Amor Fugaz | Meliodas x Oc

Capítulo I

Retrocedí más, mirándolo aterrorizada, él no parecía tener intenciones de acercarse lo que en cierta parte me alivio.

Baje mi mirada al demonio muerto... Sentí unas inmensas ganas de vomitar, estaba su sangre esparcida por el suelo, junto a la de mis camaradas muertos... Veía su sangre... Sus cadáveres, todo aquello no hacía sino aumentar mis ganas de vomitar.

Era una escena realmente morbosa y nueva para mi, pero para él parecía ser algo tan común como respirar, pues se mostraba indiferente y solo mantenía su mirada fijada en mi, volví a estremecerme.

Finalmente, las lágrimas que tanto me habían costado contener se derramaron, él pareció... Extrañarse y me veía desorientado.

—¿Porque lloras? —me pregunto, su voz me estremeció, contrario a lo que pensaba... No era tan dura y grave como esperaba.

—¿P-porque me salvaste? —contrarreste su pregunta con la mía, era algo que no me cabía en la cabeza.

—No se —fue lo único que me respondió mirándome a los ojos.

Mis ojos se abrieron aún más, ¿No sabía? ¿Cómo era eso posible?

—¿C-cómo es que...?

—No se... Más bien, quisiera saber qué es lo que me llamó la atención de ti, que es lo que me atrajo.

Involuntariamente me sonroje a la vez que mis lágrimas se detenían ¿Acaso había dicho indirectamente que yo le gustaba...?

—¿Yo te...? —me volvió a interrumpir.

—Si, hay algo que me atrajo la atención de ti, eres la única, fue por eso que evite que te matará.

¿La única? ... ¿Había estado ahí hace mucho y no había hecho nada? ¿Que se creía? ¿Con qué descaro me decía que yo le atraía después de que no había hecho NADA para detener la masacre? Aquello me enojo mucho.

Entonces lo miré a los ojos, aquellos ojos vacíos intimidantes que asustan a cualquiera, me arme de valor y dije.

—¡¿Estuviste aquí, viendo todo y no hiciste nada?!

Tenía miedo, pero no iba a permitir tal descaro de su parte. Él se quedó en silencio unos segundos, para luego hablar.

—No me importaban esas diosas — dijo fríamente—. No tenían nada de especial, a diferencia tuya.

Estaba enojada por eso, le iba a responder, pero cuando menos me dí cuenta él estaba al frente mío, observando me con aquellos ojos, yo retrocedía por miedo, él no dijo nada y se acercó. Estaba temblando ¿Que me iba a hacer? ¿Porque a mí y no a otra persona?

Él pareció darse cuenta de eso y se alejó, como si no hubiera hecho nada.

—Me tengo qué ir, espero volverte a ver, diosa.

Él sacó unas alas que me dejaron sin aire, ¡Eran enormes! Se dió un impulso y en unos segundos ya estaba en lo alto y volando, hasta que lo perdí de vista.

Cuando ya no lo veía, no pude más y caí de rodillas al suelo...¿Que acaba de pasar? Aquel que todos temen me había salvado, nadie lo creería, nadie creería que el demonio más poderoso me había ayudado.

Suspire y me levanté nuevamente, vi a mi alrededor, mis compañeros todos muertos. Vi al demonio muerto, me dió escalofríos verlo y pensar que pude haber muerto sino hubiera sido por él.

Volví a suspira con tristeza, mejor solo me voy, mi pregunta ahora era, ¿Cómo digo eso?

... Un momento, ¿Dijo que le gustaría volver a verme?