6. El Encuentro

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Tragué saliva y miré el teléfono nuevamente. Mierda.

¡Lo sabía, sabía que no debía invocarlos!

Ahora tendré que enfrentarme a las consecuencias. Oh, tal vez...

Suspiré y colgué la llamada y en un movimiento rápido apagué el celular.

Soy un cobarde...

Sé que no es la acción más madura de todo el mundo pero, ¿Qué puedo hacer? No es que tenga muchas ganas de enfrentarme con el interrogatorio seguro proveniente de la chica que llamaba hace unos segundos. Dejé el celular en la mesa de noche al lado de mi cama y solté un bostezo, me acomodé en mi cama y me cubrí con mis cobijas que enseguida me permitieron sentir ese calor delicioso que proveían. Al pasar los segundos terminé cayendo en un inmenso sueño.

Kristal Derricks

Sentí una luz en uno de mis ojos y emití un gruñido instantáneamente, cubrí mi cara con la cobija que estaba sobre mi y después solté un suspiro sabiendo que el daño ya estaba hecho, me desperté y no hay manera de volver a ese estado de sueño tan divino en el que me encontraba.

Bostecé y me levanté con lentitud reposando mi espalda en el espaldar de la cama, miré a la pared por unos segundos esperando a salir del trance somnoliento en el que me encontraba, al no tener resultados apreté mis ojos con fuerza y los masajeé con brusquedad para ver si con eso lograba despertarme por completo.

"Toc, toc"

Escuché el sonido de toques en la puerta y solo solté un "Pasa", teniendo una idea de quien es.

- ¿Ya despertó la bella durmiente? -Preguntó Jackson en un tono divertido al entrar a la habitación. Ya estaba cambiado con una ropa deportiva pero casual, lo que me lleva a pensar que tiene un rato despierto. Llevaba un short hasta la rodilla que se amoldeaba levemente a su figura, y una guarda camisa que hacia juego con la parte de abajo, esta le resaltaba bastante, bastante los musculos... No Kris, deja la saliva en tu boca.

Sonreí controlandome y pase una mano por mi cabello aplanando los mechones rebeldes que seguro hacían que me viera como una bruja- Desgraciadamente, sí-Me quejo con pereza.

-Pues que bien, porque te tengo una noticia -Anuncia sentándose en el borde de la cama, yo alcé una ceja sin entender invitándolo a continuar- Vendrás a trotar conmigo -Fruncí el ceño y al intentar negarme, agregó- Y no acepto un no por respuesta.

- Pues que mal por ti, porque esta que esta aquí -Me señalé a mi misma- No tiene ni una pizca de ganas en ir a trotar, ni tampoco piensa hacerlo. -Le informé retante cruzando mis brazos sobre mi pecho.

- Pues este que esta aquí-Se señala a si mismo, imitandome- No pidió tu opinión -En un movimiento rápido se acercó a mi y terminó cargándome como un saco de papas- Porque quieras o no, vendrás conmigo -Dice soltando una risa malvada bastante sobre actuada.

- ¡Pues tendrás que amarrarme con una cuerda y jalarme!-Protesté golpeándole la espalda

- Si es necesario, lo haré, así que no me des ideas-Dice y empieza a caminar fuera de la habitación.

(...)

Duré mas de lo debido en la ducha con la intención de que se hiciera tarde y no saliéramos a trotar. Pero no funcionó, me cortó el agua desde afuera.

Te Recordaré |Venganza Y Avaricia: Dos Cosas Que No Deben Juntarse| (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora