Llevaba mucho tiempo sintiéndome sola, triste, vacía y no le encontraba sentido a mi vida. Hace poco tiempo viví una decepción amorosa que me llevó a un abismo del cual no podía salir, así lo quisiera. La vida empezó a tornarse gris, cada día pensaba en lo insuficiente y poca cosa que me hacían sentir los demás. Me levantaba por inercia de mi cama y a todo el mundo le decía que estaba bien, mientras por dentro me consumía. Si te digo la verdad, a este punto de mi vida no sé como hice para llegar donde estoy. Varios semestres están nublados en mi memoria, a varias historias les hace falta partes, a varias personas, les hace falta recuerdos. Si te lo confieso, llevaba mucho tiempo sin salir, sin caminar, sin vivir. Vivía metida en mi cuento, llorando noches eternas y levantándome en la mañana, asumiendo que nada había pasado para continuar con mi vida. Pero ¿cómo continuar?
Era mi último día en la empresa que trabajaba. Ese día me invadía la nostalgia. De las mejores experiencias que tuve en mi vida, fue entrar ahí. Ahora que salía, sentía que muchas personas y cosas se cerraban en mi vida. Tenía un día de locos, tenía que salir corriendo a las 12:00pm en punto para alcanzar a llegar a la universidad a la 1:00pm. Ese día, sin decirte mentiras, fui muy feliz. También, fue la primera vez después de 2 meses, que logré decirle a mis amigas que estaba sola y ya me sentía bien para contarlo. Mis amigas... las que me salvaron, por las que hoy sigo viva, ellas no sabían nada, nadie sabía nada. Yo me comí todo sola, lloré sola y salí adelante sola, porque no quería incomodar a nadie. Después de escucharme, su respuesta fue "vayámonos de rumba". Si te digo la verdad, fue la mejor decisión de mi vida. Llevaba mucho tiempo sin salir con ellas, de hecho era la primera vez que salía de rumba con dos de ellas.
Al llegar al lugar, todo transcurrió normal. Tuvimos que hacer una fila como de una hora para poder entrar. Yo, soy la persona más impaciente del mundo y estaba desesperada diciendo que quería irme, pero no se si el destino, la casualidad o simplemente las ganas de rumbear, me dijeron "espera". Mi grupo sinceramente no era el mejor, porque no todos nos llevábamos bien pero estábamos ahí por la unión del día. La verdad, empecé a tomar un montón y a bailar, a bailar mucho. Por destino de la vida, en una ida a pedir barra libre, mi amiga me pidió que la ayudara a bailar con alguien y te vi. Pelo liso, oscuro. Flaco, al menos 1.70 o 1.75 de alto. Lindo, muy lindo. Llevabas una camisa blanca... recuerdo lo lindo que te veías y aún se me eriza la piel. Por cosas del destino (de amigos en común), terminamos bailando. Yo, con lo tímida y nerviosa que soy, no podía mirar sin achantarme hasta que creí que tenías pareja porque te fuiste y me dejaste sola. En mi mente, en mis inseguridades, solo pasó un "no eres tan linda como para que quiera bailar contigo".
Debo confesar, que soy muy penosa pero con tragos me vuelvo demasiado arriesgada. No se en qué momento terminé bailando con un amigo tuyo pero mi objetivo estaba en ti. Después de cierto tiempo, no recuerdo como, volvimos a bailar... de ahí no nos soltamos. Lo único que no entiendo de todo esto es: ¿Por qué te dije que me llamaba Camila? Eso solo lo hago con las personas que no me interesan, pero tu si me interesaste desde que te vi. Quizás el orgullo de dejarme sola, no se. El caso es que la segunda vez que pasó, no me aguanté y me fui a otra rumba, donde estaba invitada. También debo confesar que apenas salí de la discoteca, cogí mi celular y te busqué, pero solo sabía tu nombre y estaba muy prendida para coordinar al 100, así que lo dejé pasar.
Tu cara quedó en mi mente, no puedo ocultarlo. Sin embargo, estaba consciente de que no había forma de contactarnos. Mi día transcurrió normal, todo seguía igual. Nada había cambiado, solo tenía el recuerdo de aquel chico guapo de la disco. Mis noches se empezaron a llenar de angustias e insomnios. Estaba a punto de apagar el celular, cuando recibí el seguimiento por twitter y el mensaje de alguien. ¡ERAS TÚ! ¿Como podía ser posible? ¿Quién te había dicho mi nombre? ¿Por qué me habías buscado? Tenía que averiguarlo. Recuerdo la sonrisa que se dibujó en mi cara recién recibí tu mensaje. El niño guapo me había hablado, A MÍ, la que suele ser un 0 a la izquierda al lado de sus amigas, la que suele pasar desapercibida, la que nadie mira (o eso pensaba yo).
Desde ese instante, no dejamos de hablar. Cada día me intrigaba más saber de ti, conocer de ti. Cada foto que subías la detallaba. Dime como no detallar esas cejas pobladas, esos ojos que de vez en cuando se vuelven chiquitos, esa sonrisa hermosa. Como no detallar esa mirada penetrante y lo hermoso que te ves cuando te concentras en algo. El destino me permitió volver a verte y yo solo buscaba excusas para hacerlo. Te veía de lejos, sonriendo, estresado, cansado, feliz... y no podía entender como alguien así, pudo fijarse en mí. Empezaste a invadir todos mis pensamientos. Ya no le hablaba a mis amigas de otra cosa que no fueras tú. Mi vida paso de verse como un gris tenue y empezó a coger color. ¿Cómo era posible? En mis días difíciles, estabas tú. Empecé a querer arreglarme y subir fotos, para recibir un comentario tuyo. Empecé a sonreirle a la vida. Es increíble lo que una persona logra causar en otra, con solo un mensaje de buenos días, un "cómo estás, linda?". La vida me presentó la oportunidad de ser feliz y aunque ahorita no creo que se dé algo más que una amistad o un coqueteo de momento, solo tengo palabras de agradecimiento con Dios, la vida, el destino o la casualidad, por ponerte en mi camino, por brindarme paz y sobre todo, por hacerme ver que después de la tempestad, la calma llega.
Si esto no llega a surgir, solo tengo palabras de agradecimiento contigo. Me devolviste la ilusión, las ganas, la fuerza y el coraje que tanto me arrebataron en el pasado. Tú, sin duda alguna, llegaste a revolucionar mi vida con cada cosa que realizas. Eres un mundo nuevo por conocer y no me importa estrellarme, si eso me permite conocer más de ti. Nada pasa en la vida por algo y hoy, solo puedo dar gracias por haberte conocido, sin estar buscándolo, sin estar esperándolo. Simplemente llegaste a revolucionar mi vida. No quiero pensar en cuánto durará, solo quiero pensar en que cada cosa que hemos vivido, me ha servido para crecer, evolucionar, mejorar, no solo para mí, sino para los que me rodean.
En fin, creo que de todo lo que dije, una sola palabra engloba lo importante: GRACIAS. Pase lo que pase, sea lo que sea lo que el destino nos tiene preparados, estoy feliz de haberte conocido, de haberte cruzado en mi camino y haberme permitido entrar en tu vida, con lo poco o mucho que tú me dejas.
Atentamente
La chica de la discoteca
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PoetryDespués de sufrir una dolorosa ruptura amorosa, descubrí que puedo volver a amar, a sentir y a vivir emociones que creí muertas en mí. Todo esto, por alguien que llegó a mi vida sin previo aviso y se convirtió en una persona importante para mí. Esta...