Destierro

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Cómo sabrán los angeles son los más cercanos a los humanos, quiénes se encargan de protegerlos. Pero no todos fueron creados por Dios desde su reino.

Habían excepciones de personas que fueron de buen corazón en la tierra. No significaba ni era tan necesario que sean "santos"; los humanos cometían hasta el mínimo pecado en su vida como maldecir o aquellos sentimientos como la envidia, codicia entre otros. A estos pocos casos de personas con la oportunidad de convertirse en ángeles se les conocía como aprendices, aquellos que se encaminaban a la fidelidad de su señor.

Las dominaciones, considerados gobernadores del cielo y pertenecientes de la segunda jerarquía de angeles. Su rango se identificaba con vestimenta de soldado y con una espada en la mano.

Está vez le tocó a uno de ellos llamar a los arcángeles y a todos los ángeles del cielo incluyendo aprendices, pues tenían que hacerle un juicio a uno de sus hermanos, o más bien, hermana menor, una aprendiz.

Cada ángel aleteaba sus hermosas alas blancas, tan puras como la nieve, entre ellos resaltaba su cinturón color café el cual llevaba una espada.
Su ropa era del mismo color de sus alas, solo que con algunas otras prendas, como el cielo y no me refiero al paisaje, sino del cielo en sí. Casi todo ahí era blanco, las nubes, las ropas, e incluso el cabello de alguno de los celestiales. Aunque habia excepción con el paisaje el cuál cambiaba de diferentes tonos de celeste, hasta amarillos anaranjados, en fin.

Algunas de las virtudes, pertenecientes a la segunda jerarquía también decidieron ir, puesto a que no todos se encontraban realizando milagros en la tierra o controlar grupos de personas.

Una vez que llegaron, todos los presentes se posaron alrededor del tribunal de justicia que era como un coliseo en el cielo pero al revés. En la parte inferior, la más ancha, los principados no se encontraban por lo que los angeles ocuparon casi toda la zona; mientras que los tres arcángeles permanecían juntos, Miguel, Gabriel y Rafael en ese orden. Arriba de ellos irían las dominaciones, virtudes o potestades. Y en la última parte, la superior estarían los tronos, querubines y serafines, aunque casi siempre estaban al lado de Dios.

Los presentes se preguntaban de que se trataba está vez. Si era acerca de una posible guerra o la salvación para los "infectados", no lo sabían, algunos tenían mucha curiosidad.

—¡Guarden silencio!—ordenó alzando la voz el ángel Gabriel, al ver que sus hermanos se encontraban murmurando antes del inicio del juicio.—¡Se les ha llamado a todos ustedes porque hoy—

—¿Es el feriado de los ángeles?—preguntó uno de cabello rubio corto levantando la mano con una pequeña sonrisa en el rostro.

—No. Es—

—Eso es imposible, en la tierra se acerca el 31 de octubre. Los del limbo siempre aprovechan para escapar—respondió alguien parecido a él, solo que con cabello marrón, era su gemelo.

—Tienes razón...

—¿Y que es esa tontería de feriado? ¿Cuando hemos tenido uno? Oye Gab, te parece si...

—¡No! Haylee, Kaylee por favor cierren la boca hoy no estoy de humor para sus juegos.—dijo respirando profundamente para así evitando perder la paciencia.— Y para que sepan recién estaríamos comenzando otro año

—Gabriel, continúa—habló sería inmediatamente Kyara, una dominación, quién llevaba los brazos cruzados esperando que Gabriel comenzara el juicio.

—Si lo siento... ¡Se les ha llamado porque hoy, una aprendiz salvó la vida de tres personas! Cometiendo así un crimen contra las reglas.

Al oir esto, los celestiales no pudieron ocultar su sorpresa, expresándose con un "ahh" de manera asustada, que fue lo único que se escuchó en el lugar. Algunos con un simple gesto facial.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2020 ⏰

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