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Narra Jimin.

Un día nuevo en el campamento, y muchas cosas no esperaban el día de hoy.

Me desperte gracias a los gritos de Jungkook. Son las ocho de la mañana ¿y se pone a gritar? JungKook, seguramente, se había levantado temprano para hacer un poco de ejercicio y cocinar el desayuno.

—¿Por que gritas?— pregunté, frunciendo el ceño. Todavía seguía sin acostumbrarme a sus gritos para levantarnos en las mañanas.

—Es hora de levantarse. Y tu tienes que seguir con tu apuesta— me señaló con su dedo índice.

Me levanté de la cama soltando un suspiró, apreté mis ojos antes de levantarme y empezar con las actividades que habían preparado los profesores para nosotros. Fui al baño para tomar una ducha fria, necesitaba despertarme y sacarme el sueño. Cuando salí, me vestí con ropa que pueda usar en el día y fui a la sala donde estaba JungKook. Suga aún seguía dormido, pero pronto despertaría.

—¿Crees que voy bien?— le pregunte a Jungkook, sentándome en una de la sillas que estaban alrededor de la pequeña mesa.

—¿Vestido? No lo creo— respondió, negando con la cabeza.

—No, eso no. Con la apuesta. Además, me visto muy bien— aclaré y él se dió vuelta para mirarme.

—Desde que conozco a Seoyeon, ella es una gran persona y es hermosa. No creo que se merezca que jueguen con sus sentimientos. Además, no quiero que se arruine nuestra amistad por algo como esto— lo que decía Jungkook tenía sentido. Seo era una gran persona.

—Tienes razón— dije asintiendo.

Tenía que hacer algo.

(...)

Suga, Jungkook y yo salimos de la cabaña porque los profesores empezaron a llamar a todos los alumnos para reunirnos en el campo y explicar que planes había para el día de hoy.

Subí mi mirada encontrandome a Seoyeon hablando y riendo junto a Yuna y Yeji. Seo me encontró mirándola y me regaló una sonrisa, una linda sonrisa, que se la devolví. Luego de eso, volví con mis amigos.

Los profesores habían organizado una caminata entre todos para recorrer el lugar. Empezamos a caminar todos en grupo: algunos iban charlando, otros corriendo y otros eran perseguidos por los profesores para que se portaran bien y que no haya problemas.

De pronto, sentí como las manos de alguien tapaba mis ojos, podía ver un poco pero no a la persona que estaba detrás mío cubriendo me la vista. Parecia ser bajita porque no llegaba a tapar del todo mi vista.

—¿Quien soy?— preguntó una voz femenina.

Era Seoyeon.

—La chica mas linda del mundo sonrojada— adiviné, con una sonrisa.

Ella sacó sus manos de mis ojos —riendo— y yo me volteé para verla: estaba sonrojada, su cabello negro tapaba su cara pero se podía ver perfectamente como sus mejillas habían tomado un color rosa. 

—¿Te sonrojaste?— pregunté sin dejar de sonreír, ya sabía la respuesta pero quería escucharla.

—No— respondió y miró para otro lado.

—Sí, lo hiciste— pasé mi brazo por sus hombros y la pegué más a mí cuerpo.

Seguimos caminando así abrazados, con todos los chicos y los profesores adelante nuestro.

(...)

Narrador omnisciente.

Por otro lado, los seis chicos hablaban sobre la apuesta, en la que Jimin participaba y su objetivo era enamorar a Seoyeon.

—Parece que Jimin va bien con la apuesta, ¿eh?— dijo Nam.

—Eso parece— dijo Jin.

—¿Creen que está logrando algo?— preguntó Tae.

—Creo que algún día, a Seoyeon le va a gustar Jimin— respondió Nam.

Los tres chicos miraron con dirección hacia sus dos amigos: Jimin rodeando los hombros de Seoyeon, y ella sonriendo.

Lo que ellos no sabían era que, Yuna, al lado de Yeji, los estaba escuchando todo lo que decían los chicos adelante de ellas.

—Yeji— la rubia llamó a su amiga en susurró.

—¿Qué pasa?— preguntó Yeji de la misma forma.

—Parece que hay una apuesta. Jimin tiene que enamorar a Seoyeon— susurró Yuna, al oído de Yeji.

—¿Estás segura?— preguntó Yeji.

—Sí, lo escuché— dijo.

—Así podrás volver con Jimin, ¿no?— preguntó su amiga.

—Sí— ella sonrió.

(...)

La noche había llegado en el campamento. Los chicos estaban devuelta luego de sus actividades. Estaban agotados, pero el día había sido genial.

Seoyeon había vuelto a su cabaña acompañada de sus dos compañeras de cuarto. Seo se despidió de sus amigos antes de entrar a la cabaña y que todo se quede silencio.

—Seo, ¿te parece mañana iré a dar una vuelta a la mañana, antes de que nos llamen para salir?— preguntó Yuna, desde el baño, mojando el algodón en el desmaquillante.

—Está bien— respondió Seo ,entrando a su cama, luego de ponerse su pijama.

Ya en su cama, su celular sonó avisándole de que había llegado un mensaje. Agarró su celular y se fijó quién era el del mensaje. Cuando vio de que se trataba, su sonrisa aumentó al saber que era Jimin.

Jimin:

Buenas noches, Seo~🌙

Editado: 12/05/2021.

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