El joven de ojos grises

Era ya de mañana cuando Pablo vio una vez más por el vidrio de la ventana a esa hermosa joven que cruzaba por el sendero frente a su casa. Su caminar seguro, su figura esbelta, su pelo Castaño, configuraban el ideal de belleza de Pablo. Gabriela iba al secundario junto con él y compartían el mismo curso. Cuando Pablo la veía en un recreo o acomodando sus útiles, era incapaz de dirigirle una palabra. Literalmente se paralizaba o hablaba con otro compañero para no quedar en evidencia.

Por suerte para Él un día todo esto cambio. El rector había hecho su aparición en el aula anunciando que para el día de la primavera todos los cursos debían realizar una obra de teatro en la sala de actos del colegio. La profesora de teatro se reunió con el curso ese mismo día y les dijo con voz rimbombante.

-Muy bien chicos, habrán escuchado al rector esta mañana, vamos a tener que componer una obra de teatro para la llegada de la primavera, levanten las manos los que quieran participar como actores, el resto deberá ocuparse de la producción y puesta en escena.

Tímidamente comenzaron a levantar las manos un reducido grupo de alumnos entre los que se encontraban Edgardo, Humberto y Gustavo que serían los actores en tanto Gabriela, Carolina y Sonia las actrices. Finalmente entre el grupo que debía ocuparse de la producción, se encontraba Pablo.

-La obra que haremos será "Romeo y Julieta" de William Shakespeare, continuó diciendo la profesora. Los chicos que van a actuar, se quedan después de clase así distribuimos los roles.

Y de esa forma la profesora le asigno el papel de Romeo a Edgardo, de Mercucio amigo de Romeo a Humberto y Teobaldo el primo de Julieta a Gustavo. Pablo seria por ahora el apuntador detrás de la escena por si alguno de sus compañeros se olvidaba la letra. Gabriela tomaría el papel de Julieta, Carolina seria su nodriza y Sonia interpretaría a una de las damas de la fiesta. Pablo no estaba muy contento con ser el apuntador detrás de escena pero se contentaba con poder verla en traje de época a su bella Gabriela.

El día de la actuación había llegado, la profesora había planificado que toda la tragedia romántica ocurriera en un mismo acto, sin duda una interpretación muy sui generis.

El día llego y todos los cursos fueron poniendo en escena las distintas obras, cuando al faltarle pocos minutos para el turno del curso de Pablo, vieron con estupor que Edgardo que tenía el papel protagónico de Romeo tenía una severa indisposición, producto de la borrachera de la noche anterior.

-No nos podes hacer esto Edgardo, decía la profesora. ¿sabes cómo vamos a quedar con el rector?. Menos que unos simples improvisados.

En vano se enojaba la profesora Gertrudis, con Edgardo que no paraba de vomitar, lejos estaba de solucionar el problema .Cuando una voz por lo bajo dijo con firmeza.

- Yo lo puedo suplantar, afirmo Pablo me se toda la letra, de principio a fin.

La profesora hizo una mueca que no dejaba en claro si estaba de acuerdo o simplemente se resignaba a lo que estaba a punto de pasar.

-Bueno por lo visto no queda otra, ponéte el traje de Edgardo vos serás Romeo. Rápido que se abre el telón y comienza con la entrada en el baile, recordá colocarte la máscara para que no te reconozca la familia de Julieta.

Así lo hizo Pablo, ya en escena todos bailaban al compás de la música. De repente sua manos se unieron a Julieta, y no debía hacer otra cosa que bailar y verla a los ojos. Y al Igual que un rio no sede su paso ante una pequeña roca en su lecho, le dijo sacándose la máscara.

¿Qué es poesía? mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, ¡Que es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía eres... tú.

En ese momento Gabriela se sonrojo y mirándolo a los ojos se acercó y lo beso.

El público estalló en aplausos, mientras una Gertrudis con rostro desencajado se preguntaba si acaso eso no era Bécquer.