Amanecer y atardecer.

Ansiedad.

Hola mi amor ¿me extrañaste?

Te miro, y estas durmiendo en paz, toco tu frente para hacer a un lado tu cabello, y comienzas a temblar.

 como sí algo te doliera. Intento hablar contigo y tu respiración de acelera. 

Quiero estar contigo todo el tiempo que sufras. 

Antes, cuando te abrazaba, gritabas y te despertabas. Me sentía tan mal pero necesitaba de ti.

Y cuando estabas despierta, en tu entorno, me ignorabas. 

Sentías mi mirada, te detenías y me buscabas. Te apartaba de ellos para hablar conmigo. 

Y los dos temblabamos mientras las lágrimas brotaban de nuestros ojos.

Repetimos una y otra vez que estaríamos bien. Pero tu solo hablabas por ti.

¡Despierta! Quiero tu cuerpo ¡Necesito de ti cuando sufres!

Mientras estas dormida te abrazo, y te levantas guardando los gritos. 

Me abrazas, y te desesperas, quieres que quite mis manos de ti y nunca término lo que quiero. 

Matarte, eso es lo que quiero. 

Quiero que tengas esos pensamiento para que vengas a mí, y lloras tanto que no puedo soportar la felicidad que tengo de verte así. 

Me dices que corte tus piernas para que no te duelan.

Que corte tus manos, que no hacen nada desde que estoy contigo. 

Que costure tus labios, no quieres gritar. 

Que te quite los ojos para no ver y llorar. Que te quite la vida sólo por huir. 

Soy la ansiedad, acecho tu alma para que sufras. 

Tengo muchos nombres, hoy me presento, soy el terror de la noche.

Y por eso te quiero aquí, mi buen tomento. 

Mi dolor nunca se sacia, por eso necesito de ti.