No digo que fueras malo, pero tampoco bueno. No fuiste incorrecto pero tampoco lo que se dice correcto. Te ibas sin decir nada y desaparecías durante días. Lo que no sabías es que te extrañaba cada día, cada hora, cada instante que pasabas lejos de mi.
Ahora que lo pienso bien, me hiciste un favor al irte sin contármelo. Me ahorraste tiempo y sufrimiento. No tenia tiempo que perder contigo, sabía que no duraríamos, que lo nuestro solo sería la llovizna antes de la tempestad. No eramos nada y lo fuimos todo.
Yo te quería. Algunos definían lo nuestro como amor, pero no fue amor, era un enamoramiento dulce y efímero del que disfrutamos todo lo que pudimos.
Adoraba nuestras sonrisas, nuestras bromas, nuestro todo. Cuando te fuiste llore durante horas y eso es mucho, demasiado. Sentía un vacío en mi alma que no conseguía rellenar con nada. Intentaba enamorarme, pero ningún chico era demasiado bueno, demasiado listo, ninguno era como tú. Un día apareció él y simplemente me enamore.