Last Christmas

223 24 11
                                    

Nuestra relación nunca ha sido normal. Desde que nos conocimos siendo unos chiquillos aún, luchamos por entender qué era lo que nos pasaba... qué pasaba entre nosotros. Era una amistad, por supuesto, pero iba todo mucho más allá de eso, pues siempre nos habíamos atraído y no sólo físicamente. A veces siento que nuestras almas se conectan la una con la otra a niveles inimaginables.

Pero también hemos vivido momentos muy tristes y difíciles. El hecho de aceptar nuestros sentimientos, y peor aún, de aceptar que somos gay, haría que el mundo explotara sin duda. Y los afectados por las repercusiones no seríamos sólo Taehyung y yo, sino todo el grupo.

Habíamos recorrido un camino tan difícil y lleno de obstáculos como grupo, pero habíamos triunfado con base en nuestro esfuerzo y gran amor a lo que hacemos. Era impensable echar todo por la borda con algo como esto. Tuvimos que ocultarlo durante tanto tiempo aunque nuestras miradas y acciones nos delataran algunas veces.

Los chicos del grupo al enterarse de que sentíamos algo el uno por el otro tuvieron distintas reacciones, pasando por el enojo, el rechazo hasta la llegar a la aceptación y el apoyo. Sí, somos jóvenes e inexpertos en muchísimas cosas, pero no somos lo suficientemente estúpidos como para arruinar algo que nos había costado tanto tiempo alcanzar. Por ello dejamos la situación ahí, sin definir.

Durante algún tiempo sí nos considerábamos una pareja, pues teníamos citas cuando podíamos, nos besábamos cuando nadie nos veía y hacíamos todo lo que una pareja normal se supone que hace, sólo que sin que nadie lo supiera, pero ese precisamente era el problema, porque siempre alguien se enteraba y arruinaba todo. La empresa tuvo que pagar grandes sumas de dinero para que no se divulgara lo nuestro. Y nosotros nos sentíamos tremendamente angustiados y culpables por ello.

En varias ocasiones, este tipo de cosas nos alejaban. Ni siquiera lo hablábamos, sólo cada quien se iba a su habitación y dejábamos de tener contacto por días, a pesar de vivir bajo el mismo techo y tener el mismo trabajo. Estas actitudes no duraban mucho porque siempre era Tae quien hacía caer ese muro invisible que nos dividía y me acorralaba contra alguna pared de la casa o de la sala de ensayos cuando no había nadie para atacarme a besos, los besos que tanto yo extrañaba.

Hemos ido y vuelto tantas veces que me es difícil ponerle un número. Hemos tenido escenas de celos infinitas, pero siempre nos hemos reconciliado siempre porque Taehyung se ha acercado a mí con esa mirada infinita y su sonrisa tan tierna. A veces hemos hablado de lo ocurrido o simplemente sólo nos hemos fundido en un abrazo fuerte y todos los malos ratos han pasado a la historia.

Pero eso no pasó el año pasado, justamente por la época de Navidad. Debo aceptar que he sido yo el culpable de todo. También debo decir que no sé lo que me pasó... tal vez fueron mis ganas de vivir sin estresarme por el qué dirán, vivir sin poner en peligro nuestra carrera, o simplemente mis ganas de experimentar otras cosas, otras personas, otros cuerpos y otros besos.

Una pequeña y estúpida pelea que ya ni recuerdo cómo comenzó me llevó a salir con unos amigos. Ellos me presentaron a esta chica y lo demás sucedió sin darme cuenta, porque hasta ahora no me di cuenta de que no estaba pensando claramente.

Primero, simplemente hablábamos muy seguido por mensajes de texto, cuyo contenido cada vez subía un poco más de tono. Esa sensación de picardía me conquistó y quise más, así que como Taehyung aún no se acercaba a mí para arreglar las cosas, pasé al siguiente nivel con esta chica, salimos en una cita.

La conocí mejor, era mayor que yo, y su trabajo era en una tienda de tatuajes. Era una chica muy sencilla y no se dejaba maravillar por mi fama... o eso pensé, y eso me atrajo más a ella. En mi búsqueda por nuevas sensaciones y experiencias que no había vivido con nadie más, me dejé llevar por el deseo y... me acosté con ella.

Last Christmas (One Shot Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora