Capítulo 20: No volveré

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Bueno, ya es miércoles. Toda esta semana (Y la anterior) fue cotidiana, excepto por el hecho de que el martes anterior Lay finalmente vino a mi casa (Aunque en realidad solo pasaron dos días, jaja). Alicia estaba trabajando, así que no estaba en la casa. Lay entró por la ventana de su habitación. Lay me dijo que no le contase a nadie sobre su llegada, ni lo había sucedido mientras ella estuviera allí. Pero ya ha pasado mucho tiempo, y ya muchos de la manada lo saben. De todas formas, lo único me podría interesaros es que me pidió una muestra de sangre (Y dolió mucho) y dijo que vendría devuelta la próxima semana, uno o dos días antes de que nos juntáramos para ir al bosque.

Al final no volvió a ir a mi casa, porque de todas formas nos íbamos a ver el próximo domingo. Ese domingo (El que acabo de mencionar), Lay me dio otra esdávilu no se qué (Otra "poción mágica"), y me dijo que era un regalo de parte de su padre, pero no me quiso decir qué hacía. Según Lay, tenía que tomármelo al menos un día antes de que nos fuéramos al bosque, así que lo hice en ese mismo momento.

Bueno, como les decía, hoy es ese miércoles tan esperado. Alice ya había hablado con Alicia, y me permitió irme con Lay, sólo que Lay mintió diciendo que íbamos a ir al parque.

Charlamos un poco por el camino, Lay me hizo preguntas sobre mi padre. Yo quería evitar completamente el hecho de hablar sobre él, así que empecé a contarle cosas sobre mi hermano, y algunos recuerdos que tenía de mi madre.

Tardamos más en llegar, porque primero fuimos camino al parque, para que Alicia no sospechara. Cuanto más cerca estábamos, más me preocupaba, pues me convertiría en un lobo. Lay ya lo sabía, pero eso me incomodó aún más. No sabía si podía confiar en ella, o simplemente no quería hacerlo. En ese momento, empecé a dudar de ella. Pero ya no podía simplemente irme corriendo. Al menos en esta visita al bosque, debería actuar "normal".

Pensé en el hecho de que tal vez nos encontráramos con otro lobo, o incluso con mi padre. Yo ya no quería verlo más. Lo bueno es que estábamos en una zona más alejada de la que estaba detrás de la casa de Alicia, donde lo había visto junto con mi hermano hace un tiempo. Pero igual deseaba no encontrarlo.

Simplemente sentí que no quería ir al bosque nuevamente. Era una sensación muy rara, pues antes me encantaba el bosque, porque antes era mi hogar. Vivir como un humano realmente me distanció de lo que realmente soy. "¿Será que me terminaré convirtiendo completamente en un humano y odiaré a los lobos?", pensé. Aunque no quería aceptarlo, veía una pequeña posibilidad.

Nuevamente, ya no sabía lo que quería. No sabía si quería ser un lobo, o un humano. Si realmente quería seguir siendo un lobo, podría simplemente salir un día por la ventana de la habitación de Alicia, e irme corriendo al bosque, pues el camino hacia la manada me lo sabía de memoria. Pero.... ¿Cómo reaccionarían todos? No me importa mucho lo que piensen los humanos de mi desaparición repentina, pero la manada, mi padre y mi hermano.... ¿Cómo se lo tomarían? ¿Realmente mi padre quiere que vuelva, o está generando un odio hacia mi igual al que yo generé hacia él? ¿Mi hermano todavía se preocupará por mí, o será que ya se dio por vencido? ¿La manada está aullando todos los días porque realmente quieren que vuelva, o simplemente por obligación? Mi padre es el más fuerte, por eso es el líder, pues ha ganado muchas peleas. Pero si todos los otros miembros se alían en contra de él.... ¿No podrían desterrarlo fácilmente? Bueno, quién sabe si no lo hicieron ya.

—¿En qué piensas?— Dijo Lay, interrumpiendo mi debate interno.

—En la manada.... Y en.... Mi padre— Dije yo.

—¿Te gustaría especificar un poco más?— Preguntó.

—Pienso en si realmente querrán que vuelva....— Dije yo.

Mi doble vida: Una historia de lobos y humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora