Para un padre o madre, ver a su hijo metido en la cárcel puede ser decepcionante, doloroso o dar una gran sensación de cólera.
Básicamente, algo que no deseas ver en sus rostros.
Por eso, agradezco que ellos no estén aquí.
[Arturo: ¡Se los repito! ¡Yo no hice nada! ¡Todo fue culpa del perro alcohol!]
Ahora mismo, me encuentro en la celda de una comisaría, atrapado cuál perro en peta.
Dentro de la celda, hay unas mantas para abrigarse del invierno, aunque están más frías que carne de carnicería, un balde para mis necesidades y una ventana con barrotes de hierro. Nada más y nada menos.
En cuanto a mi sombrero y poncho, ni idea alguna.
Todo este desvergue se debe principalmente al cargo de desorden público y daño a propiedad ajena.
De lo poco que logro recordar, más lo dicho por Dust, me metí en una gran pelea en el gremio.
Luego de que las cosa se descontrolara, los empleados del gremio llamaron a los oficiales que intentaron detenernos, o más bien, intentaron detenerme para reducir los daños.
Para mi sorpresa, y la parte que me parece poco creíble, es que logré partirle la madre a casi todos.
Según Dust, varios de ellos se lanzaban encima mío mientras daba patadas y golpes a todos, diciendo cosas que casi nadie entendía.
La cosa solo se pudo arreglar cuando alguien logro incapacitarme cuando tenía las manos ocupadas agarrando a 2 oficiales.
Esto me lleva a una pregunta.
Si con un sapo tuve que necesitar ayuda para matarlo ¿Cómo vergas sería capaz de darle cara a varios oficiales a la vez? No tiene sentido.
Se mis límites, más que nadie.
Lo más probable es que haya algo sucio en esto, como las empresas fantasmas mexicanas.
O quizás, aunque casi todo mi ser lo niegue ¿Podría ser que...
Cerrando el puño de mi mano, arremeti contra una de las paredes de la celda.
Algo se rompió. No fue el concreto.
[Arturo: ¡Aaaaaaaaaaaahhhh! ¡Puta madre! ¡Mi mano!]
Con extremo dolor por tal pendejada hecha, me agarre mi mano que ahora posee heridas.
¡En serio! ¡¿Por qué pensé que eso funcionaria?!
[Dust: Sigh~ Tranquilízate, Arturo-San, si sigues así, los guardias entraran a tu celda y te daran una paliza para guardes silencio ¡Te lo digo por experiencia! ¡Cuando intentaba decirles que me dieran una mejor comida, uno de esos malditos entro, me golpeó en la cara y me dejó inconsciente! ¡Que pésimo servicio!]
Este pendejo.
Dust, quién estaba en la celda de enfrenté, se recostó sobre la manta mientras comía el desayuno de hoy.
Si no me falla la memoria, el había dicho que hacía que lo arrestaran para pasar las noches en la celda.
Ahora no me sorprende porque tiene esa actitud tan calmada.
[Arturo: Dust, por un momento, te voy a pedir que te calles, me ayudes a aclarar el malentendido, y sobre todo... ¡Que me digas donde están mi sombrero y mi poncho!~ ¡Agh! ¡Duele!]
[Dust: ¿Eh? ¿Te refieres a esas cosas que usabas en el gremio? Los guardias te lo confiscaron cuando nos arrestaron ¿Recuerdas? Lo más seguro es que se encuentren en el almacén de la comisaría o algo por el estilo. La verdad es que nunca he explorado más allá de las celdas, ¡Pero tranquilo! ¡Una vez que tomen nuestra declaración, dicten nuestra sentencia en la corte, te devolverán tus cosas cuando seas libre! ¡Solo relajate y disfruta tu estadía!]
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Konosuba: ¡Rogando por fuerzas para este chingado mundo!
AventuraLa vida es fugaz y a veces no se puede hacer nada por eso. Cuando nos toca morir, morimos hasta de la forma más ridícula. Al llegar al mundo de los muertos y ser recibido por una diosa, este recibirá la oportunidad de ir otro mundo. Acción, aventura...