tan imponente y sigiloso parecía una bestia, lleno de elegancia y poder y el conciente de ello.
Se posiciona detrás de mí, me toma por la cintura y pronunció.
"Cassandra, mi adorada mujer ahora eres mía deberás vivir conmigo, a partir de hoy obedecerás todas mis reglas".
Me quitó el collar y me puso uno aún más grueso pero éste era completamente diferente, este era de tela, totalmente de encaje por lo que sentía, no tenia adornos de piedra ni tenía decoraciones de metal, tan sólo era una tela de encaje no sabía de qué color no podía verlo.
De un instante me tomó de las manos me hizo darme una vuelta, me dijo "Se ve mejor este collar que el anterior, a partir de ahora este es el símbolo de que eres mi sumisa este será tu collar el cual deberás mostrar con orgullo jamás te sientas inferior por ser una sumisa tienes que ser aquella mujer fuerte, leal que siempre este a mi lado y me apoye en momentos difíciles".
Él salió de la habitación por un instante fue tan rápido que apenas lo pude comprender, me acababa de transformar acabo de convertirme oficialmente en su sumisa.
Al momento de su partida de la habitación tan sólo pude escuchar como una puerta pesada se abría.
Y sentí un sobresalto....algo con lo que no sabía cómo lidiar empezaba a recorrer una atención por el cuerpo como electricidad, una sensación de, peligro, de extinción por saber qué es lo que pasaría de ahora en adelante.
