Oiran: quinta parte

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— ¡¿Cómo se les ocurre tal disparate?! ¡¿Son dementes?! — Keppi, cuyo semblante estaba lleno de marcadas venas que están púrpuras, se encontraba bramando furioso a los jóvenes

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— ¡¿Cómo se les ocurre tal disparate?! ¡¿Son dementes?! — Keppi, cuyo semblante estaba lleno de marcadas venas que están púrpuras, se encontraba bramando furioso a los jóvenes. Al regresar, Kazuki y Toi se hallaron con la molesta sorpresa de que Enta había llegado con Keppi a delatar su pequeña huida.

— ¡Perdóneme! ¡Ha sido culpa mía! — dijo Toi —. Me lleve a Kazuki aún cuando no lo deseaba — Toi se inclinaba, no mostraba vergüenza pero si frustración. Kazuki también estaba inclinado mientras pedía perdón a lo bajo.

— ¡Eso no es verdad! — le miro de reojo, para ponerse recto y hablar firmemente —. Yo he ido con él por qué quería ¡No me han obligado a nada! ¡Por favor, perdóneme a mí y no involucre a Toi en esto!

Keppi dió rudos pasos hasta los chicos, para confusión de Enta y Toi, fue Kazuki golpeado con una vara de madera directo en la espalda para luego recibir una bofetada. Kazuki se quedó hecho piedra en el suelo, teniendo el recuerdo de su infancia fresco y como cuando erraba era castigado de la misma manera grotesca.

— ¡Kazuki! — exclamó Enta invadido por la histeria — ¡¿Pero por qué le ha pegado a Kazuki?!

— Kazuki no pudo haber sido obligado a nada — aclaro Keppi —. Es imposible que en manos de Kuji hiciera algo encontrá de su voluntad — levanto la vara nuevamente, se veía estremecedor ante los atentos ojos de Enta y Toi. Deseando detener esto de una vez por todas, Toi se levantó y sujeto a Keppi del brazo y hombro.

— ¡Ya no lo haga más, por favor! - pidió Toi —. Kazuki no planeaba escapar, todo fue idea mía desde un comienzo. No es su culpa sino mía, si llega a sospechar que miento para encubrir a Kazuki, aún así, pido su castigo — decretó lleno de seguridad —. Yo amo a Kazuki, y quería llevármelo porque me enteré de que Enta Jinnai sería su Danna, el mismo Kazuki me dijo que aceptaría la oferta y por ello planee llevármelo — un silencio pesado se presentó en el despacho de Keppi tras la confesión de Toi. Kazuki estaba llorando en el suelo siendo incapaz de moverse para detener a Toi o hablar en su defensa, ni siquiera gimoteaba, las lágrimas no paran de desbordarse de sus orbes rojos.

Keppi sujetó el brazo de Toi, para llevárselo fuera del despacho donde lo llevo arrastrado al segundo piso, encaminados al cuarto de Akane, abriendo la puerta sin llamar ni preguntar. Ahí, la mujer se levantó de su puesto intrigada al recibir la visita de su señor, que le otorgo la vara de madera, Akane, al ver cómo Keppi pone a Toi frente de ella se lleno de incertidumbre.

— Tu verdugo no seré yo, sino ella — señaló Keppi a Akane —. La maestras de aquel a quien aseguras amar, no me corresponde a mi impartir un castigo pero Akane es apropiada para decidir cuántas veces serás azotado.

— ¿Gran señor? — Akane observa la vara y luego a Toi, intentando unir cabos con lo que había escuchado de parte de Keppi.

— Tu pupilo será enviado con Enta, que se convertirá en el Danna de Kazuki. Más Toi a buscado intervenir con ello, dijo que asumiría la culpa del haber intentado escapar juntos, dime Akane ¿Cómo responderas a eso? — Keppi explico rápidamente, mirando a Akane con ferocidad. La mirada de Akane se lleno de amargura y frialdad, apretaba los dientes mientras la ira hervía en su sangre ante una tormenta de remembranzas que le costaban el peso de su caminar.

- Oiran - [Toi×Kazuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora